Artículos y reportajes
La historia detrás del niño radio

Comparte este contenido con tus amigos

“El niño radio”, relato infantil incluido en el libro El niño radio y otros cuentos, publicado por la editorial nicaragüense Fondo Editorial Libros para Niños, y lanzado durante este año, comenzó como una historia con rasgos autobiográficos, pues me crié en la querida y fría Bogotá con mis abuelos maternos, a quienes por su amor y dedicación siempre he considerado mis verdaderos padres, lo cual ha justificado mi cambio de apellido (en el libro aparezco como Dixon Moya), primero en el plano literario y posteriormente en el mundo jurídico.

Sin embargo, el escenario fue mutando, el desarrollo del relato me hizo pensar en el Caribe mágico, posiblemente ahí lo conecté con el mayor escritor nacido en esta parte del mundo, un hombre que también vivió algunos años con sus abuelos; así el cuento se convirtió en un claro homenaje a la magnífica figura de Gabriel García Márquez, aunque no se trata de un relato biográfico en sentido estricto, pues la situación es completamente ficticia e incluso, para la edad descrita del pequeño Gabo, en la vida real él ya no se encontraba con sus abuelos. También es un homenaje a la radio, aquel viejo vehículo de la imaginación.

Dos de mis pasiones literarias son la ciencia ficción y la fantasía, dos géneros que considero de naturaleza diferente, así haya puntos de contacto y fronteras similares. Hace varios años, recuerdo haber escuchado al gran periodista colombiano Juan Gossaín, quien transmitía una noticia curiosa sobre cierta persona que aparentemente podía captar emisoras de radio; aunque no recuerdo el desenlace de la información, la anécdota me sirvió para imaginar lo sucedido con el niño radio. Podría suponerse que es un cuento fantástico, pero el hecho de encontrar una explicación lógica, de índole científica, al extraño fenómeno, ubicaría esta historia en el rango de cuento infantil de ciencia ficción.

Iniciado en Colombia y culminado en Nicaragua, durante mi estancia en ese país, en el año 2007 envié el relato al Concurso de Literatura Infantil promovido por la editorial Libros para Niños, con la agradable sorpresa de haber sido seleccionado con otras dos historias, escritas por Enrique Pilarte y Luis Felipe Ulloa. Curiosamente, de los tres trabajos finalistas, dos son de autores colombianos, el de Luis Felipe y el mío. Hay que destacar de la obra final, en forma especial, a la ilustradora costarricense Nela Marín, quien gracias a su calidad artística elevó el libro a un gran nivel. Sin olvidar la generosidad y empeño de los editores nicaragüenses Gabriela Tellería y Eduardo Báez.

Todos los involucrados en este proyecto esperamos que sea del agrado del público lector, de los niños y de los adultos, quienes terminan siendo los secretos devoradores de la literatura infantil, bajo la justificación de su rol paternal. En particular, espero que “El niño radio” sea claramente sintonizado en el dial de la nostalgia adulta y la alegría pueril. Con cariño para el maestro inmortal.