Sala de ensayo
El tema de la catábasis en la Eneida
Comparte este contenido con tus amigos

El descenso al mundo de los muertos exige una característica muy particular para poder volver, es representado así en el caso de Virgilio por una rama de oro, una especie de contraseña. Ese viaje al ombligo del mundo hace que el hombre se tonifique, que su figura adquiera un sentido trascendente, no por nada Dante elige a Virgilio para acompañarlo en la Divina Comedia, no por nada Miguel Ángel lo pintó quince veces a Virgilio en el Juicio Final, o sea que durante la Edad Media se creyó que Virgilio era el último profeta. En un artículo muy interesante de Giovanni Papini, “La tristeza de Virgilio”, escribe sobre la presencia del niño, donde según él no hay ningún motivo para no considerar que Virgilio pueda aceptarse como un profeta más.

Ahora bien, dice Giovanni Papini: “¿Saben cómo se llamaba ese niño al que Virgilio canta en la égloga IV?, Galius Asinius, el gallo y el asno, que son los dos últimos animales que aparecen en la pasión de Jesús. Entra Jesús en Jerusalem montado en un asno, y tres veces canta el gallo en la negación de Pedro. Ahora, me pregunto: ¿podría ser un profeta Virgilio?”.

Cuando escribió la égloga IV ni soñaba que iba a escribir la Eneida. Parece que en la casa de su amigo Asinio Polion había un ejemplar del Antiguo Testamento; será por eso que en la égloga IV se filtran los versículos de Isaías (Cap. 7, vers. 14 y 15), cito: “Por tanto, el Señor mismo os dará señal: he aquí que la virgen concebirá y dará a luz un hijo y llamará su nombre Emanuel, comerá mantequilla y miel, hasta que sepa desechar lo malo y escoger lo bueno”.

¿Lo había leído a Isaías? ¿O era un inspirado? Me pregunto: ¿por qué el Papa no le dijo nada a Miguel Ángel de haberlo puesto quince veces a Virgilio en el Juicio Final? ¿Por qué la Iglesia nunca protestó? ¿Por qué es Virgilio el que acompaña a Dante?

Es bueno observar que hay otro escritor que acompaña a Dante en el último tramo, es Papinio Stacio. Ahora, me pregunto: ¿es tan importante Virgilio? Durante siglos se han destruido obras paganas, obras de escritores como Lucrecio, a quien se lo consideró hedonista, materialista, ateo. El paganismo era considerado una cosa pecaminosa, y es importante ver cómo las cosas se transforman, que en el siglo XX todo el grupo anarco-socialista, José Ingenieros, Leopoldo Lugones, cuando hacían ataques al clericalismo sacaban a primer plano todo el panteón de los mitos griegos. Y Lugones escribió: “Lo que ustedes no lograron en veinte siglos lo logró esta gente cinco siglos antes de que ustedes empezaran a vivir”. En la Ilíada, Eneas aparece muy pocas veces y le va muy mal. Eneas es un héroe de segundo plano. El nombre Aeneias tiene que ver con un verbo griego que significa esforzarse o esforzado, y en algún momento se presenta y dice: “Yo soy el hijo de Anquises y Anquises es hijo de Capis y...”, por lo cual resulta ser primo de Héctor. Es así Eneas un héroe dependiente.

Se lee en los primeros versos de la Eneida, “Canto a las armas y al varón de Troya”. Virgilio insiste en el padecimiento de Eneas después de haber sido muy golpeado en la tierra y en el mar, después de haber padecido muchas guerras. Entonces interpretamos que no hubo una sola guerra y que fundara la ciudad después de haber padecido muchas guerras. El texto de la Eneida es profético a lo largo de cuatro o cinco afirmaciones muy importantes. En el canto I, Júpiter le dice a Venus que Eneas va a reinar tres años después de que se establezca en Italia y que trescientos años después se va a fundar la ciudad. Ahora bien, 333 es un número pitagórico, es el número de años que transcurre entre la llegada de Eneas y la fundación de Roma. Todas las profecías terminan en una cuestión histórica, porque Virgilio necesita fundamentar míticamente el origen de la civilización romana.

Nos preguntamos entonces: ¿por qué motivo todos los romanos piensan como griegos, hablan en griego..? Un latino, un romano de la época de Virgilio no tenía idea de cómo era la forma tradicional del arte en una época de la historia, porque salían a la calle y veían columnas griegas, cualquier hombre culto hablaba en griego, y si iba al teatro la obra transcurría en Atenas. Me pregunto, ¿qué pasó? Aquella frase que alguna vez pronunció un cónsul romano: “Cuando Roma esclavizó a Grecia, Roma se hizo esclava de Grecia”. Sería interesante investigar entonces cómo justifica míticamente este tema Virgilio. Nuestro querido y amado poeta habrá pensado: todos creen venir de oriente, entonces inventa un héroe que viene de Troya, en realidad no lo inventa, lo institucionaliza. Virgilio lo resuelve muy bien en el canto XII de la Eneida, cuando Juno le dice a Júpiter: “Ya que tengo que aceptar que estos extranjeros se queden en Italia, te pido que se llamen latinos, que hablen la lengua latina, pero que mantengan los dioses que trajeron del oriente”. Eneas no muere en sí sino que trasciende a una figura histórica, la figura de Latino el rey del Lacio, es la figura de Tito Tacio, nunca lo nombran y es un hombre fundamental en la figura de Roma, porque es el Rey de Sabinia, el que da la tierra. La Eneida tiene una estructura temporal muy particular, empieza in media res, como decía Aristóteles, “de repente”. Después de la introducción formal dice que “las proas cortaban el salado mar y veían a lo lejos cómo la costa de Sicilia se alejaba”, en el canto I llegan a la Corte de Dido, ella los recibe muy bien, es la reina de Cartago. Y dice Virgilio: “A medida que iban hablando ella bebía un largo amor”. Ella se enamora de Eneas de una manera muy femenina, es mujer y madre al mismo tiempo, y le dice: “¿Por qué no nos cuentas lo que te ha ocurrido estos siete años?”. Y Eneas le dice: “¡Ay, reina, me obligas a recordar cosas tan tristes y es tan tarde!”. Aclaremos aquí que un romano se acostaba muy temprano.

Ningún héroe en la antigüedad llevó, salvo Eneas, el epíteto de piadoso; para un romano, un héroe es aquel que cumple con las donaciones que hay que darle a los dioses, con las normas que la religión le impone, que ama a su padre, madre e hijos. Y es de destacar que Eneas llevó a su padre sobre los hombros porque es muy viejo, y hay un momento en que Eneas pierde de vista a su mujer y vuelve para buscarla, pero se le aparece el espectro de ella y le dice: “No te detengas, Eneas, sigue tu camino, encontrarás otra mujer con la que fundarás otra familia”. Esta mujer es Creusa, la que profetiza. El hecho es que nuestro querido Eneas se encuentra en Cartago con una mujer que se enamora de él, y este es el peor escollo que tiene para cumplir con su destino, el peor escollo es el amor. Cuando llega, se enamora y Dido le dice, soy viuda, tengo mi reino, todos los reyes de alrededor quieren casarse conmigo, pero yo no, me he enamorado de ti, y él sabe que no puede quedarse allí. Él tiene que superarse a sí mismo, no en el odio como Aquiles, no en la adversidad como Ulises, sino en el amor, porque más allá del amor humano hay una misión trascendente que debe cumplir, una misión que es marcada por los hados, los cuales están por encima de los hombres, los héroes y los dioses. Ella lo maldice pero él sabe que esa maldición no puede llegar y se va. Y pasa por Sicilia y en un sueño se le aparece el padre y le dice: “Te estoy esperando en el mundo de los muertos. Ve a Cumas, la Sibila te hará descender”. “Cuánto hace que no te veía, cómo te estuve esperando, cómo tardaste, cómo me gusta de nuevo escuchar esa voz que echaba de menos”. La famosa reconciliación con el padre de la que habla Joseph Campbell; en ese momento Eneas no es un héroe, es un hijo que se encuentra con su padre después de mucho tiempo, quien le muestra el futuro. Eneas sale dispuesto a triunfar, entonces los barcos entran por el río Riber y bajan en un momento determinado, y el fiel Acates, el compañero de Eneas, como había sido Patroclo de Aquiles, y Álvar Fáñez del Cid, el fiel Acates es el que prepara la mesa.

Y recuerdo a Lugones cuando dice: “Y por este Eneas, héroe moderno, los griegos impusieron el sentido de justicia por reparación, el cristianismo ha cometido la terrible injusticia de igualar en el perdón a los culpables con los inocentes”. Ahora bien, ¿qué significa la justicia de la reparación? La ejerce Eneas cuando mata a Turno, y se casa con la hija de éste. Eneas cumple un trayecto, pasa peligros físicos, y al tener la obra un final abierto, Virgilio ha sido capaz de llegar justo hasta el límite de la historia. Creo que si Virgilio tocó un punto neurálgico distinto, que lo coloca en una prominencia muy particular en el occidente, es por haber inventado al héroe que más puede parecerse al concepto del Santo Cristiano, porque la violencia que también tuvieron los primeros cristianos está fundamentada en un estado de piedad, respeto y obediencia a la voluntad. Una frase de Paul Valery podría caracterizar este tema profético: “Hay que volver a las manifestaciones de la cultura antigua, siempre frescas, porque las modernas envejecen demasiado rápido”. Con ella cierro esta aproximación de una obra que perdura a través de los tiempos, con temas inagotables.