Pretexto
Y si en la mañana se pudiera escribir
el anciano tomaría jugo de aves |
para luego meterse los murciélagos
en sus bolsillos.
Y si en la mañana no se pudiera escribir
el anciano comería gorgonas inventadas |
para luego coserse el grafito
en sus bolsillos.
Pero si en esa mañana empezaría a morir
tendría la laringe seca
y una cruz diagonal tres veces
tres veces suyo
tres veces tuyo
tres veces... yo
y sería un delincuente
matando sílabas en continentes
para volverse carne:
la carne cuando volvió
nunca fue.
Si el anciano grita ¡bam!
y se hacen los corderos.
Si el anciano grita ¡shut!
y se mueren los filos.
Si el anciano grita ¡dah!
y comienza el escrito:
estigma y juana
la misma pirámide
junto con laureles
juana y estigma
junto con una pirámide
los mismos laureles
juana y verde
ostras metidas en la concha
como si fuera infierno
juana y verde
concha metida con sus ostras
infierno como si fuera.
Y si en la mañana se pudiera escribir
perpetuarían los semáforos:
se estancó su poesía.
Vomita sílabas
pero son únicamente cacofonías |
se esconderían los rojos
dentro de una cueva.
Y si en la mañana se pudiera escribir
será el gran pretexto... ¡shhhhhh!
...
el gran pretexto para morir.
Hoy no escribo
Hoy no escribo. Sí |
hoy no escribiré. Necedad mía de intentarlo.
No escribiré. Lo he dicho | solamente veré
a las plazas correteando a los postes
mientras los otros se refugian en los pechos de la ciudad.
Hoy no escribo. No.
No lo haré. Contemplaré por unos instantes
al lecho donde el tiempo se esconde de mí
y se refugia en mi rostro genuino | casi vencido.
Hoy no escribo. Articulo voces en mi boca
y la hiel encendida. No. No encendida |
mejor cálida. Bichitos escapan de los dientes.
Espesos. Saben rico sobre todo los grillos.
Hoy no escribo. Estás tú espejo mío.
Te contemplaré mientras mi lápiz
comienza a seducirme de hoja en hoja.
El viejo escritor
Allí está el viejo escritor.
Levanta el puro
y espera a que las palabras sumerjan en él.
Sus abuelos
Baudelaire | Safo y “germanos”
son su guía (muda). Está allí escribiendo
pero de su tinta nada sale
solamente una sustancia
enriquecida | como mineral |
y nada ocurre por su cabeza |
vuelve a ser el claro occidente
o el oriente (donde las jarchas no sirven para nada)
espera |
espera en medio de la laguna
y unas libélulas lo corretean sin cesar
mientras abren sus bocas
y encienden los grillos
que de sus orejas
escurren hasta robarse el punto y coma
(que nadie usa).
Allá está el viejo escritor.
Nada ocurre
la primera página acaricia |
las vocales se mueren de envidia
(ojalá y nunca se vaya dicen)
y si se va ¿qué tanto harían
entre tanta soga
o arrillo paralelo?
Es que nada le inspiran las vocales |
las odia sin mesura ni concesión
las odia como los animales odian al humano
y como se odia el humano
cada vez que la ola
los precipita
(y en ese verso se moja por completo el verso
eso no le gustó al poeta)
¿Dónde quedaron las imágenes de los acantilados
y sus órbitas en piedras?
Y una mujer le quita la pipa
(con ritmo se desviste)
y comienza a evadir las suculentas
ondas de la literatura.
“Pero la literatura no existe” afirma el escritor
y sin dedos ni costilla desaparece la mujer
(espejismo cardinal quizás eslabón perdido)
estoy perdido (otra vez dicho)
no soy escritor.
Adentro
aparece una voz
soy anónimo
anónimo
sí
qué quieres
ayudarte
a qué
a escribir
no te creo
estás solo no
eso no te importa
claro: escríbeme escríbeme
No hizo caso.
Entonces el escritor volvió a la hoja en blanco:
ballenas | arcos y ligamentos
volando sobre la levedad del ser;
ramas | senderos (alquilados) y perlas
cayendo en la tempestad y no-salvajismo;
sonajas | reptiles y manjares
cosiéndose en la espalda somnolienta;
parlamentos | ocasiones de contento y lejanías
a la par de la agonía;
épica | mundo-no mundo y un bolígrafo seco
cantaban en el ombligo de su paladar…
escríbeme escríbeme
el eco entumido le volvía a insistir
escríbeme escríbeme
eso hizo:
estoy aquí
no hay nada qué hacer
perros ladran | las mariposas también |
arriba hay un ataúd emergido por mí |
claveles y metáforas en el modernismo de vivir |
no entiendo lo que pasa |
no me importa |
todo nace todo muere
los inmortales están cansados de verse el rostro
mientras se limpian sus gestos (aburridos además)
pero veo en este mundo
un bebé desnudo eternamente desnudo
sueña | piensa y ríe.
Está en el charco más grande
me acerco | tiene un letrero |
es el anónimo.
Me acerco |
resbalo y me encuentro con sus ojitos |
escríbeme escríbeme:
aparecen números y símbolos |
tengo voces dantescas en mi cabeza |
soy animal me dejo ir allí |
hay un gran vacío
lo empiezo a llenar con agua
(y en el vacío están
todas las formas de escritura
que pudiera conocer)
Se mira…
Allí está el escritor
dormido en la bañera
(en forma fetal y quemado).