Oír cuentos es lo primero que recuerdo de mi niñez, y fue maravilloso de verdad cuando aprendí a leer. Pero escuchar es el primer acto de recreación que nos viene desde de los orígenes de la civilización. Y luego, aparece la imagen auditiva hecha mundo, experiencia, dolor, alegría, amor; palabras que enlazan la existencia humana y nos desatan a mundos ficcionales realmente sorprendentes.
Esta es la sensación que sentí cuando terminé de leer La edad de oro, de Johnny Barbieri, conjunto de cuentos sensible, elaborados, tal vez, a partir de su experiencia personal como profesor de literatura en diversas instituciones educativas de Lima norte. Su lenguaje es depurado y limpio, interioriza y atrapa al lector con personajes que parecen sacados de la vida real y circulan en un tiempo actual de la manera más intensa. Allí están los personajes de estos doce cuentos escritos para devolvernos a una época en que éramos rebeldes, románticos, marginales, bohemios o suicidas.
Johnny Barbieri no es un iniciado en el arte del cuento, fue tercer finalista de la XIV Bienal de Cuentos “Premios Copé 2006” y ganador del 2º Premio “Horacio” de cuentos 2010. Pero es con este libro de cuentos con que se abre paso en la narrativa peruana, acercándonos a un mundo mágico e inolvidable que es el mundo de la adolescencia, el mundo que representa para todos nosotros —de alguna u otra forma— nuestra edad de oro.