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Graterolacho

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Manuel Graterol, Graterolacho

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Descolló Graterolacho en todas las áreas del ingenio humano en que le tocó desempeñarse a lo largo de más de 50 años de productiva y amorosa existencia. A pesar del clima de intolerancia política, y de los sectores antidemocráticos que actúan desde diversos escenarios, quedó demostrado el claro, reflexivo y profundo talante libertario del maestro Graterol. Nunca se arredró ante aquellos que detentaron el poder, esos mismos a quienes les resulta imposible aceptar la diversidad política como signo esencial de la democracia.

Chávez prometió desenvainar espadas contra la corrupción y contra la burocracia, amén. Sería bueno también que desenfunde otras espadas para enfrentar la intolerancia y la persecución política en contra de la libertad de los medios, de los artistas y de los comunicadores en general; sin olvidar los alimentos piches, medicinas vencidas, cuentas abultadas en bancos de paraísos fiscales del exterior, las cajas de “Pandorra”, lavado de dinero, narcotráfico, y otros no menos resaltantes.

Estos y otros temas que hoy agobian a Venezuela, de algún modo se nos hacían un tanto menos pesados, cuando podíamos asumirlos auxiliados por el fino e inteligente humor de ese notable artista de las letras y del ingenio que fue Manuel Graterol Santander, y lo seguirá siendo en el buen recuerdo de quienes lo quisieron, apreciaron y admiraron en la genialidad de su talento infinito.

A riesgo de ser reiterativo en lo mucho y sentido que se ha escrito sobre El Grande Graterolacho, destaco sus méritos como escritor, poeta, creativo publicista, compositor y, en fin, dueño de la palabra que nos prodigó de letras que alimentaron nuestro humor, conciencia y admiración por los más nobles sentimientos.

Con ocasión de defender los derechos sobre el signo marcario y obra de ingenio “Caballo viejo”, y ante la pretensión de una empresa parasitaria que la explotaba identificando un producto suyo (supuesto potenciador sexual masculino), Graterolacho se refirió a las chimbas grageas así: “No se preocupen, esas pastillas son la Viagra tapa amarilla”.

Y en el Teatro Teresa Carreño contó: Un señor mayor que acudió al médico y preguntó: “Doctor, yo tengo ochenta años, puedo tomar Viagra?”. El médico replicó: “Señor, ¿usted tiene orgasmo?”. Y el anciano paciente le gritó a su esposa: “Mi amor, ¿yo tengo orgasmo o Rescarven?”.

Cuartetas, sonetos, hermosas letras de canciones, jingles de publicidad, programas de radio y TV, su incursión en el Twitter, y muchas más áreas en que se desempeñó este grande de los medios de comunicación, vivirán en la memoria de los venezolanos. Dijo bien el doctor Simón Alberto Consalvi cuando sugirió la conveniencia de recuperar los más de mil novecientos tweets que escribió el Camaleón Mayor, todos llenos de gracia, talento y profunda reflexión sobre la situación actual que vive Venezuela, a fin de su difusión.

Tenía así Graterolacho una firme posición como creador y una visión crítica propia, como la tenemos todos. Decía Aquiles Nazoa, al referirse al humor de los ingleses y compararlo al humor venezolano: “Si su sistema de vida les ha permitido a los humoristas anglosajones actuar como espectadores risueños del drama social, el de los nuestros los ha forzado a ser sus protagonistas y con frecuencia sus víctimas”.

A semanas de haberse ido a dormir el sueño de la tierra, al admirable protagonista del humor venezolanísimo que fue Graterolacho, van estas letras como homenaje:

 

Graterolacho

Vaso cabal para el perfecto vino 
risa total que da la inteligencia 
eras tú, Graterol, con tu sapiencia
rima inmortal, la poesía, el trino.

Afloraba el talento y el buen tino,
en tu pluma, Manuel, pura excelencia,
y en tu estampa, tu gracia, tu presencia,
el soneto, la copla, el verso fino.

Te fuiste y te quedaste, Camaleón,
en tus versos, tu canto y corazón,
huella inmarcesible, la luz presente

Y en esta hora aciaga, preocupante,
llevarás entre nos la voz cantante, 
con tu risa y tu pluma inteligente.

Jesús Peñalver