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Otorgan el premio René Cassin de Derechos Humanos a Marcos Ana
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El gobierno vasco dio a conocer el pasado 10 de diciembre su nuevo premio René Cassin de Derechos Humanos, que se celebrará cada año con motivo de la conmemoración de su declaración universal en 1948, y que en su primera edición se concede al poeta español Marcos Ana, represaliado y encarcelado durante 23 años por la dictadura franquista.

La portavoz del ejecutivo, Idoia Mendía, presentó además la nueva campaña en defensa de los derechos humanos que el gobierno vasco ha lanzado bajo la premisa de vivir la diversidad y la pluralidad que existe entre la ciudadanía y apartar la discriminación entre diferentes.

“El gobierno vasco defiende el pluralismo de Euskadi en su lengua, ideología y culturas como una seña de identidad, algo que está permanentemente amenazado por la violencia terrorista de ETA”, expresó Mendía. La portavoz del ejecutivo insistió que la declaración universal de los derechos humanos “nos hace a todos iguales, sin distinción”.

El poeta Marcos Ana nació en una pequeña aldea en 1920. De profundas convicciones comunistas, durante la Guerra Civil española luchó por la causa republicana, lo que le valió una condena a muerte al terminar la contienda. Finalmente pasó 23 años de su vida en las cárceles franquistas, donde publicó versos que se hicieron famosos en todo el mundo.

Una vez libre, recorrió universidades y parlamentos europeos y americanos pronunciando conferencias a favor de los presos políticos y denunciando el régimen de Franco. No obstante, el jurado ha destacado sus palabras pronunciadas en Londres en 1962 para justificar la entrega del premio por entender que el autor de obras como Decidme cómo es un árbol es un símbolo de la concordia y la reconciliación de las dos Españas.

“La venganza no es un ideal político ni un fin revolucionario”, dijo el escritor en esa oportunidad. “Yo quiero el triunfo de la democracia para acabar con el odio y el fratricidio, para que todos los españoles podamos vivir pacíficamente, coincidir o discrepar en la defensa de nuestras ideas sin tener que degollarnos los unos a los otros. Ya se ha derramado bastante sangre en España”.

Fuente: El Mundo