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“Dios los cría... y ellos hablan de sexo, drogas, España, corrupción...”, de Fernando Sänchez Dragó y Albert Boadella
Dios los cría...: polvareda.
Envuelto en escándalo el escritor español Fernando Sánchez Dragó
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El escritor español Fernando Sánchez Dragó ha sido señalado públicamente, entre otras cosas, como pederasta, a causa de afirmaciones hechas por él mismo en Dios los cría... y ellos hablan de sexo, drogas, España, corrupción..., un libro de entrevistas en coautoría con el dramaturgo Albert Boadella, publicado por Planeta en agosto.

En la página 164 del libro, Sánchez Dragó cuenta hechos ocurridos en Tokio en 1967, cuando él tenía 31 años. Según el relato, un día salió del metro y “me topé con unas lolitas de esas, pero no eran unas lolitas cualesquiera, sino de esas que se visten como zorritas, con los labios pintados, carmín, rimel, tacones, minifalda... Tendrían unos trece años. Subí con ellas y las muy putas se pusieron a turnarse. Mientras una se iba al váter, la otra se me trajinaba”. El autor compara la situación con “una partida de ping pong”.

Un poco más adelante, Sánchez Dragó fanfarronea con la idea de que “el crimen ya ha prescrito”, aunque asegura sin pudor que “las delincuentes eran ellas”. Y la frase final: “Si en aquel momento me hubieran pedido que firmara un cheque por el total del poco dinero que tenía entonces, lo hubiese firmado sin pestañear”.

Sánchez Dragó, quien presenta y dirige el programa “Las noches blancas” en el canal Telemadrid, respondió este 27 de octubre a quienes lo señalan de pederasta, a través de un artículo titulado “Excusatio petita, accusatio non manifesta”, en el que asegura que la historia contada en el libro no ocurrió exactamente así.

“Dios los cría... lleva siete semanas en la calle”, dice el escritor. “Muchos han sido sus lectores. Nadie, que yo sepa, se había hecho eco, hasta ayer, de lo que ahora mueve a escándalo. A mi correo, a mi teléfono, a mis ojos y a mis oídos, en público y en privado, han ido llegando comentarios de los lectores. Todos, sin una sola excepción, eran y son elogiosos. Ninguno, sin una sola excepción, menciona la trivial, hiperbólica, epatante y muy literaria y literaturizada anécdota convertida en casus belli”.

“Todo fue inocente y amistoso”, continúa la aclaratoria. “Apenas hubo contacto físico: cogernos de la mano, mirarnos a los ojos, algún beso furtivo en la mejilla... A eso me refería con lo de trajinar, no a lo otro”.

Según indica en el artículo, las niñas del relato no tenían en realidad trece años. “Todo el mundo, en Japón, parece mucho más joven de lo que es, y aquellas chicas no eran excepción a la regla. Es muy difícil calcular la edad de un japonés. A ellos también les cuesta trabajo calcular la nuestra. ¿Por qué les asigné esa edad? Por nada importante. Era una forma de hablar y un pellizco de pimienta en mi relato. Lo mismo podía haber dicho doce, o quince, o dieciocho”.

“Juro, además, por mi honor, y por si alguien lo considerase necesario, que nunca, en ningún lugar, fuera de los juegos de mi infancia, he tenido trato erótico de ningún tipo con personas menores de edad. Lo que, en cambio, no puedo decir es mea culpa, porque ni la hubo ni yo, en consecuencia, me siento culpable. Ahí va mi mano abierta. Estréchela quien lo desee”, concluye el artículo.

Pese a su intento por aclarar las cosas, Sánchez Dragó ha recibido una oleada de reacciones en contra. El martes 26, los comités de empresa de Telemadrid enviaron una carta a la dirección del ente público para que “anule de forma inmediata el contrato de Fernando Sánchez Dragó”.

“Consideramos que los graves hechos que describe en su último libro Dios los cría..., en los que presume de haber mantenido relaciones sexuales con dos niñas japonesas de 13 años (un delito de pederastia del que no sólo no se arrepiente sino que además se regodea y presume de que ya está prescrito), es motivo suficiente para que este señor, por llamarle de alguna manera, deje de tener cualquier relación con esta empresa pública”, dice la carta.

El jueves 28, la presidenta del Gremi de Llibrers de Valencia, Gloria Mañas, anunció que su librería, La Muixaranda, retiraba el libro de sus vidrieras, y aunque aclaró que no se trata de una posición formal del gremio, invitó a otras librerías a proceder de la misma manera.

Tras La Muixaranda se han unido al boicot La Traca o Primado, locales de Valencia, o La Costera, en la localidad de Xátiva. En sus puertas se lee un cartel que reza “Aquí no se venden libros de Sánchez Dragó”. La Costera ha anunciado en su web la retirada del libro “por su contenido pederasta”.

“El rechazo de los libreros no se debe sólo a las frases que han aparecido en la prensa sobre el abuso a menores sino también a otros párrafos que resultan ofensivos y justifican el abuso a menores”, apunta Mañas.

El viernes 29, la Plataforma de Mujeres Artistas contra la Violencia de Género y el Instituto de Estudios Euro Mediterráneos (Emui) pidieron al Ministerio de Justicia de España la intervención de la Fiscalía del Estado y el “secuestro cautelar” del libro.

Ambos colectivos aseguran que “la alarma social generada tiene fundamentos racionales suficientes” para solicitar estas actuaciones, ya que el autor “reconoce” haber cometido un delito, que “justifica” amparándose en la supuesta prescripción del mismo, al tiempo que hace “apología de la violencia de género y la pederastia”.

El sábado 30, durante el discurso inaugural de la Feria del Libro de Estambul, en la que España es invitado de honor, la ministra española de Cultura, Ángeles González-Sinde, negó que la literatura fuera “coartada”.

“Las obligaciones y valores de un escritor no son distintas de las de cualquier otro miembro de la sociedad”, dijo la funcionaria. “El oficio de literato no es un eximente para quienes, con sus palabras, por muy hábilmente que estén ordenadas, ofenden, desprecian, se saltan las reglas de convivencia y pisotean, peligrosamente, valores como la igualdad o la no discriminación”.

Aunque durante el discurso no nombró abiertamente a Sánchez Dragó, la ministra corroboró después que se refería a la polémica levantada por el escritor. Además, aseguró que de haber tenido más tiempo el ministerio habría valorado la posibilidad de revocarle la invitación a Sánchez Dragó, cuya participación en una mesa redonda de la feria estaba programada para el domingo 31 de octubre.

Explicó que el Ministerio de Cultura “mantiene una posición equilibrada” y respeta “la libertad de expresión” de los creadores “pertenezcan a las convicciones políticas del Gobierno socialista o no”, como demuestra el que Sánchez Dragó haya participado en otros actos relacionados con la promoción de la cultura española en el extranjero.

Sin embargo, en casos en que “la libertad de expresión se extralimita y pasa por encima de la libertad de otras personas y de la consideración y el respeto a los menores”, el Ministerio de Cultura debe plantearse la participación de los autores de tales declaraciones, dijo.

Fuentes: EFEEl Diario MontañésEl MundoPúblico