Sala de ensayo
Juan MarséImágenes de la Guerra Civil española (1936-39)
Metaficción, intertextualidad e intratextualidad en Si te dicen que caí, de Juan Marsé

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El novelista Juan Marsé, nacido en Barcelona en 1933 y ganador de varios premios internacionales, es autor muy leído no solamente en España sino también en otros países del mundo a través de traducciones, y su obra se aprecia especialmente por sus descripciones provocativas de la vida cotidiana en la Barcelona de posguerra.

Si te dicen que caí es la novela de madurez de Juan Marsé sin romper con la trayectoria temática y formal que inició con su alucinante Encerrados con un solo juguete y que pareció culminar en Últimas tardes con Teresa y La oscura historia de la prima Montse.

La capacidad de evocación, la fuerza de las imágenes, la riqueza de las sensaciones, la violencia sexual, la sátira, la fantasía transformadora de la realidad, el mito y la desmitificación, construyen el tejido con el que el autor nos presenta la época de posguerra desde varias voces y diferentes perspectivas temporales. Las aventis, historias de evasión de la realidad de la miseria que construye un realismo mágico, son el hallazgo genial, por el cual Juan Marsé interpreta aquel mundo de degradación que conoció en su infancia, y que utiliza como primer ensayo creador de la aventi, totalizadora en Si te dicen que caí. Como el mismo Marsé dijo: “Esta novela no pretende ser una revancha personal contra el franquismo, como una secreta y nostálgica despedida de la infancia”.1

Este realismo mágico creado y expresado a través de las aventis, es una combinación de lo real y lo fantasioso. La novela muestra un balance con elementos realistas de la vida cotidiana como lo son la pobreza y la miseria, al mismo tiempo caracterizado como tema principal y personaje metafórico representado por la ciudad de Barcelona como imagen de una época.

Otra razón para la utilización de este realismo mágico es provocar al lector para que se pregunte hasta qué punto las narraciones pertenecen a la realidad o a la ficción.2

Marsé sentía un profundo interés por la cultura popular católica y el nacionalcatolicismo, tanto en su forma española como en su forma catalana. Demuestra que la manera en que Marsé utiliza los iconos y las proyecciones visuales del catolicismo construye un comentario irónico y sutil sobre la ideología política de la época franquista. A través de la religión y de elementos del nacionalcatolicismo, de los cuales se desprenden los mitos y construcciones elaboradas por el franquismo.

La religión es tratada por momentos de manera satírica y en otros lapsos de manera cruda, así se consigue un efecto de escepticismo en el lector. Simbólicamente se puede decir que al satirizar sobre la religión en una España de nacionalcatolicismo lo que se está haciendo es poner en entredicho una de las bases del régimen, que se autodenominaba por boca de Franco como la reserva espiritual de Occidente. Así pues, se toma una posición crítica, formando al lector para que sea escéptico ante toda una maquinaria ideológica fascistizada.

Existe pues una ironía total de la obra, en Si te dicen que caí se da una ironía causada por el hecho de que nada es nunca lo que creemos. Explora los límites entre la realidad objetiva y la reconstrucción subjetiva de aquella realidad en el mundo de la ficción. En dicha novela, Marsé demuestra una admirable habilidad y capacidad para plasmar la Barcelona de la época y sus habitantes sin ser extremadamente melodramático en su exposición a través de sus multifacéticos personajes. A todos les afecta la guerra, y el personaje principal es en realidad un tema, la miseria. Si te dicen que caí ofrece una digna, honrosa y sensible descripción de los personajes creados por una pluma nostálgica oprimida bajo el régimen franquista.

El paisaje urbano es representado como un espacio al que se pertenece y, al mismo tiempo, alienante, un espacio de intimidad y violencia, deseo y miedo, Marsé transfiere múltiples significados a la ciudad de Barcelona. Y esta ciudad, junto a los valores anteriormente asignados, se convierte en fiel reflejo del mundo interior de los personajes, así el “Landscape becomes Soulscape”.

Para los personajes de la novela el tiempo se transforma tomando como medición el tiempo psicológico o interior, en general los niños crecen muy rápidamente, al menos emocionalmente, cuyas experiencias, elocuciones y evoluciones son totalmente pertenecientes al estado adulto o de madurez. Esto provoca hoy día un sentimiento de nostalgia en los lectores de que vivieron en aquel contexto al sentirse identificados con la narración. En aquellos tiempos, en una España ultra conservadora, parecía que el tiempo no avanzaba en ningún aspecto de la vida cotidiana. En gran medida debido al intervencionismo del régimen franquista, y en buena parte a los intentos aislacionistas y censuradores que posicionaban a España fuera del tiempo contextual e ideológico de Europa durante casi cuarenta años. Unos intentos como el de la autarquía española que se ha venido demostrando como el resultado de una red de intereses socio-político-económicos.

La novela de posguerra adquiere un significado de absoluta creación, después de la devastación del país durante la Guerra Civil, también en términos literarios. Así pues, esta novela de posguerra forma parte del Génesis en el que de la nada se pretende reconstruir España. Haciendo analogía con el Génesis, Marsé nos alerta de su intención e intento de reescribir la historia de España y de reconstruir el mito nacional existente reemplazándolo por otro.

El mito y su nueva máscara. Ahora, la Guerra Civil ya no está utilizada en función de justificar una ideología sino para presentar la condición humana, degradada si se quiere, pero eterna. Con todo esto, Marsé interpreta la guerra no sólo como un hecho político, histórico y social sino también como un mito, y lo desideologiza. El mito es un universo cerrado relacionado con lo real, y eso pretende Marsé a través de Si te dicen que caí, con hechos altamente significativos que sirven como ejemplo y, al mismo tiempo, con la capacidad infinita para ser constructivo en la comunicación del mismo. Si te dicen que caí no va conformando un mito sino que, en lugar de crear, trata de deconstruir otro, y por tanto el mito surge de la deconstrucción y no de una creación. Esto es importante pues se construye el nuevo mito a imagen y semejanza de su valor, esto es siendo análogo a la guerra, cuyo valor principal es la destrucción y no la creación. Más aun, no puede renacer algo que nunca ha muerto. Así pues, la muerte de los seres humanos durante la guerra también adquiere un significado dando vida a un nuevo mito con el fin de la guerra. En consecuencia, sus muertes son redimidas simbólicamente devolviéndolos a la vida.

La metaficción es la relación que se da entre la literatura y la vida, y sus múltiples verdades. Si te dicen que caí presenta un entramado de metaficción muy elaborada consciente o inconscientemente.

Los niños con el cine y los comics. Éstos representan su entendimiento del mundo y es para ellos su horizonte de expectativas a través del cual interpretan la vida cotidiana, de ahí que, por ejemplo, en su aplicación los niños imaginan que la gente son espías, héroes de guerra, etc. Aquí vemos constantes referencias a lo largo de la narrativa, ejemplos de ello son las películas mencionadas que actúan como puntos de referencia.

Pero el parche negro qué bien le queda, parece usted el almirante Nelson en Lady Hamilton, ¿no la ha visto?, pues no se la pierda aunque sea inglesa.3

Otras películas del momento son mencionadas como Las aventuras de Marco Polo4 y Los tambores de Fu Manchu;5 además de referencias a actores populares de la década como Tyrone Power6 y Margarita Carvajal y Laura Pinillos. 7 También son mencionados comics y revistas como Doc Savage Stories8 y La Sombra.9 En la novela ellos venden comics hasta que Justiniano, “el tuerto”, se los retira por su contenido pornográfico.

La función de estas menciones junto con la de los comics y magazines le dan una increíble sensación de época que queda tremendamente bien reflejada. Hay que decir que ello se debe a que en los comics y revistas de la época se vertían los valores de la ideología nacionalista como medio para aleccionar a los niños en la ideología franquista de una España grande y libre, y reserva espiritual de Occidente, basada en un ultra conservadurismo caótico. Por ejemplo las publicaciones oficiales de Flechas y Pelayos. El mito del héroe es un tema central en los comics del periodo franquista. Inicialmente una versión cruzada de la teoría del superhombre de Nietzsche con estilo americanizado. El comic también les aportaba el concepto divisorio entre buenos y malos. Las aventis son estimulados en parte por los comics y las películas, como ya dije antes componentes básicos de su horizonte de expectativas a partir del cual interpretan la realidad.

Y éste lucha contigo y os caéis al suelo, entonces pierdes el casco y se te sueltan los cabellos largos de chica, así, mira, como en La Corona de Hierro, ¿la has visto?10

Ellos imitan lo que ven en las películas, su violencia y sus frases. Las escenas de tortura se basan en el cine, como Marked Woman, The Prisoner of Zenda,11 Suez,12 The Drums of Fu Manchu,13 Guadalcanal Diary,14 La corona di fierro,15 y modelan sus aventis conscientemente en función de las películas. Así pues, las aventis son tan apasionantes e intrigantes como las películas que ven: “Qué bien inventadas, mariconazo, es igual que una peli”.16

“Si te dicen que caí”, de Juan MarséCon ello se podría inferir que los niños están atrapados en las imágenes del celuloide de sus películas y que no pueden actuar sin independencia del papel que el cine les transfiere. Por lo tanto bajo una sensación de ser prisionero de unos espejos que se reflejan entre ellos a la vez creando, fragmentando y manifestando la realidad.

La fantasía de sus aventis es la herramienta evasiva que necesitan para no aceptar la realidad tan sórdida que les rodea, y afirman que mientras es imposible encontrar la verdad en el mundo empírico, esto se hace posible a través de la fantasía: Hay pelis que son verdad.17

Otro punto de partida aquí para la metaficción es el género detectivesco y del espionaje en el que nunca se llega a descubrir la verdad, lo que nos sugiere que nos tenemos que cuestionar la versión oficial, y en última instancia el régimen franquista. La inclusión de este género se debe a las ansias de querer conocer la verdad y obtener justicia. Para la historia Java representa el líder de la banda, y pone a su tropa a interrogar a las chicas, son “polis”, pero el motivo es que él recibe dinero de la señora Galán en lugar de seguir intereses amorosos, menos cuando se suponía debía “camelarse a la gallega”.18 Irónicamente, por medio del juego Java y su pandilla acaban por recrear el crimen violando a Fueguina como hicieran los moros.19

Tradicionalmente el género detectivesco y de espionaje establece una formula en la que se comete un crimen, alguien lo investiga y reconstruye la versión de los hechos. Esta estructura proporciona suspense para que el lector se intrigue y forme parte involucrándose en la trama para resolver el misterio, antes de que la verdad sea desvelada. La voz de Sarnita nos proporciona una versión actual porque nos ofrece sus propios recuerdos: Hermana, es una broma. Lo inventé todo, todo es mentira...20

Las otras voces son referencias interiores que nos cuentan las aventis, creando subterfugios y también reconstruyendo muchas. Toda la novela se basa en estas reconstrucciones.

Buscando a una meuca y cobrando sus buenos duros por denunciarla, y que ya sabe dónde está pero no lo dice para seguir cobrando.21

El crimen no es nunca revelado, y se duda incluso de si se da el caso.

¿...tanta importancia tiene esta furcia que todo el mundo anda tras ella? Le diré, todo esto parece un complot remoto e incomprensible, señor, una venganza bajísima cuyos motivos todos los complotados ya olvidaron.22

Al final no se revela el secreto, y la verdad queda, pues, sin contar.

Se da también un conocimiento elusivo donde queda reflejado la verdad del bando nacional, con versiones oficiales que no se sostienen, configurando así un mundo de incertidumbre. A continuación presentaré unas citas que ejemplificaran este mundo conceptual de contradicciones. Se ayuda de tres objetos que crean confusión: el brazalete de escorpión; zapatos verdes de tacón alto; la cruz de rubí con perlas incrustadas.

En esta primera cita se sugiere que Ramona y Aurora son la misma persona.

Él tenía que conocerla porque casualmente alguien les había visto juntos en la calle Mallorca una tarde que hubo una concentración falangista y todos cantaban el himno saludando brazo en alto.23

¿Qué cuento es ese de la otra directora? ¿Qué buscas, Java, qué investigas en realidad?24

Ahora dicen que hace la vida mala, igual que la menchu.25

Sólo me acuerdo de su cara tan guapa y sus zapatos altos de tacón alto.26

Y todo ello se hace a través de un formato de story-teller en el que la ficción reemplaza a la vida real. Las metáforas utilizadas evocan la falta de claridad, y la primera palabra, “cuenta”, nos anuncia que el autor ha cedido la palabra desde el principio, y que el lector tendrá que depender de algo cantado por boca de otra persona. La connotación de esta palabra “cuenta” es su relación potencial con lo no real, con la ficción. Es la introducción a la aventi, una aventura narrada e inventada a medias, que será la base de gran parte de la novela. Y estas aventis sucesivas atraviesan una gama que va desde lo muy posible pasando por lo probable, lo improbable y al fin lo imposible. Ejemplo de ello es el tratamiento de Aurora y Menchu, dos prostitutas, oriundas del barrio pobre en que tiene lugar gran parte de la novela, y personajes centrales de las aventis narradas por y para los chicos de aquel barrio. Están obsesionados con Aurora, porque Java ha sido investido con la misión de descubrir su paradero. El lector también se obsesiona con esta mujer, por su relación con los varios niveles espaciales y temporales de la narración. Es antigua directora de la Casa de Las Ánimas, criada de don Conrado Galán, sobrina de Artemi Nin, cómplice en la muerte del padre de Conrado, partícipe con Java en los actos sexuales para el otra vez voyeur Conrado, antigua amante de Marcos Javaloyes y todavía amante casual del mismo. Pero lo muy curioso es que casi todas las aventis están basadas en la vida y la actividad de Menchu, y no de Aurora.

La verdad, nunca la dijo. Ni el mismo Java la sabía. La verdad era todavía, lo mismo que en sus aventis, aquella turbia materia que no conseguía elevarse, desprenderse del fondo [...]. Así que vida de mantenida y por todo lo alto, por ejemplo: de fulana en el Ritz con perritos y salto de cama transparente, con chofer y joyas, luego pasando de los brazos de un estraperlista a otro y por ejemplo: un pisito en el Paseo de San Juan con cortinas de cretona, bidet y, mueble-bar...27

En la obra de Marsé hay ciertos elementos —temas, situaciones, giros, nombres, etc.— que por su repetición e interrelación forman, dentro del campo lingüístico mayor, una combinación de código semiótico y campo semántico que construye la especial productividad de estas novelas, en el caso de Marsé se produce un texto más cerrado.

Marsé nos ofrece una obra, en su totalidad, que es un ejemplo perfecto de la intertextualidad y la intratextualidad. Y por eso es por lo que necesariamente tenemos que aplicar tales criterios a su obra, no porque la intertextualidad sea un concepto universal que siempre se puede y se debe aplicar, sino porque este autor específico utiliza estos conceptos, consciente o inconscientemente, y pide que para una clara interpretación del tema, y apreciación del estilo, recurramos a las mismas teorías que ha usado él en la creación literaria.

Si te dicen que caí se trata de un texto autorreflexivo, por la tensión creada, por llevar deliberadamente al lector hacia un intento de hacer sentido de la narrativa y negarle entonces la estructura cerrada que le daría la satisfacción de saber lo que pasó, por lo que el texto se hace autorreflexivo. La relación de las obras de Marsé con el contorno histórico y sus propios textos anteriores es también, desde luego, una relación intertextual, pero la intertextualidad que existe entre las varias novelas también se puede considerar una intratextualidad, si se quiere considerar a las seis novelas como una obra continua.

Casi siempre se puede establecer una estructura básica en sus novelas, un héroe tiene que salvar a una heroína de un malvado y al final consumar el amor. Esta sería la función básica en cinco de sus novelas, incluyendo Si te dicen que caí, donde se puede encajar a Java y Aurora dentro de esta estructura.

En un nivel de mayor importancia se puede hablar de temas sociales y de la génesis y evolución de un estilo. Marsé pretendía situarse dentro de esa larga serie de novelas que comentan ciertas realidades sociopolíticas españolas. La intertextualidad es cosa viva de la cual nos habla Henry James y ha sido esencial de la novelística de Marsé desde su primera novela.

En conclusión, Marsé no se entiende sin razonar el proceso creador y la fuente de sus narraciones. La novela se cimenta haciendo alusión desde el mismo título de su obra al himno del bando nacional,28 con ello marca la pauta que va a seguir para desmontar su mito. “Caer” implica un sacrificio heroico en la canción pero para la novela significa caer en la corrupción. De esta forma, se da la vuelta al significado, reemplazándolo y degradándolo. Para luego construir otro con la inestimable ayuda de su realismo mágico y las aventis en las que combina lo real con lo fantasioso.

 

Bibliografía consultada

 

Notas

  1. Página oficial de Juan Marsé. Bibliografía. Si te dicen que caí.
  2. En torno a esta idea de realismo mágico y provocación al lector será desarrollado posteriormente una parte de mi estudio de meta ficción que será elaborado en el apartado configurando un mundo de incertidumbre.
  3. Marsé, Juan. Si te dicen que caí. Novaro, México, 1973; Seix Barral, 1976 P. 265.
  4. Ibíd. P. 243.
  5. Ibíd. P. 267.
  6. Ibíd. P. 238.
  7. Ibíd. P. 271.
  8. Ibíd. P. 59.
  9. Ibíd. P. 177.
  10. Ibid.P. 237.
  11. Ibíd. P. 181.
  12. Ibíd. P. 237.
  13. Ibíd. P. 267.
  14. Ibíd. P. 290.
  15. Ibíd. P. 237.
  16. Ibíd. P. 137.
  17. Ibíd. P. 107.
  18. Ibíd. P. 253.
  19. Ibíd. P. 188.
  20. Ibíd. P. 262.
  21. Ibíd. P. 203.
  22. Ibíd. P. 210.
  23. Ibíd. Pp. 64-65.
  24. Ibíd. Pp. 38-39.
  25. Ibíd. P. 40.
  26. Ibíd. Pp. 110-111.
  27. Ibíd. P. 167.
  28. Cara al sol con la camisa nueva que tú bordaste en rojo ayer, me hallará la muerte si me lleva y no te vuelvo a ver. Formaré junto a mis compañeros que hacen guardia sobre los luceros, impasible el ademán, y están presentes en nuestro afán. Si te dicen que caí, me fui al puesto que tengo allí. Volverán banderas victoriosas al paso alegre de la paz y traerán prendidas cinco rosas: las flechas de mi haz. Volverá a reír la primavera, que por cielo, tierra y mar se espera. Arriba escuadras a vencer que en España empieza a amanecer. España una España grande España libre Arriba España.