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Protestan a Abel Posse como ministro de Educación de Buenos Aires
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Una semana después de haber asumido como ministro de Educación de Buenos Aires, el escritor argentino Abel Posse se ha convertido en blanco de críticas por parte de organizaciones gremiales y políticas y representantes del área educativa que reclaman su renuncia.

El pasado viernes 18, representantes de la Unión de Trabajadores de la Educación (UTE) se movilizaron a la Jefatura de Gobierno, cuyo titular es Mauricio Macri, junto con organizaciones gremiales, sociales, políticas y de derechos humanos que sostienen que la designación de Posse “rompe el piso de consenso básico para la convivencia democrática en la ciudad”.

El 10 de diciembre, el diario argentino La Nación publicó un artículo de opinión firmado por Posse, en el que el autor funda su posición en temas referidos a la seguridad y el uso del espacio público atacando duramente a los Kirchner, a quienes acusa de “prohijar el vandalismo piquetero, el desborde lumpen, la indisciplina juvenil”, recordándoles al mismo tiempo que “reprimir es obligación del Estado”, entre otras cosas.

Los docentes de la UTE, a los que se han sumado otros gremios, manifestaron su negativa a dialogar con Posse en las próximas negociaciones salariales. “Tenemos la libertad de elegir con quién nos sentamos. Con él no, porque tenemos diferencias éticas”, dijo Eduardo López, secretario general de la UTE.

“Estamos acá para exigir la renuncia de Abel Posse, ministro fascista y funcionario de la dictadura”, dijo López al iniciarse el acto. “Abel Posse, además de no tener antecedentes en educación, es un misógino, un xenófobo y un autoritario”, agregó, ante un público que ocupaba casi una cuadra sobre la Avenida de Mayo, cortada al tránsito.

Los organizadores del acto entregaron un guardapolvo blanco a los representantes de diferentes grupos sociales en “desagravio” por las afirmaciones de Posee en distintos medios. El jefe del Bloque Porteño por el Encuentro Popular para la Victoria, Juan Cabandié, dijo que el ministro “es la cara visible de un pensamiento autoritario, poco tolerante y sumamente antidemocrático, que por supuesto comparte con Mauricio Macri”.

Como parte de la campaña contra el escritor, figuras del ámbito educativo argentino firmaron una carta abierta en Internet en la que se pide la “renuncia inmediata” del diplomático y escritor. Entre los firmantes se encuentra el ex ministro del área Juan Carlos Tedesco, actual director de la Unidad de Planeamiento y Evaluación de la Educación, con dependencia directa de la presidenta Cristina Kirchner.

“No se trata sólo de que el designado ministro tenga nulo conocimiento del área para la que fue convocado”, señalan los firmantes de la carta. Reclaman, además, que “Posse reivindica el accionar genocida de la última dictadura, cuestionando los juicios a los represores y la transmisión de la memoria sobre el pasado reciente a las nuevas generaciones”.

Los especialistas Graciela Morgade, Inés Dussel, Graciela Frigerio, Axel Rivas, Roxana Perazza, Silvina Gvirtz, Carlos Skliar, Norberto Alayón, Alejandra Birgin, Flavia Terigi, Gustavo Bombini, Atilio Borón, Silvia Duschatzky, Carlos Cullen, Gabriela Diker, Nicolás Espert, Silvia Finocchio, Abraham Gak, Marta Kisilevsky, Pablo Pineau, Alejandro Morduchowicz, Irma Parentella, y Sandra Carli, entre otros, se encuentran entre los firmantes.

También aparecen Stella Maldonado, secretaria general de la Confederación de Trabajadores de la Educación de la República Argentina (Ctera) —organización cuya página web muestra una caricatura de Posse representado como un oficial nazi—; la legisladora María Elena Naddeo, del “ibarrismo”; Gustavo Lesbegueris, responsable del área educativa de la Defensoría del Pueblo porteña, y los escritores Laura Devetach y Vicente Battista, entre otros.

Mientras circulan los reclamos a Macri para que dé marcha atrás en el nombramiento, Posse permanece ajeno a ello. “Estoy planificando este gran diálogo para mejorar la educación en todo sentido, empezando con la continuidad de las clases, la revisión de los derechos de los educadores y los grandes planes para que la Argentina retome el paso en esta materia fundamental”, dijo el escritor a la prensa argentina.

Durante su primera semana al frente de la cartera educativa porteña, Posse se dedicó a analizar la estructura del Ministerio, el presupuesto educativo del próximo año y la cantidad de cargos docentes, con el fin de hacer un diagnóstico de situación. Además, se reunió con la subsecretaria de Educación porteña, Ana Ravaglia, y con el subsecretario de Administración de Recursos, Andrés Ibarra.

El sábado y pese a las críticas y al acto en su contra, Posse negó en un programa radial la posibilidad de dejar el cargo. “Eso está fuera de toda cuestión”, dijo, quejándose de que “la razón politiquera se impone sobre la razón escolar” y declarándose víctima de una “mala voluntad política” por parte de los gremios docentes y otros sectores que, señaló, “se manifiestan en esta especie de explosión contra mí, cuando yo fui representante de todos los gobiernos democráticos y con elogios”.

En este sentido, Posse se defendió de los cuestionamientos sobre su presunto acercamiento a la dictadura: “No intervine en ningún proceso militar; en el 73, cuando subió Héctor Cámpora, viajé a Venecia y durante seis años fui cónsul allí. No tuve nada que ver con el Proceso”, argumentó.

Por otra parte, destacó que “lo primero” que hizo al asumir como ministro de Educación de la Ciudad fue abrirse al “diálogo” con los gremios docentes. Y añadió: “Ofrecí lo máximo que se puede ofrecer, que es la disponibilidad total, ideas nuevas”.

“Hemos tenido el año más antisarmientino de la historia argentina, con menos de 180 días (de clase) en casi todo el país y en algunos lugares, con 120 días, lo que es prácticamente la demolición del sistema educativo”, alertó.

Por esta razón, consideró que “hay que iniciar esto con un diálogo y con una recuperación total de los problemas que hay que tratar, desde la situación del docente, la carrera docente, la disciplina y seriedad que merece el docente”.

Nacido en Córdoba en 1934, Posse obtuvo en 1971, con su segunda novela, La boca del tigre, el Premio Nacional Trienio 1969-1971 y el Premio Nacional de Literatura de Argentina. En 1987 le fue concedido en Venezuela el Premio Rómulo Gallegos por Los perros del paraíso. Como diplomático ha sido embajador de Argentina en Praga y Lima.

Fuentes: ClarínLa Nación