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Poemas

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Asomo de olvido

Habremos muerto un par de veces
después de lo terrible de un adiós
después que se asomaron del olvido
los inviernos
Después de un amor roto en las edades
después de caer y levantarnos.

Habremos muerto
un par de veces
en la nostalgia de las flores de la casa
en los silbidos de los pájaros sin noche
en una canción de domingos
de violines y cigarras
Habremos muerto un par de veces
de amor de flacidez o de nostalgia
pero seguiremos mirando el valle
donde el sol
nos propone sus raíces
con milagros de amor y de ceniza

 

Dudas

Quizás en la mañana sólo existan
pedazos de nostalgia o de mentiras
y las palomas se congelen
en los muelles
y los secuaces
bifurquen sus banderas
y los verdugos
se cansen de su muerte
y los mendigos autoricen
su riqueza
y la locura
se atreva
a ser poema
con su armazón
de olvidos
y tristezas

Pero pocos
viven para
contar una memoria
con su capital
de riesgo conmovido
aunque vayan
abriendo los telones
siempre quedan
espacios
disconformes
de un río
en los huesos de la vida
que sorprende
sus íntimos desnudos

 

Canción para olvidar

Escribo para que la noche duela menos
para que el reloj avance
y no herede cicatrices
para que el amornauta disfrute de su luna
para que el tiempo haga barquitos de papel
y me envíe sus recuerdos
sin fingir que todo lo podemos
cuando dejamos horas pendientes
arrimadas a una sombra
parecida al silencio...
Escribo para presentarme nuevo
como un árbol lleno de lluvias y aceitunas
para no dejar de hablar con los pájaros
para que el amor sea un remedio merecido
para que la guerra desmorone sus oprobios
para que una lluvia transparente nos separe
para que el suelo tenga siempre una semilla
para que el cielo beba un canto de gorrión
para que la calle ande sola y sin tristeza
para que el día cuente mas promesas que dolores
Escribo
para que se agiten unidas las mujeres
para que no callen los gritos de los muertos
para que los minutos no se contagien de mentiras...
Escribo para verte
en la orilla de un invierno
sanando árboles
pintando ayeres en paredes tímidas y tiernas
como hojas cayendo entre las piedras
mientras un dios de lágrimas
recoge las basuras en los puertos.
Escribo para que el silencio
no abandone mi patio de niño y las campanas
sigan abriendo las ventanas de mis viejos amores...
Escribo para que en la plaza
no falte
un poeta que se asocie con la huella de los mártires
y no muera sin haber merecido
una ilusión limpia
como una muchacha que vive para el sol...
Escribo para que el amor
que sólo vive un día
no obstante es dueño de paisajes
que se alumbran / y resiste la edad / y los augurios
y se desliza como un grano de luz / en la piel angosta de una canción
que cantamos sin tormentos ni disfraces
sólo una canción
para llevarnos las manos al bolsillo
y empezar a caminar
por el sendero de los pájaros
como si el invierno empezara en nosotros.
la ciudad entonces
es una niebla de citas sin memorias
donde a veces sobreviven los poemas...


Confesiones

(a Teresa)

La verdad es que aquí hay una silla
para juzgar al culpable
del otro lado un mar se lava las manos...
los mendigos se arrastran
en una pesadilla de sed
el verano clavó sus nubes en los techos
Dios durmió hasta tarde
sufrió de tos de viejo
y un par de aspirinas / no detuvieron el dolor del planeta