Letras
Descomposiciones

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Municiones frente a la migraña nocturna

  • Una bolsa con hielo
    (para entumecer a los pensamientos)
  • Pomada de mentol
    (to rub impertinencias away)
  • Máquina masajeadora
    (Me duele tanto la cabeza que me gustaría que fueras un taladro)
  • Vaso con agua
    (¿Por qué carajos hay sólo mostaza en mi refrigerador?)
  • Rivotril
    (somnífero caído del cielo... Al menos lo intenté)

 


 

¿Cuál será la póliza de devoluciones de mi loquera?
nunca le he preguntado
creo que no tiene.

Si después de una hora de terapia no salgo si quiera un poquito menos loca
¿me regresa mis novecientos pesos?
¿me podrá dar al menos las lágrimas y costras que dejé en su sillón?

 


 

Mi corazón despide olores igual de fétidos
a los del catre donde se revuelcan las almas confundidas.

 


 

Se me soltó la tristeza y mordió a varios.

La perseguí hasta amarrarla pero se enfureció tanto
que todavía lanza dentelladas a quien se le acerca.

 


 

He olvidado cómo se llora
lo más cerca que he estado de hacerlo
fue estornudar.

 


 

Dedico torsos
si supiera escribir poemas
también los dedicaría.

 


 

Soy una florecita de asfalto,
pastora de un rebaño de moscas.

Toca mis pétalos plásticos
aspira el monóxido que me perfuma.

 

La sangre de mi abuelo

Esta noche
desde el Rascacielos de los Antibióticos
el Palacio de los Laxantes
veo la ciudad.

Entro a su cuarto
descubro mi torso
lo froto con pomada del tigre
me miro al espejo:
cintura de gallina.

Su dentadura descansa en un vaso,
seductora conversa con mi tubo de labios.

Una gota de su sangre ya seca en la colcha
me sopla un beso.

Él murió en la mañana
no lo conocí
no me quería
pero esta noche mi abuelo y yo
dormimos juntos.

 

Instrucciones: léase con diccionario en mano

1

Con alesnada lanza en mano el aleutiano previene: “¡biruji, biruje!”
¡ja, ja, ja! —se burlan ellos—
es el coleóptero de la aldea y carece de respeto
su advertencia pasa desapercibida
todos mueren congelados
todos, menos él.

 

2

Mi fobia a caer en la audacia ornamental de insólitos recargamientos, también llamada churriguerismo, fue diagnosticada como focomelia: ausencia de segmentos medios en las extremidades. ¿se entiende ahora la elisión de coyunturas? ¿el hombromano conocertedescalificarnos inglepie gustarmetemerte?

 

3

BUSCO HIEROFANTE
Sexo, edad, estatura, raza, religión y preferencias sexuales, indistintos.
Experiencia, no necesaria.
Único requisito: dispuesto a iniciarme en artes recónditas.

 

Mujer: ser altamente desconfiable que sangra durante cinco días y no muere

Te tamponarás.
No fornicarás.
Harás que caiga siempre en afelpado.
No pensarás en sentarte a hacer charco
ni en parir un coágulo.

Aun así
encontrarás hermosa la sangre que sale de tu sexo.

 

La literatura y el otorrino

Lograron que se me perdiera la cordura

Una con su a) o su b)
su match box o match de box
su amarla
su no entenderla

Otro con sus rino-exploraciones
sus cultivos
sus biometrías
sus y-si-te-mueves:
te-voy-a-picar-y-esa-sí-va-a-ser-una-razón-para-que-llores

Quemé mis libros
incendié los ajenos

Lloré a moco suelto
puse de nervios al doctor
a la enfermera
y a la mami
los obligué a gritar
hasta que alguien me amarró a una tabla

Ahora aquí
blanco todo blanco
no hay paletita
para las niñas bien portadas.

 

Descomposiciones

—¡Pero si ésta es saliva en perfecto estado!
(perfectly-good-saliva).
—¡Que la escupas, te digo!

Era un drenarse automático e involuntario.
Por eso los perfumes ambientales, la cebolla en exceso.
Para ocultar el hedor del muerto.
Las autoridades no han podido identificarlo,
algunos testigos aseguran que se llama Nuestroamorenfrancadescomposición.

Para guarecer la verdura de la podredumbre se quitan los pedazos enlamados,
hasta que en el refrigerador no haya más que supervivientes...

Entonces
¿qué parte de mí se salva?

 

Ser madre

Me calumnias al decir
que sólo mi vientre es fecundo.

Mi mente engendra versos
que amamanto con calostro rico en símiles
y arrullo al ritmo de calambures.

Me acosté con el enfurecimiento
y nació un poema pelirrojo
cubierto de pecas perifrásticas.

Le hice el amor al éxtasis
y alumbré quintillizos sonrosados y regordetes
como boy scouts o querubines.

Una noche terrible me ultrajó el desasosiego
y gesté poemas bastardos
irascibles
ávidos de venganza
que fueron la condena de su padre
y mi salvación.

Quizás mi matriz nunca guarde un niño
no importa
estas líneas
hijas mías
llorarán sobre mi tumba.