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Caída libre
Extractos

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Caída libre
Sergio Gaucín Salazar
Primera edición
Durango, México: ICED, 1998

Telefónica

Regálame la victoria de mi derrota
destruye hasta el amanecer mis pasos,
mis venas,
mis ansias,
y descubre un nuevo día,
un sublime tiempo,
minuto local, sin algo que existía.

Entonces a las 10:35 pasado meridiano
habrás cambiado el universo,
no habrás roto mi alma
sino el equilibrio universal.

Destruiremos, en un baño de lágrimas,
a José Revueltas,
a Silvio Rodríguez
y un óleo musical
con, o sin sombrero.
Somos cómplices
porque soy para ti;
eres la autora intelectual
de sonreírle a una rosa en enero,
de vaciar el alma en un plagio amoroso.

Desgarro el rencor con lágrimas
para volverte a amar,
para seguir existiendo a posteriori,
para abrir la colección de recuerdos:
negros,
blancos,
fosforescentes y telefónicos.

 

Manzana

Tienes en tu mirada el canto
de septiembre y de siempre.
Aun con amor pudiera...
no cuidarte,
no compartir
ni el cielo,
ni el vino,
la luna me recuerda la distancia:
inevitable polvo de olvido.

Manzana, proyecto de ternura,
de viaje al centro del amor,
al dulce de tus labios
y al recuerdo de tus ojos cómplices
de tu soledad,
de mi soledad.

Nuestros sueños son pasado,
nuestros recuerdos son presente,
no olvidamos nuestro amor
tan sin sexo, virtualmente bello,
tan sin ti,
conmigo hasta las semillas
del corazón, latente y vital.

 

Imagen latente

Repaso de mirada:
te odio
te quiero
desaparécete
segundo inevitable
complicidad coleccionable
amor a primer instinto.

 

Invitación a la permanencia

Estructurada de tinta y de sellos postales,
de música cubana y argentina,
de tango tus pasos,
tu mirada cosmopolita,
de nueva trova tus acciones concretas
(como seducir o besar)
metamorfosis hacia pleonasmos,
metáforas y sinónimos enfermos.

Vencedora de las páginas en silencio,
lágrimas nuestras que forman
lexemas y grafemas,
mayúsculas y frases, por ejemplo:
amémonos ahora hasta siempre.
Ternura fuera de tu cuerpo
de tan extraditable.

 

Cómplice y floral

Pensativa y amada, flor prehispánica,
floral tu pensamiento y tu nombre,
no sabes pensar en ambos nosotros,
piensas en ambos ustedes;
soñadora de negro o de vacío,
inteligencia rosa, alma multicolor,
anhelante y anhelada,
frágil, te supongo,
orquídea, pétalos y besos inconclusos.

Te capturo bella con luna y piel
fuego y fugaz.

Cómplice instantánea
que me sorprende usted o tú,
desangrando mi presente,
y llueve de tus o sus o nuestros ojos.

 

Otras voces

La noche no se desvela,
duerme de día
te busco en los bares
te encuentro en la iglesia
la noche es de ambos
y al amanecer la dividimos,
a ti te toca el día
a mí la esperanza
de llegar a tu corazón
repartido en dos:
una parte para dios
otra para la luna.

 

Noche naciente

Las nueve cero cinco,
lejana e indefinible
perceptible apenas,
ausente de color
amor posible-imposible.

Vamos con la muerte
al matrimonio y al patrimonio,
vamos con la noche
al amor condicionado,
a la luna cada quien por su lado
y supongo
a esta hora y en este lugar
que nos amamos de verdad.

La noche trae la muerte
que lleva un poco de ti y mucho de mí,
de ti lleva tus ojos infinitos y tu mano,
nuestra mano tuya,
de mí te lleva a ti
a mis sueños tuyos despiertos
a mi desnudo corazón y a mi pluma desangrada
que fluye en el recuerdo de nada
ni siquiera de ti que eres nieve y roca
paisaje por lo tanto de la más belleza,
de toda la soledad acumulada,
de la totalidad y de toda la angustia
posible del Aconcagua.

 

Corazón de nostalgia

Razón y fuego van siempre,
por la vida misma y por la vía férrea,
por una calle de San Salvador.
¿A dónde nos lleva el corazón y el sur,
maldita sea?
Qué importa,
con nosotros el corazón y la razón
en cada piedra del destino,
en Belén, Bangkok,
en tus azules ojos,
en tu negra piel,
en esta noche nostálgica,
en la puta que baila en la eternidad
del templo del morbo
o en la mañana que viene.
No estamos perdidos en esta fría montaña
a falta de brújula
está nuestro corazón
acostumbrado:
al sureste mexicano, a la nieve de Ottawa
o al tango de Buenos Aires.
Estaremos juntos:
corazón, razón y nostalgia,
Chihuahua, cardiólogos, espías y recuerdos.
Hoy esta noche.

 

Futuro verde o rojo

Transportes Unidos del Mundo
llévenme a donde no pasa el tiempo,
donde los murciélagos son el símbolo
de la pasión,
y a donde caminemos por las tinieblas
con la luz verde que es la única
en esta época y en esta lluvia roja que viene
de donde nadie puede ir solo,
únicamente de dos en dos,
donde niñas y muchachas pasean
por el campo tan rojo y
hablar es romper el silencio púrpura.

Donde el riesgo de morir
es más bello que el de vivir,
pues a través de la muerte
se avanza por las caderas
y las tentaciones que sufren
cárceles militarizadas por desconocidos invasores
de más allá del agua y del ferrocarril.

La destrucción es inminente,
el verde se apaga con la lluvia roja,
el caos en el espejo nos salva
de parir un milenio sin independencia,
quiero lácteos y ferreterías,
cristales y lágrimas,
globos y sinsabores para agregar a mi vida
todo lo que le falta para completar
la excursión al fondo de una mujer
increíblemente hermosa.