Soy despojo del andar de tus sombras
regreso a las ruinas cálidas de tus huesos
invado la soledad nocturna que rodea tu carne
habito la distancia entre tus senos
transito el vacío absurdo de tus piernas
[mientras me trago tu suerte
[y te hago vicio de mis ojos.
Rondaré las sombras de tu lengua
ocuparé la soledad nocturna de tu memoria
recorreré la ansiedad cálida que habita en tu carne
invadiré el silencio despoblado de tus senos
traspasaré los vértices infinitos de tu espalda
volveré al destiempo vicioso de tus cabellos
renaceré a través de tus muslos;
vacío impenetrable de tu sexo.
Me verás
a través de las ruinas cálidas de mis pasos
entre las sombras de mi carne
entre los espacios silentes de mis huesos
entre las ansias de mi tiempo
y tus vicios.
Ansío la brevedad de tus ruinas
invado la soledad que ronda tu memoria
escapo al vértigo de tu espacio
habito el destiempo que recorre tu espalda
desde el destierro transito la fragilidad de tus manos
me hago recuerdo;
me tomo el silencio de tu boca.
Desde la lejanía silente de tus pasos invado tu memoria
Desde el vértigo taciturno de tus ojos atravieso tu destiempo
Desde la soledad inquieta de tus manos regreso a tu espacio
Desde tus ansias me hago refugio; abrigo para tus sueños
Desde la luz que ronda tu carne soy ausente
Desde las sombras que ocupan tus huesos vuelvo a tu cuerpo.
Habito los umbrales de tu sexo
recorro la soledad inclemente que ronda tu espalda
invado el silencio que provocan tus pasos
ansío la absurda claridad que domina tus sueños
Te haces vulnerable al calor de mis manos
me hago verdugo de tus sombras
traspaso los márgenes desafiantes de tu carne
regreso al vértigo de tus muslos
mientras pierdo terredad entre tus huesos.