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Despedida multitudinaria al escritor español Miguel Delibes
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El escritor, periodista y académico de la lengua Miguel Delibes, quien falleció el pasado viernes 12 en Valladolid, a los 89 años de edad, fue despedido por miles de ciudadanos en el Ayuntamiento de Valladolid.

Las puertas del Consistorio se abrieron al público pasadas las 12 horas después de que el féretro con los restos mortales de Delibes llegasen al Ayuntamiento y fuesen recibidos por los miembros de la Corporación Municipal, vestidos de riguroso luto, y de sus familiares.

Largas colas de gente se agolpaban a las puertas del edificio para intentar dar su último adiós al mítico autor de Los santos inocentes. Numerosos cargos públicos y personalidades del mundo de la literatura, el cine, el teatro y las artes en general acudieron hasta la capilla ardiente. Entre las más afectadas estaba Lola Herrera, la actriz que durante años interpretó en el teatro Cinco horas con Mario y que muy emocionada depositó una rosa en el ataúd del autor.

Más de un centenar de ramos de flores y coronas rindieron tributo al escritor, como las enviadas por los Reyes y los Príncipes de Asturias, de la Junta de Castilla y León, de la Real Academia Española de la Lengua (RAE), de la Universidad de Valladolid, del Ayuntamiento de Sedano (Burgos) o de la Cámara de Comercio de Valladolid.

Entre los ramos y coronas destacaba una firmada por Pacífico Pérez, el personaje de la obra La guerra de nuestros antepasados, de Delibes, u otra a los pies del féretro que decía: “Parte de lo que soy se lo debo a Delibes”.

Entre los mensajes dejados por los ciudadanos en los libros de firmas habilitados por el Consistorio se podía leer: “Gracias por la magnífica obra con la que hemos crecido”, “Para siempre serás referente de muchas cualidades”, “Gracias por lo que has dejado en esta tierra”, “Eres buen escritor, pero mejor persona” y “Al mejor escritor en lengua castellana del siglo XX”.

Delibes se consideraba “un narrador rural apasionado por la naturaleza”, que abordó en su obra Castilla y su drama y que siempre se mantuvo fiel a sí mismo. Sus textos literarios son un retrato fiel y crítico de las tierras y hombres de su Castilla natal, además de un alegato en favor de la naturaleza y de la armonía entre el hombre y el medio natural.

Viajero, cazador, pescador y amante de la naturaleza, Delibes nació el 17 de octubre de 1920 en Valladolid, ciudad en la que transcurrió su vida. Fue el tercero de los ocho hijos del matrimonio formado por Adolfo Delibes, profesor y director de la Escuela de Comercio de Valladolid, y María Setién, burgalesa de origen. Estudió en el colegio de La Salle y posteriormente las carreras de comercio, derecho y periodismo en la Escuela Oficial de Madrid.

En 1946 obtuvo la cátedra de Derecho Mercantil en la Escuela de Comercio de su ciudad, labor que le llevó durante seis meses de profesor visitante a la Universidad de Maryland (EUA). Empezó profesionalmente en la banca y después compaginó durante años docencia, periodismo y literatura.

Entre 1941 y 1963 trabajó en el diario El Norte de Castilla, del que fue caricaturista, redactor y director (1958-1963). Debido a la censura, decidió abandonar el rotativo. Fue allí donde empezó a cultivar la concisión y el calado humanista que desprende no sólo la docena de libros publicados en esta etapa periodística, como El camino (1950) y Las ratas (1962), sino toda su posterior obra literaria, alrededor de 70 títulos.

De entre sus novelas, relatos breves, ensayos, artículos periodísticos y crónicas viajeras, Miguel Delibes se queda, según declaró en 2007, con el libro Viejas historias de Castilla la Vieja (1964), de apenas cincuenta páginas, y que considera “el más representativo” de todos “por su prosa, su paisaje, sus personajes, su movimiento y su sentido del humor”.

Elegido académico de la lengua el 1 de febrero de 1973, ingresó en esta institución el 25 de mayo de 1975 para ocupar el sillón “e”, vacante del polígrafo Julio Guillén Tato, con el discurso “El sentido del progreso desde mi obra”.

Muchos libros del autor de Cinco horas con Mario (1966) y Los santos inocentes (1981) han tenido sus correspondientes adaptaciones al cine, la televisión o el teatro, como son El camino (1963), de Ana Mariscal; La guerra de papá (1977), de Antonio Mercero; Los santos inocentes (1984), de Mario Camus; Una pareja perfecta (1997), de Francesc Betriu; o El disputado voto del señor Cayo (1986) y Las ratas (1998), películas ambas de Antonio Giménez Rico.

Dentro de la escena queda el recuerdo de sus Cinco horas con Mario, monólogo interpretado por Lola Herrera, o Las guerras de nuestros antepasados. Sus cuatro últimos títulos fueron El hereje (1998) —última novela—, los ensayos España 1936-1950: Muerte y resurrección de la novela (2004) y La tierra herida (2005, al alimón con su hijo Miguel) y Viejas historias y cuentos completos (2006). En 2007 aparecieron, además, los dos primeros volúmenes de los siete que conformarán su obra completa, supervisados por el autor.

Ese mismo año, con motivo de su 87º cumpleaños, se celebró un congreso internacional en la universidad vallisoletana en cuyo transcurso fue presentado el libro Luces, trazos y palabras, homenaje de una treintena de poetas como Victoriano Crémer, Antonio Colinas y Gustavo Martín Garzo.

Padre de siete hijos —uno de ellos el escritor y científico especializado en temas medioambientales, Miguel Delibes de Castro—, Delibes fue intervenido de un tumor de colon en 1998. “Aunque viví hasta el año dos mil..., el escritor Miguel Delibes murió en Madrid el 21 de mayo de 1998, en la mesa de operaciones de la clínica La Luz. Esto es, los últimos años literarios no le sirvieron de nada”, afirmó con descarnada sinceridad el autor castellano en el breve texto que escribió como preámbulo de sus Obras completas.

Entre los numerosos galardones recibidos por Delibes a lo largo de su carrera figuran el Premio Nadal (1947) por La sombra del ciprés es alargada; el Nacional de Literatura (1955), por Diario de un cazador, y el de la Crítica (1962), por Las ratas. En 1982 compartió el Premio Príncipe de Asturias de las Letras con Gonzalo Torrente Ballester y en 1999 ganó el Premio Cervantes.

También fue galardonado con la Espiga de Oro de la Semana Internacional de Cine de Valladolid (1993), por su aportación al cine y con el Nacional de Narrativa por El hereje (1999). En 2008 recibió el doctorado honoris causa por la Facultad de Biología de la Universidad de Salamanca por considerarle un ecologista y amante de la naturaleza, y en 2009 se le concedió la Medalla de Oro de Castilla y León.

Delibes recibió en noviembre pasado esta distinción en su domicilio de Valladolid, que le fue impuesta por el presidente de esta comunidad autónoma, Juan Vicente Herrera, quien definió al escritor como “el patriarca de las letras españolas”.

“Mucho metal para mí”, dijo el escritor al recibir la medalla, según explicó después su hija Elisa a los periodistas.

Fuentes: EFEEuropa Press