Letras
Textos

Comparte este contenido con tus amigos

Autoestima

Con la cabeza gacha, el cuerpo encorvado observa con detenimiento debajo de la alfombra. Busca con ansiedad su aprecio personal, lo perdió después de leer cientos de libros de autoayuda.

 

La sombra

La vio alejarse con parsimonia como si no quisiera abandonarlo. Una larga vida como excelentes amigos compartiendo mujeres, vino y problemas; y ahora que llega el momento eterno tienen que separarse.

 

Epístola para daguerrotipo

A Julián Márquez

De nuevo me siento a escribirte, no para contarte mis penurias, mis problemas. Quizás es mejor dejar atrás el pasado, olvidar los altibajos con que la vida ha tratado de borrar todo vestigio de felicidad, porque es fácil hallar culpable al destino. No. He resuelto vivir sin el dolor de haberme enamorado de la vieja fotografía donde posas desnuda para un sujeto que tal vez despreció tu cuerpo, por allá en 1880.

 

Verdugo

Con parsimonia desliza la cuerda alrededor del cuello. Se siente fatigado de su trabajo; son muchos años cumpliendo con una profesión que si bien parece cruel, es aplaudida por multitudes. Disfruta al máximo el poder de intervenir en dos actos antagónicos: la vida y la muerte. Esta mañana la euforia del público está ausente; en su habitación la vieja cama y el reloj de pared son su única compañía.

 

Ascensor

Por segundos escudriñan sus miradas. Quisieran saber lo que piensa uno del otro. El tiempo parece confabularse con la prisa que llevan. Un vaho rancio dejado por otros personajes satura la atmósfera. La eterna espera no deja más salida que mirar al techo. Buscan un agujero para escapar del claustro donde presienten llegará el olvido.

 

Sansón

Estás hasta la madrugada parado frente al espejo viéndote la larga pista de aterrizaje que se ha formado en tu cabeza. Los innumerables tratamientos no han logrado atraer ni siquiera un cabello ajeno. Cuando te reúnes con tus amigos temes perder el peluquín que te acompaña desde hace tiempo; se burlarían en secreto y tú lo sabes. Anoche soñaste que te crecía una espectacular cabellera digna de ser llevada por un Sansón tropical. Medio dormido corriste al espejo y para tu sorpresa aún la poseías. ¿Acaso olvidaste quitarte la peluca que tu mujer utiliza cuando desea verse con cabello negro?

 

Último instante

¿Acaso la vida puede ser detenida en un instante? No sabe si reír o llorar; gruesas gotas de sudor comienzan a inundar su cara; le resulta incómodo estar allí. La memoria se llena de recuerdos; en su mente innumerables momentos circulan agazapados. Siempre se ha considerado un hombre feliz; pero ahora su rostro es una mueca vacía, sin retorno. Repentinamente la luz lo enceguece. Apenas audible, el clic de la cámara fotográfica lo trae de nuevo a la realidad.