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Excavación en Alfacar no ha revelado los restos de García Lorca
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Los trabajos de la segunda parte de la fase arqueológica en el parque Federico García Lorca de Alfacar, en Granada (España), donde se trata de localizar los restos del poeta, terminarán el 10 o 12 de diciembre y hasta ahora no han arrojado resultados, por lo que no se descarta que se extiendan a otras áreas, siempre dentro del citado parque.

El área donde se trabaja es el lugar en que Manuel Castilla Blanco, apodado El Comunista, el enterrador forzoso del poeta, aseguró haberle dado sepultura. De las seis posibles fosas localizadas mediante georradar, los arqueólogos ya han abierto y explorado cinco sin que aparezcan restos óseos, según fuentes conocedoras de la excavación.

La quinta, la última en abrirse sin resultados, es especialmente relevante, ya que se corresponde con el lugar en el que Manolo El Comunista aseguró en 1955 y 1966 ante los investigadores Agustín Penón e Ian Gibson, respectivamente, haber inhumado el cadáver del poeta. Y ahí tampoco hay huesos. “No obstante, no podemos descartar que aparezca. Aún queda una fosa”, señalan las mismas fuentes.

Los indicios históricos más sólidos señalaban precisamente ese punto. No en vano, es ahí donde se colocó, precisamente atendiendo al testimonio de Manolo El Comunista, el monolito en memoria de Lorca. Y es ahí donde sus admiradores han dejado flores en su recuerdo, donde se han celebrado los homenajes y los tributos al poeta andaluz.

Las labores se han centrado hasta ahora en las supuestas zonas de enterramiento que los geólogos han detectado en un área cercana al monolito alzado en memoria del poeta, y se han realizado de forma manual, sólo con la ayuda de un pico y una pala, a fin de no dañar los restos óseos, que se prevén encontrar en malas condiciones “no sólo por los tiros que recibieron, sino por el peso que han soportado de tierra”. Además, el frío de los últimos días ha provocado que se realicen “con algo más de dificultad”, si bien transcurren con “total normalidad”.

Así lo valora la presidenta de la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica de Granada (ARMH), Maribel Brenes, quien explica que para la excavación de estas dos posibles fosas se ha trasladado parte de la estructura que cubría anteriormente el primer área en el que han trabajado los expertos y se han montado dos pequeñas naves.

Según explicó la consejera de Justicia, Begoña Álvarez, aunque inicialmente se delimitaron seis posibles enterramientos, los arqueólogos han señalado en un informe “otras posibles zonas de actuación” dentro del parque, declarado recientemente lugar apto para el enterramiento.

La excavación, que comenzó el 2 de noviembre dirigida por el arqueólogo Francisco Carrión, se centró primero en cuatro de esas áreas, que fueron previamente acotadas y cubiertas por una carpa. El resultado del trabajo en estas zonas fue únicamente el hallazgo de “una gran roca” natural, según el informe enviado por Carrión a la Consejería de Justicia, promotora de toda la iniciativa.

Tras los trabajos en la última fosa estaba previsto que, en caso de que apareciesen restos humanos, comenzase la fase de investigación forense. Esta última posible fosa también se encuentra a escasos metros, apenas dos o tres, del monolito. Y es la más próxima al olivo donde supuestamente fue fusilado el poeta. No es descartable que Manuel Castilla, que mostró a Penón el lugar 18 años después de cuando supuestamente enterró a Lorca, errase en la ubicación exacta.

El propio Ian Gibson ha señalado, en diversas ocasiones, que Manuel Castilla se pudo equivocar en algún metro arriba o abajo en su apreciación, y también ha advertido de la posibilidad de que los rebeldes cambiasen de lugar el cadáver para eliminar las huellas de lo sucedido.

Una eventual ausencia de restos óseos en todas las zonas exploradas no afectaría únicamente a quienes esperan ver resuelto el enigma sobre el destino último del autor de Poeta en Nueva York y Romancero gitano. En rigor, los trabajos en el Paraje de Fuente Grande de Alfacar ni siquiera van encaminados a hallar los restos de García Lorca, cuya familia se ha opuesto encarnizadamente a la búsqueda, aunque sí abrían la posibilidad de que a lo largo del proceso pidiesen la identificación.

La Consejería de Justicia ha promovido la iniciativa únicamente a demanda de los familiares del banderillero Francisco Galadí, del inspector de tributos Fermín Roldán y del restaurador Miguel Cobo, que reclaman la recuperación e identificación de los restos de sus parientes y sostienen que los mismos se encuentran junto a los del poeta granadino. La Confederación General del Trabajo (CGT) también ha solicitado, en calidad de “familia ideológica” del banderillero anarquista Joaquín Arcollas, la recuperación e identificación de sus restos, ya que carece de descendientes conocidos. A este empeño se ha sumado la Unión de Picadores y Banderilleros Españoles.

Los familiares de Galadí, Roldán y Cobo han mostrado ya su disposición a dar muestras de ADN para la identificación de los restos en caso de que aparezcan huesos, cosa que aún no ha ocurrido. Si finalmente hubiera algún hallazgo, tampoco es seguro que los forenses puedan siquiera intentar la identificación de García Lorca, ya que su familia ha evitado clarificar su postura al respecto de si ofrecería o no muestras genéticas para cotejarlas con los restos encontrados.

Similar ambigüedad sobre sus intenciones ha mostrado Nieves Galindo, nieta del maestro Dióscoro Galindo, cuyos restos también se creía que podían encontrarse junto a los del poeta, que según los indicios históricos fue fusilado al pie de un olivo, en el Paraje de Fuente Grande, la madrugada del 19 de agosto de 1936.

Fuentes: Diario de SevillaPúblico