Letras
Dos poemas

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Renacer para morir

Para apretar tus manos
y acariciar tu cuerpo; buscaré caminos
Cortaré las sierpes. Saltaré los muros
Y aunque nunca llegue
al maravilloso éxtasis
estarás conmigo; estaré contigo
y ambos sentiremos
que nos hemos confundido
Yo dormida en tus brazos fuertes
tus labios en mi piel saciados
viviendo el fluido de mis venas
en quietud silente
como apacible río que se entrega
al océano bravío y allí muere
como yo;
Mi sangre... en cualquier ocaso
quedará inerte
cuando el sol se apague
en el blanco-azul del oleaje
de este mar y de esta tierra
testigos-cómplices
de algo tan hermoso
que aún no tiene nombre
llamémosle
“renacer para morir...”
en un teclado, en una cuerda,
en un sonido
que creará tu fantasía
cuando el recuerdo de mi verso
te penetre
no sólo la epidermis
sino el alma

 

Un día

Cuando la geografía
imponga larga ausencia
y mi pupila no pueda reflejarse
en la complicidad de tu mirada
ni tus manos en agenda clandestina
me estremezcan
Ni mi piel
sienta la caricia abrasadora;
iré a lugares nuestros
a revivir nostalgias
imaginando
que permanezco
laminada a tu pecho
como una enredadera
que se desliza en todos los recodos
con el ardiente riego
de la pasión inédita

Nunca entenderás
que avasallaste
el virginal refugio de mis horas
y contigo supe lo que no sabía
porque eres savia nueva
una lección no inserta
en el libro de mi vida

(Hoy detengo lágrimas
para oír tu despedida
En esta larga ausencia
tal vez haya un retorno
y me encuentres viva)