Noticias
FIL Guadalajara cierra con leve aumento de asistencia
Comparte este contenido con tus amigos

En un año marcado por la desaceleración económica, la 23ª Feria Internacional del Libro de Guadalajara (FIL), celebrada en esta ciudad del estado de Jalisco (México) 28 de noviembre al 6 de diciembre, registró un leve crecimiento en algunas cifras, según el balance ofrecido este domingo, día de la clausura, por Raúl Padilla López, presidente del evento.

Mientras que el año pasado entraron 604.012 asistentes, este año lo hicieron 606.008, cifra realizada sin contabilizar a los visitantes del domingo. La venta nocturna del viernes 4 de diciembre, evento que se realizó por primera vez, fue calificada como exitosa, entraron alrededor de 30.000 personas; ese día se rompió un récord de asistencia a la FIL, pues durante todo el día el recinto ferial de Expo Guadalajara tuvo un tránsito de cerca de 100.000 personas.

Padilla destacó en el programa literario la presencia del premio Nobel Orhan Pamuk, el homenaje a José Emilio Pacheco y “el regocijo que viene acompañado al recibir aquí la noticia de que fue el ganador del Premio Cervantes“. También celebró “el acto literario de ciencia ficción” que representó la videoconferecia con Ray Bradbury.

Olga Garay, directora ejecutiva del Departamento de Asuntos Culturales de Los Ángeles, agradeció la oportunidad de ser la primera ciudad elegida por la FIL como invitada de honor e hizo un especial reconocimiento al Fondo Nacional para las Artes de Estados Unidos, que auspició a la delegación con 2,4 millones de dólares.

La comunidad española de Castilla y León se prepara para ser la invitada de honor del evento el próximo año. Su eje temático será “la cuna del español”, pero la intención de la delegación será abrir un diálogo interactivo sobre el lenguaje, reconociendo que el español nació ahí, pero se fortaleció en América Latina.

A continuación presentamos un extenso, pero apretado resumen con algunas de las actividades del mayor evento editorial del mundo de habla hispana.

 

LA en la FIL

La delegación angelina, que vendió cerca del 25% de los libros que ofreció en la FIL, contó con casi 500 participantes entre autores, académicos, artistas visuales, cineastas, arquitectos, bailarines, teatristas y músicos, quienes hicieron un esfuerzo por hacer una muestra representativa del crisol de razas que hace vida común en Los Ángeles.

El Pabellón de Los Ángeles, que fue inaugurado el 28 de noviembre con un recorrido realizado en conjunto por autoridades de la FIL y de la comitiva de la ciudad estadounidense, recibió un promedio de 50.000 visitantes por día. Garay consideró que participar en la FIL fue un reto gigantesco que sirvió para crear un puente entre ambas culturas, tal como lo anunció en la inauguración el alcalde angelino, Antonio Villaraigosa.

En el acto inaugural, Villaraigosa había calificado al Pabellón como un homenaje al espíritu creativo y el carácter diverso de una ciudad en la que se hablan 224 idiomas y conviven más de 240 nacionalidades distintas. “Hoy, con el Pabellón de Los Ángeles, iniciamos un nuevo capítulo en la larga historia del intercambio cultural entre nuestros pueblos”, dijo.

Otro de los miembros de la delegación angelina, el poeta estadounidense Dana Gioia, quien se definió como un producto del intercambio cultural, ya que su padre es italiano y su madre mexicana, afirmó que el diseño del Pabellón representa el perfil cultural y tecnológico de Los Ángeles, y destacó la importancia de la ciudad Invitada de honor como un centro donde varias culturas coinciden.

“Los Ángeles es uno de los centros culturales más importantes del mundo. Y la fuente de esta grandeza radica en que es un punto de encuentro entre la América anglosajona y Latinoamérica, es donde se unen Asia y Europa, un lugar donde la modernidad y la antigüedad se unen, y eso se mostrará en Guadalajara”, dijo Goia en el acto inaugural.

 

Chavela de verdad

Entre las presentaciones de libros que destacaron durante la FIL estuvo, el 28 de noviembre, la de Las verdades de Chavela (Océano, 2009), relato autobiográfico que la conocida cantante Chavela Vargas, mexicana y de origen costarricense, escribió en coautoría con la periodista María Cortina.

Sentada en una silla de ruedas, Chavela dio un breve pero emotivo discurso, en el que recordó su actual fragilidad física. “Ya no soy la de antes. A mis noventa años siento que sólo le tengo que pedir justicia al cielo para que vuelva a caminar. Tengo muchas ganas de caminar e ir como antes a hablar con mi vecina, decirle cómo le fue en la borrachera de anoche, así era mi vida cotidiana, pero se acabó”, dijo.

Además de la coautora del libro, acompañaron a Chavela la escritora argentina Ana Gloria Moya, la cantante Eugenia León y el autor mexicano Carlos Monsiváis, quienes hicieron de la presentación una tertulia, una reunión entre amigos, en la que sólo faltaban el mezcal y el tequila.

Los halagos hacia la cantante fueron el tono de la presentación. Moya dijo que Chavela es una dama que aloja a América en la garganta, mientras que Eugenia León la definió como la mayor intérprete de México, al tiempo que Monsiváis destacaba su mexicanidad, aprendida no en los libros de historia, sino en las canciones populares.

“Chavela retiene las verdades que le han dictado su voz, su destino, su desgarramiento, que es lectura certera de las canciones, su mexicanidad, que sólo en su caso es una época formativa. Chavela es más mexicana que todos, porque aprendió su nacionalidad en las canciones”, añadió Monsiváis.

Cortina recordó que fue precisamente Chavela Vargas quien le propuso escribir el libro. “No es una biografía, no se trata de conocer con exactitud en qué lugar, en qué año nació Chavela, ni cuándo salió de Costa Rica y llegó a México, en qué momento tomó las decisiones importantes de su vida, dónde cantó. Para ella, lo que importa son los acontecimientos de vida, la risa, el respiro, el alma del canto”, dijo.

Por su parte, Eugenia León, quien improvisó un par de canciones a capela, motivada por Monsiváis, le agradeció a Chavela su apuesta por la libertad, que llevó tanto a su vida como a su carrera artística.

 

El Salón de la Poesía

El mismo 28 fue inaugurado por el poeta mexicano David Huerta el Salón de la Poesía, que durante los nueve días de la feria ofreció charlas y lecturas en un ambiente relajado y sazonado por caballitos y margaritas. Huerta, autor de libros como Huellas del civilizado y Hacia la superficie, explicó durante la inauguración del salón que a veces sólo hay que elevar “las antenas para encontrar la poesía donde uno no creería que estuviera”.

El salón recibió además, el domingo 29, a Rafael Cadenas, quien ya había recibido el día anterior, durante la inauguración de la feria, el Premio FIL de Literatura en Lenguas Romances, y más tarde había protagonizado una conversación con Fabienne Bradu, Ernesto Lumbreras y Silvia Eugenia Castillero, moderados por Gustavo Guerrero.

La actividad continuó con un poeta cada día, completando la plantilla los autores Vicente Quirarte, Fabio Morabito, Elicura Chihuailaf, Orlando González Esteva, Luis García Montero, Manuel Rivas y Maram al-Masri.

 

Pamuk y lo cotidiano

El domingo 29, el Premio Nobel de Literatura Orhan Pamuk inauguró el Salón Literario, en donde habló de literatura, política y aspectos íntimos de su vida. Alguien entre el público notó que el escritor turco tenía entre manos una cámara fotográfica de la que no se despegaba, así que a la hora de las preguntas aprovechó para cuestionarle sobre el uso que hace de ellas.

Sorprendido por la pregunta, Pamuk respondió que registra cada día de su vida con cientos, miles de fotografías que archiva y ordena a manera de diario en su computadora. “Es muy fácil y ustedes formarán parte también de este archivo. Todo mundo lo debería hacer, tú también”, le dijo a su interlocutor.

El escritor agregó en el acto inaugural que son precisamente esos pequeños detalles de la vida cotidiana los que constituyen las grandes historias. “Pienso que lo fantástico de las novelas no está en la técnica, sino que lo grandioso de ellas radica en que todo el mundo puede leerlas, entenderlas y relacionarlas con su vida cotidiana. Las novelas son composiciones que surgen de pequeños detalles de la vida diaria, de cosas que todos entendemos. La literatura debe aspirar a tener una representación precisa de lo que es la vida”.

Acompañado por la escritora Rosa Montero, quien fue la encargada de guiar la conversación, habló no sólo de literatura, sino también de política. Lamentó que la gente relacione su obra y figura con el Islam, cuestión que genera situaciones incómodas con la prensa o la gente que busca una opinión.

“En una entrevista con la BBC, gran parte de las preguntas que me hicieron eran sobre política, sólo porque mis novelas se desarrollan en Estambul, una ciudad islámica. El periodista me preguntó sobre Afganistán, cuando yo nunca he estado en Kabul, pero él supuso que yo era un experto en este tema. No entiendo por qué la gente me pregunta de cosas que no entiendo”, dijo el escritor.

Amenazado de muerte por grupos radicales turcos, y enfrentado al gobierno de su país por haber criticado el genocidio contra los armenios en 1915, Pamuk dijo que su día a día es complicado debido a las medidas de seguridad que debe seguir, aunque no se queja demasiado. “No es una vida agradable pero mis guardaespaldas son mis amigos, así que trato de tomarme esta situación como algo ligero, aunque no lo sea, pero no quiero parecer como alguien que se queja y llora por esto”.

Sobre su más reciente obra, El museo de la inocencia (Mondadori, 2009), que presentó en Guadalajara, aseguró que se trata de un libro que habla sobre la obsesión y la negociación en el amor.

Cuestionado por el público sobre su conocimiento de la literatura latinoamericana, dijo que fue un fiel seguidor del boom. “Con ellos aprendí que se pueden tocar temas sociales y además ser experimental y moderno. Yo lo tomé como ejemplo para hablar de Turquía”.

 

Bibliotecarios del mundo

El director de la Biblioteca Pública de Los Ángeles, Martín Gómez, fue el encargado de abrir las actividades del XVI Coloquio Internacional de Bibliotecarios, el lunes 30. Aseguró que, más allá de su función como servidor de información, las bibliotecas tienen que posicionarse como un motor de la economía y el desarrollo productivo de las comunidades.

“Creo que en el futuro las bibliotecas seguirán siendo instituciones fuertes, vitales y dinámicas en la era digital, pero sólo si somos capaces de pasar de ser una institución pasiva, con un servicio centrado en los libros, a una institución informativa centrada en la comunidad”.

Durante la inauguración del evento, que tuvo por lema “De la biblioteca al usuario, del usuario a la biblioteca: Puntos de encuentro”, Gómez aseguró que las bibliotecas son espacios necesarios para la comunidad porque ayudan al desarrollo de las economías locales al proveer servicios tanto de información como de formación y capacitación del mercado laboral.

Por esta razón, afirmó, si bien el modelo actual de bibliotecas no está muerto, necesita actualización. “Pienso que la biblioteca no puede funcionar dentro de un modelo tradicional de servicios, construido sobre la premisa de que las necesidades de las comunidades pueden ser satisfechas construyendo bibliotecas, consiguiendo colecciones, porque esto no es suficiente”.

Sobre las nuevas fuentes de información, como Internet, las bibliotecas digitales, los nuevos soportes de lectura y la televisión, Gómez dijo que la biblioteca seguirá teniendo un papel relevante. “Debemos pensar en ellas como instituciones que construyen capital humano y social, que nuestros servicios pueden cubrir a las economías locales. El desarrollo comunitario es una fuerza vital y de gran importancia en la economía”.

Fundada en 1878, la Biblioteca Pública de Los Ángeles pasó de ser un lugar pequeño, que contaba con unas cuantas salas de lectura, según recordó Gómez, a una de las bibliotecas más grandes de Estados Unidos, con una colección de dos millones de volúmenes para consulta, mil empleados, un presupuesto anual de 130 millones de dólares y la visita de diecisiete millones de usuarios al año.

 

Promoviendo la lectura

El martes 1 de diciembre, Consuelo Sáizar, presidenta del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes de México (Conaculta), inauguró con la conferencia magistral “La experiencia de la lectura como práctica cultural” el Encuentro de Promotores de Lectura, que este año tuvo como lema “Lectura y calidad de vida”.

Sáizar habló a quienes denominó “los nuevos Vasconcelos”, haciendo alusión al pensador mexicano José Vasconcelos, quien luchó toda su vida por impulsar la cultura y la educación en México. “Ayer me operaron, pero no podía dejar de venir para demostrar el compromiso que tiene mi administración con los promotores de lectura”, dijo la titular del Conaculta a los presentes, entre quienes se encontraba el escritor mexicano Jorge Volpi.

En su charla, hizo hincapié en que los promotores de lectura son uno de los eslabones más importantes; pues sin ellos los libros son letra muerta: “Leer es un derecho de todos y ustedes lo hacen posible”. Informó que la institución cultural oficial de México cuenta con 7.000 bibliotecas Conaculta, 7.000 bibliotecas escolares y especializadas y 3.324 salas de lectura, lo que representa una biblioteca por cada 7.000 habitantes, y agregó que cada uno de estos centros reciben 100.000 visitantes al mes.

El próximo año, según dijo, Conaculta dispondrá de presupuesto para fortalecer las bibliotecas en México, pero pidió a los promotores trabajar para que esos libros encuentren lectores.

En el evento también estuvieron Raúl Padilla López y Nubia Macías, presidente y directora general de la FIL, respectivamente, y Elisa Bonilla, directora de la Fundación SM.

Renad Qubbaj, directora del Instituto Tamer para la Educación de la Comunidad, organismo creado en 1989 en Palestina durante la primera intifada, contó en el acto inaugural cómo hasta 1995 los palestinos no contaban con pasaporte propio y cómo, a pesar de ya contar con este documento, las restricciones que tienen limitan mucho sus viajes.

Sin embargo, recordó que en la literatura no existen fronteras o visas que valgan. Así que uno de los programas de promoción más importantes y representativos que tienen consiste en darle a cada niño un pasaporte de lectura con su nombre, con sellos que aumentan conforme acaban un libro nuevo. “Este pasaporte es como cualquier otro documento de viaje, y entre el niño más lea, más visas y derecho a participar en clubes de lectura tendrá. Es un documento muy simbólico que refleja nuestra situación”, dijo.

De carácter no gubernamental, el organismo más importante de apoyo a la promoción de lectura en Palestina enfoca su trabajo en otorgar y hacer accesibles materiales educativos y de lectura, en un momento en el que las restricciones de movilidad en la Franja de Gaza dificultan la circulación de este material.

“Todas éstas son medidas que afectan la creatividad de los niños y limita sus mentes a su propia supervivencia, la suya y la de sus familias. Nuestra meta es restaurar la creatividad y mejorar la actitud de los niños para desarrollarse y aprender por ellos mismos”.

A través de campañas de promoción de la lectura, organizadas por comités de distrito integrados a las bibliotecas locales, el Instituto Tamer —que en junio pasado recibió el premio Astrid Lindgren Memorial Award (Alma), dotado con más de 715.000 dólares— llega a lugares donde de otra manera los niños difícilmente podrían tener acceso al libro y la lectura. Asimismo, este organismo se dedica a la edición de libros infantiles.

“Los libros son un instrumento de sanación para la situación que vivimos”, afirmó Qubbaj, “así que todavía tenemos mucha esperanza por un mejor futuro. Sabemos que es importante mantener a nuestros niños soñando, creyendo, leyendo, imaginando, para poder contar con un mejor futuro del que tenemos”.

El encuentro celebró el miércoles 2 la mesa redonda “¿Cómo la lectura cambia la vida?”, que moderada por Azucena Galindo contó con la participación de Rebeca Cerda, Moussa Ag Assarid, Martín Murillo y Roberth Ramírez, quienes alentaron al público a generar sus propios proyectos.

Cerda, especialista en literatura infantil, habló de su trabajo en el Grupo de Biblioterapia Rama. Luego de comentar los casos de algunos niños que encontraron en los libros un apoyo para enfrentar sus enfermedades, comentó que “la narración de la historia les ayuda a tomar una posición diferente sobre su situación”.

Para Moussa, la relación con la lectura fue particular. “Un libro que cambió mi vida fue El principito, de Saint-Exupéry. Me lo regaló una periodista cuando era niño”. Indicó que, para poder entender lo que había dentro, durante cuatro años caminó, en compañía de su hermano, “treinta kilómetros diarios para ir a la escuela”. Hoy día dirige la Escuela de las Arenas Saint-Exupéry, construida con apoyo de la familia del autor francés, para que los hijos de los nómadas se involucren con las letras. “El libro es mi riqueza”, señaló.

La Carreta Literaria de Martín Murillo nació cuando, con el apoyo de Jaime García Márquez, de la Fundación para el Nuevo Periodismo Iberoamericano (FNPI), cambió las aguas y cigarrillos que vendía por libros que presta a la gente. “Soy un simple lector. Un promotor de libros”.

Para realizar su labor, cuenta con el respaldo de varias empresas y de la FNPI. Cuando se le preguntó cómo hacer para que las autoridades se involucren en la promoción a la lectura, fue tajante: “El Estado no lo puede dar todo. Nosotros tenemos que contribuir. Yo vivo de la carreta para la carreta”. “No se llenen de estadísticas”, añadió: lo importante “es que el libro circule y se lea”.

Un sueño de quince años desembocó, para Roberth Ramírez, en “una aventura por los caminos del Momboy, en el placer por la lectura y la pasión por aprender”. Con apoyo del Banco del Libro de Venezuela y la Universidad del Valle del Momboy, Roberth inició el proyecto de las bibliomulas, que espera que pronto se transformen “en cybermulas y cinemulas”.

Cenizo, Chiquito y Golondrina son los tres animales que sustentan la iniciativa para “fortalecer y potenciar la educación y la cultura campesina”. Al final de la jornada, que duró cerca de dos horas y abarrotó el salón 4 de la FIL, el público encontró, encarnadas en los cuatro ponentes, cuatro respuestas distintas para la pregunta inicial: ¿cómo la lectura cambia la vida?

 

Homenaje al Bibliotecario

El miércoles 2, Helen Ladrón de Guevara Cox, trabajadora de la Universidad de Guadalajara (UdeG), recibió el Homenaje al Bibliotecario, lo que para ella fue una sorpresa. “Nunca me lo esperé porque como soy de casa, es como en una familia, que te encuentras a tus hermanos y ya ni te saludas, porque estás acostumbrado a verlos todo el tiempo. De verdad me sorprendió”, reconoció durante la ceremonia.

La homenajeada de este año es una bibliotecaria tapatía con más de cuarenta años de labor. Raúl Padilla López, presidente de la FIL, consideró que Helen sentó las bases para que los archivos de Jalisco sean de los más organizados: “Si las bibliotecas de la UdeG tienen un sistema de organización moderna, se lo debemos a ella”.

Su proyecto más reciente es la elaboración y conducción del plan maestro para la nueva biblioteca pública de Jalisco “Juan José Arreola”, que se prevé sea la biblioteca estatal más grande de México, según explicó Sergio López Ruelas, coordinador de Bibliotecas.

Helen aceptó este homenaje a nombre de todos los bibliotecarios de provincia: “A ésos que están trabajando día a día, trabajando cuando se les inunda la biblioteca, cuando se les quema”, y la ovación de los presentes no se hizo esperar.

Este homenaje se entrega desde 2002 con el objetivo de reconocer a quienes trabajan para el fortalecimiento de las bibliotecas: “La biblioteca es el principio de todo, la memoria de una sociedad”, expresó Padilla López.

 

Los periodistas y el retrato del poder

El viernes 4 y con el título “Perfilando el poder. Investigar y narrar, los retos del periodismo”, el V Encuentro Internacional de Periodistas ofreció un diálogo entre el estadounidense Jon Lee Anderson y el peruano Julio Villanueva Chang, con la moderación del mexicano Javier Solórzano.

Colaborador de la revista New Yorker, Jon Lee Anderson ha escrito perfiles biográficos de figuras mundiales como Hugo Chávez, Fidel Castro, Augusto Pinochet, Gabriel García Márquez, el rey Juan Carlos, Saddam Hussein y Hamid Karzai, entre muchos otros, y es autor de los libros El dictador, los demonios y otras crónicas, Che Guevara, una vida revolucionaria y La caída de Bagdad.

En su experiencia, explicó Anderson ante un salón Enrique González Martínez lleno de estudiantes y periodistas, ha sido importante la relación entablada con los personajes cuyos perfiles se ha propuesto escribir.

Habló de la intuición como una herramienta útil para conocer a quienes protagonizan la información (dijo, por ejemplo, que a los villanos la corrupción “se les ve en los ojos”), pero advirtió que un buen periodista no debe quedarse sólo con ella y es obligado a abundar en sus investigaciones para no cometer equívocos.

En ese sentido, y ante una pregunta dirigida por su colega peruano, Julio Villanueva Chang, dijo que algunos personajes con cuyas políticas o acciones no concuerda, como Hugo Chávez, “suelen ser muy carismáticos”.

Villanueva Chang, autor de los libros Mariposas y murciélagos y Perfiles criminales, además de director de la revista Etiqueta Negra, comentó por su parte que, en alguna ocasión, un colega suyo encontró una carpeta, en una librería de viejo, con fotografías poco conocidas de Hitler y donde se veía al líder nazi abriendo un regalo o cargando, como un amoroso tío, a la hija de su ministro de propaganda, Joseph Goebbels. En ese sentido, se preguntó cómo integrar este tipo de informaciones a la hora de trabajar un perfil periodístico y qué tanto puede alterar el punto de vista sobre determinados personajes.

Para Jon Lee Anderson, la respuesta está en un trabajo profesional que “intente” la objetividad y tome en cuenta los diversos factores y situaciones que rodean a las personas de las cuales se escribe o habla. En ese sentido, y aterrizando las reflexiones y anécdotas relatadas en la tarea del cronista, la mesa concluyó con la idea de que, más que narrar, se debe reflexionar en cómo un perfil o una crónica pueden describir a una sociedad en general.

Al día siguiente, el Encuentro Internacional de Periodistas fue también el escenario en el que el periodista Rubén Luengas presentó su ponencia “¿Quién es nuestra audiencia? Sirviendo a las necesidades de mexicanos, chicanos y más”, en la que lamentó que el periodismo televisivo que se hace en la actualidad tanto en Estados Unidos como en México esté comprometido y sometido al poder del rating.

El periodismo, dijo Luengas, se ha convertido en un circo que ha disfrazado la noticia en entretenimiento. “Cuando en Estados Unidos los noticieros empezaron a depender de los ratings, se prostituyó el periodismo”, agregó. “Los espacios noticiosos ya están dirigidos a llenar butacas. Ahora si una noticia, por importante que sea para la comprensión del mundo o de la realidad que estamos viviendo, no da rating, deja de ser importante como noticia”.

Luengas, quien trabaja actualmente en KVEA-TV, la estación radiofónica de Telemundo en Los Ángeles, criticó que los medios mexicanos no hayan podido frenar o ser un balance del poder, lo que los convierte en cómplices de la corrupción. “Vivimos con medios de comunicación que buscan lo que en inglés se llama garbage in garbage out, que es meter basura al cerebro. Y el periodismo en México, desgraciadamente, está dando información desarticulada, sin conexión y contexto”.

Ante estudiantes de periodismo, a los que pidió comprometerse con la verdad y no buscar ser celebridades, dijo que los periodistas deben ser personajes incómodos para el poder, las figuras públicas e incluso para los medios en los que trabajan. “Tengo la convicción de que el periodismo debe ser transgresor, si el periodista no está dispuesto a ser corrido de la empresa donde trabaja, no puede ser buen periodista”, sentenció quien fuera Premio Nacional de Periodismo en el área de Difusión Cultural.

Sobre el impacto del trabajo que realiza en Estados Unidos, dijo que uno de sus objetivos es convertir a la población migrante en sujetos y no objetos de la historia. “Me encanta trabajar en esa zona del planeta para hacer un periodismo que en función de la verdad pueda defender a estos seres humanos”.

 

Vargas Llosa, optimista

El mismo día, Mario Vargas Llosa inauguró en el Instituto Cultural Cabañas la exposición “La libertad y la vida”, que tiene el mismo nombre que el libro que presentaría en el marco de la feria y que recorre a través de imágenes y textos su carrera como escritor. El escritor peruano aseguró que se muestra optimista respecto al futuro político de América Latina a pesar de que existen gobiernos que, según él, realizan prácticas antidemocráticas.

Entre las razones que le permiten tener esa sensación, la principal es la existencia de gobiernos de izquierda que llevan a cabo políticas liberales y a favor del mercado como Chile, Uruguay y Brasil, a quienes puso como ejemplo, en contra de la izquierda que representan Hugo Chávez, en Venezuela, o Evo Morales, en Bolivia. “Antes la izquierda no era democrática, ni creía en el mercado. Ahora hay una izquierda más sensata, pragmática, muy parecida a la europea, y eso es bueno para el futuro”.

Autor de las famosas frases “la dictadura perfecta”, para definir los setenta años del poder del PRI, y la “democracia imperfecta”, para referirse a los gobiernos surgidos en la oposición, Vargas Llosa aseguró que México ha desperdiciado oportunidades para convertirse en cabeza de América Latina, sobre todo por razones políticas.

Entre tales razones señaló como la principal, “la gigantesca corrupción que significó los setenta años del PRI en el poder. Los mexicanos no deben permitir que un partido político frustre a un país”. El autor dijo que tiene la esperanza de que el PRI no vuelva al poder en 2012 y, en caso de regresar, espera que no sea el mismo que era antes de la transición.

Vargas Llosa aseguró que, aunque no reniega de su pasado, le gusta hacer autocrítica respecto a lo que ha escrito o pensado, sin que esto represente un lastre. Por ejemplo, afirmó que se arrepiente de haber apoyado la Revolución Cubana, mientras que en el campo de la literatura aseguró que viéndola en perspectiva hay cosas que le gustaría cambiar. “Por eso no me gusta releer las cosas ya publicadas, porque uno descubre sus defectos”.

El autor afirmó que, si bien no reniega de la fama, ser una figura pública ha afectado su vida privada. Sobre el proceso literario, dijo que el talento se construye a base de disciplina y trabajo, y lamentó no estar al tanto de lo que actualmente se está escribiendo en la región, aunque por lo poco que sabe dijo que la literatura latinoamericana tiene buena salud.

“La literatura en América Latina no se ha mediocrizado, todo lo contrario, es una literatura que tiene una gran vitalidad. Ahora tenemos más escritores y lectores que cuando yo comencé a escribir, y eso es un progreso”, agregó.

 

Número Cero

En el marco de la FIL Guadalajara, Gregorio Rodríguez, subdirector editorial del diario español El País, dictó un Taller de Crónica Cultural que produjo como resultado el suplemento especial Número Cero, que contentivo de las diez mejores crónicas del evento fue publicado por La Gaceta en una edición gratuita de 10.000 ejemplares repartida al público de la feria el domingo 6 de noviembre.

José Emilio Pacheco frente a mil jóvenes; la gente que acudió a la feria por una firma de su autor favorito o para tocarlo o escucharlo; Adolfo Castañón y su deseo de hacerse libro; el paso de Los Angeles, como Invitado de honor; Mario Vargas Llosa, su literatura, su vida; el debate sobre el futuro del libro; Carlos Monsiváis y Hugo Gutiérrez Vega, escritores de una generación que creía despiadadamente en la poesía; Cristina Rivera Garza y su segundo Premio Sor Juana Inés de la Cruz, y las noches inolvidables de la FIL Guadalajara, formaron parte de este Número Cero.

El Taller de Crónica se realizó como una iniciativa de la FIL, en colaboración con la Dirección General de Medios de la Universidad de Guadalajara y en el marco del V Encuentro de Periodistas y el Seminario Permanente de Periodismo.

Escogidos a partir de una convocatoria pública, los participantes fueron Sergio Contreras Alcaraz, Dolores Garnica, Roberto Estrada, Hiram Ruvalcaba, Dolores Díaz, Carla Giraldo Duque, Kryssia Ortega, Adriana Navarro, Rodolfo Torres, José Rogelio Cárdenas y Omar García.

 

Los premios

Además del Premio FIL de Literatura en Lenguas Romances, que el escritor venezolano Rafael Cadenas recibió el día de la inauguración de manos de Consuelo Sáizar —como informamos en esta edición—, la Feria Internacional de Guadalajara fue el escenario en el que se entregaron otros galardones y reconocimientos a distintos actores de la cultura.

El domingo 29, el escritor cubano Rafael Rojas (Santa Clara, 1965) recibió de manos de Carlos Fuentes —presidente del jurado—, en su primera edición, el Premio Internacional de Ensayo Isabel Polanco, dotado con cien mil dólares y una escultura del artista Martín Chirino, en una ceremonia en la que el presidente de la Fundación Santillana, Ignacio Polanco, anunció que la segunda edición del galardón tendrá como tema principal la lengua española, y que su jurado estará encabezado por Ricardo Lagos, ex presidente de Chile.

Rojas, quien se hizo merecedor del premio por su libro Repúblicas de aire: Utopía y desencanto en la revolución de Hispanoamérica, hizo durante su discurso de recepción del galardón un homenaje a la historia y la tradición iberoamericanas dentro del género. Reconoció la importancia de narradores como Carlos Fuentes, Gabriel García Márquez, Mario Vargas Llosa y Julio Cortázar, poetas como Octavio Paz, José Emilio Pacheco, José Lezama Lima, Eliseo Diego y ensayistas como Natalio Botana, Jordi Gracia y Javier Garciadiego.

El martes 1 de diciembre fue entregado el V Premio Tusquets de Novela, que correspondió al escritor argentino Sergio Olguín por Oscura monótona sangre, y que tuvo como finalista al español Willy Uribe por Cuadrante Las Planas. El galardón se entrega cada año desde 2005 en el marco de la FIL.

El jurado, que concedió el premio por “la sabia estructura y la magnífica resolución de una trama de obsesión y doble moral, de pasión y conflicto social”, estuvo presidido por el escritor español Juan Marsé e integrado por Almudena Grandes, Jorge Edwards, Élmer Mendoza y Beatriz de Moura (en representación de Tusquets Editores).

Olguín (Buenos Aires, 1967), quien se hizo acreedor a 30.000 euros y una estatuilla de bronce diseñada por Joaquín Camps, explicó que Oscura monótona sangre es, precisamente, “una novela oscura, una novela negra” que, agregó en tono de broma, “busca ser un plagio absoluto a Simenon”. Sobre la relación de sus trabajos periodístico y literario, indicó: “Soy una persona que no se conforma con un solo oficio”. En el libro, de acuerdo con el acta del jurado, se narra la historia de “un hombre ejemplar hecho a sí mismo, dispuesto, no obstante, a traspasar todos los límites por una relación inconfesable”.

Por su parte, Uribe (Bilbao, 1965) es autor de Crónicas de salitre, Nanga y Sé que mi padre decía, con el que obtuvo el Premio Silerio Cañada de la XXII Semana Negra de Gijón. Por Cuadrante Las Planas recibió 10.000 euros, en concepto de anticipo por derechos de autor y, también, una escultura de Joaquín Camps. Durante la rueda de prensa en que se anunció el fallo, y en la que estuvieron presentes Élmer Mendoza, Pantaleón Bruguera, Beatriz de Moura y el propio Sergio Olguín, se declaró abierta la convocatoria para el VI Premio Tusquets Editores de Novela 2010, que se fallará durante la 24ª FIL Guadalajara.

La escritora mexicana Cristina Rivera Garza (Matamoros, 1964) recibió el miércoles 2 el Premio de Literatura Sor Juana Inés de la Cruz por su novela La muerte me da. Es la segunda vez que esta autora obtiene el premio, que alcanzara también en 2001 por Nadie me verá llorar. “Yo pensé que no se podía recibir dos veces el Premio, pero estoy muy contenta por lo que representa y porque lleva el nombre de una escritora interdisciplinaria y moderna”, afirmó.

Como en la novela de 2001, la que la convirtió en doble ganadora del Sor Juana se enmarca en el género de la novela negra. “El premio de varias maneras se le da a dos escritoras distintas, a dos autoras que tienen sus propios derroteros”, dijo. “Creo que una de las grandes virtudes de escribir libros es que cada libro es una nueva búsqueda, un empezar de cero, un desaprender más que un aprender”.

El libro comienza con las descripciones de distintas desapariciones. Varios hombres, todos ellos jóvenes, son encontrados en la calle muertos y con signos de haber sido castrados, lo que lleva a la policía a pensar que se trata de un asesino en serie. Una periodista y una detective encargada del área de homicidios se encargarán de descifrar este misterio.

Dotado con 10.000 dólares, el premio reconoce cada año, desde 1993, el trabajo literario de escritoras del mundo hispano, a través de la publicación de la obra ganadora en inglés y de una edición crítica.

El XVIII Premio Nacional de Periodismo Cultural Fernando Benítez, que fue anunciado el sábado 5, correspondió al fotógrafo Guillermo Arias Camarena, en la categoría Fotorreportaje, por “La muerte de todos los días...”, y al periodista Víctor Núñez Jaime, en Prensa Escrita, por “El derecho a llamarse Doni Zänä”. Tres menciones de honor fueron para los fotógrafos Alfredo Pelcastre García, José Luis Cuevas y Giorgio Viera.

El jurado de Fotorreportaje, integrado por Cecilia Jarero Ramírez, Alfonso Morales Carrillo y Enrique Villaseñor García, destacó que el trabajo de Arias Camarena obtuvo el premio por la contundencia del mensaje transmitido; la eficacia en el lenguaje fotográfico y periodístico, así como la sutileza de los elementos visuales empleados. Los jueces subrayaron la importancia del tema abordado y la complejidad que implica la cobertura de este tipo de reportajes.

Los periodistas Alberto Cabezas Talavero, Malena Mijares Fernández y Pablo Ordaz Castro, jueces de la categoría Prensa Escrita, se habían reunido el viernes 4, llegando a su decisión por unanimidad. El trabajo de Núñez Jaime fue publicado en la revista Milenio Semanal, en su número 607, del pasado 8 de junio.

“El trabajo contiene testimonios directos de los actores de la historia y los reproduce con oído atento y respetuoso”, dice el acta del jurado. “Muestra una realidad de violencia institucional y discriminación en México, contraria a los más elementales derechos humanos de la familia protagonista. Una batalla legal larga, que se asemeja a una suerte de viaje lleno de obstáculos e incomprensión de la burocracia en varios niveles de gobierno está reconstruida por el periodista en su relato, de extraordinaria calidad narrativa”.

En Fotorreportaje se otorgó también tres menciones de honor para los trabajos “La influenza en México”, de Alfredo Pelcastre García, colaborador de la agencia mexicana Monda Photo, publicado en abril pasado en Monda Photo Magazine; “El hombre Promedio”, de José Luis Cuevas, publicado parcialmente en la edición número 12 de Tomo, Suplemento de Arte, Arquitectura y Diseño, del periódico Excélsior, en junio, y “Geografía Punk-Berlín”, de Jorge López Viera (Giorgio), publicado parcialmente en la sección Cultura del diario Público-Milenio, de Guadalajara, el pasado 25 de julio.

Otro homenaje realizado en el marco de la FIL fue “La Catrina”, que desde 2002 se entrega anualmente en el marco del Encuentro Internacional de Caricatura e Historieta, y que en esta edición correspondió al dibujante chileno José Palomo, afincado en México desde los setenta y autor, entre otras tiras, de El Cuarto Reich.

Palomo señaló que “recibir ‘La Catrina’ es un motivo de orgullo personal muy importante, pero es también un encuentro de comunidades, entre sensibilidades mexicanas y chilenas”.

Con la presencia de Sergio Aragonés, el “primer Catrín” —como lo denominó Mario Alberto Orozco Abundis, rector del Centro Universitario de Arte, Arquitectura y Diseño, CUAAD, de la Universidad de Guadalajara— del Encuentro Internacional de Caricatura e Historieta, la ceremonia transcurrió con buen humor y abarrotó el Auditorio Juan Rulfo, cuyas sillas fueron ocupadas por el público y, también, por algunos profesionales del dibujo y el humor, quienes aplaudieron con fervor las palabras de Palomo.

El presidente de la Feria, Raúl Padilla López, explicó que “La Catrina”, escultura basada en la célebre imagen de José Guadalupe Posada, “es ya uno de los galardones de mayor arraigo en la FIL” y reconoce a “lo más selecto del vibrante género” representado por “artistas que trazan ingeniosos dibujos desafiantes”. Tras enumerar los nombres de los anteriores ganadores de “La Catrina”, Padilla López recordó especialmente al argentino Roberto Fontanarrosa, quien falleció en 2007, apenas unos meses después de haber sido homenajeado en Guadalajara.

El rector del CUAAD, por su parte, relató que “lo primero que Palomo ilustró en México fueron libros de texto para adultos”. Acto seguido, se proyectó un video en el que se intercaló una entrevista a Palomo con algunas de sus imágenes más significativas. Ahí, desde la pantalla, el chileno explicó cómo “antes de aprender a leer ya estaba dibujando”, y añadió que “dibujar era el defecto que tenía respecto a otros niños”. Indicó, también, que “el humor es una forma de conocimiento. Un buen apunte humorístico tiene muchos elementos de datos reales”.

Una vez que el Palomo de carne y hueso recibió “La Catrina”, de manos del rector general de la UdeG, Marco Antonio Cortés Guardado, el dibujante tomó el micrófono y dijo que, “desde muy chiquito, México estuvo presente. Chile tiene a la música mexicana como su paisaje natural”. Antes de indicar que no recomendaba a nadie la experiencia del exilio, habló de cómo tuvo que dejar su país, a causa de la dictadura de Pinochet, y se dijo agradecido por llegar a México y participar en un proyecto de educación para adultos.

También se entregó el XV Premio ArpaFIL, que este año correspondió a Thom Mayne —fundador de la firma Morphosis—, quien ha sido calificado como rebelde, revolucionario, atrevido, turbulento, rebelde, cambiante, colosal, verdadero, innovador, contundente, forever young, bad boy, posmodernista, complejo, violento, libre, confuso, utópico, inconformista o generoso, entre otros adjetivos, según explicó Víctor Ortiz Partida en la ceremonia.

“Yo agrego, específicamente para este momento, tapatío, celebrado, bienvenido”, concluyó Ortiz Partida. “Debo ser alguna de esas cosas”, ripostó Mayne, quien habló a los jóvenes asistentes y, mientras en una gran pantalla se proyectaban algunas de sus obras, realizadas en diferentes países, comentó que “la arquitectura no debe verse sólo como una práctica de negocios, sino también como una práctica cultural”. Y que la arquitectura “se incluya en una Feria Internacional del Libro”, agregó el también ganador del premio Pritzker, “me honra”.

El reconocimiento ArpaFIL se entregó por primera vez a Gonzalo Villa Chávez, y el año pasado fue para Giorgio Grassi. Sobre el flamante ganador, fundador de uno de los estudios arquitectónicos más renombrados de las últimas décadas, el presidente de la FIL, Raúl Padilla López, explicó que “sus edificios buscan formar parte del paisaje” y siempre toman en cuenta la ecología, la economía, la cultura y la sociedad. Sus obras, añadió, “no eluden el conflicto y la confrontación”.

Al realizar la semblanza de Mayne, Ortiz Partida recordó que “desde hace cuarenta años es un asiduo visitante de Guadalajara”. De ser el joven que se pasea por la ciudad, dijo, “ahora es el arquitecto hecho y derecho que regresa”. Añadió que el fundador de Morphosis tiene el encargo de diseñar el palenque del Centro de Negocios JVC, que se proyecta desde hace varios años.

“Todo lo que hacemos en la vida comienza con un deseo”. Las palabras de Mayne fueron recibidas con entusiasmo por los asistentes que abarrotaron el Auditorio Juan Rulfo. En su discurso también indicó que “cada ser humano tiene la capacidad de contribuir con algo único y personal” al mundo y, por ende, a la arquitectura. Reiteró que se sentía honrado de compartir la visita a la ciudad con tantos escritores y dijo que quienes trabajan con la palabra y los arquitectos tienen algo en común: “Ambos nos enfrentamos con la realidad. Nos interesa responder preguntas como por qué estamos aquí y quiénes somos”.

Fuente: FIL