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Fernández Mallo: apropiacionista.
Fernández Mallo publica un “remake” de El hacedor, de Jorge Luis Borges
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Jorge Luis Borges solía decir que no creía en la originalidad absoluta de la literatura, sino que todo era una relectura. Con ese mismo espíritu, el escritor español Agustín Fernández Mallo ha revisado el libro El hacedor, del gran escritor argentino, para ofrecer un “remake” sugerente, original y poético de aquel clásico.

“Borges hacía ‘remakes’ y reescribía, y eso es lo que he hecho yo con El hacedor, cincuenta años después de su publicación”, explicó Fernández Mallo, uno de los escritores más representativos de esa nueva generación de narradores que ponen al servicio de la literatura todo lo que la sociedad les ofrece, desde Internet y el vídeo hasta el cine, la televisión, el cómic o la publicidad.

El nuevo libro de Fernández Mallo (La Coruña, 1967) llega tras la gran repercusión que tuvieron sus tres novelas integradas en el Proyecto Nocilla (Nocilla Dream, Nocilla Experience y Nocilla Lab), galardonadas con diferentes premios y consideradas como algunas de las mejores novelas de los últimos años.

Este poeta, novelista y ensayista, que además es físico de profesión, quedó “fascinado” por El hacedor, de Borges. Esta obra, como el resto de la del escritor argentino, ha “influido bastante” en su manera de ver la literatura.

Cada vez que releía ese libro le sugería “nuevas historias, ideas paralelas o tangentes”, y un buen día se animó a escribirlas. El resultado es El hacedor (de Borges), Remake, que Alfaguara publica esta semana y que es una muestra más de la estética “apropiacionista” a la que Fernández Mallo tributa.

“El hacedor (de Borges), Remake”, de Agustín Fernández Mallo
El “remake” de El hacedor no es un intento de actualizar a Borges, según Fernández Mallo.

“El ‘apropiacionismo’ está en todos mis libros” afirma este gallego residente en Palma de Mallorca desde hace quince años. “Es muy interesante admitir que no somos tan originales y que, en ocasiones, la originalidad está en saber cómo rehaces un nuevo mundo con un mundo ya existente”.

En su particular “remake” de El hacedor, Fernández Mallo respeta en algunas ocasiones lo que Borges escribió y sólo ha “cambiado ciertas palabras”, pero, en general, “son historias muy tangenciales a las originales”, en las que el escritor español se ha quedado “con la idea, con la metáfora final”, y ha reescrito los cuentos a su modo.

“Y en la sección de poemas lo que he hecho es reescribirlos, pero según lo que el título del poema original me comunica o me dice, olvidándome del texto de Borges”, aclara el autor de poemarios como Yo siempre regreso a los pezones y al punto 7 del Tractatus, Joan Fontaine odisea y Carne de píxel.

El poema titulado “Arte poética” podría servir de ejemplo de lo que hace Fernández Mallo en su “remake” de El hacedor: “Arte poética: “algo así como uno de aquellos barcos / metidos en una botella. / Pero sin botella, / sin barco, / sin aquellos, / sin uno, / sin algo”.

En su “remake” el escritor coruñés imagina el tiempo como un palimpsesto de elasticidad extrema, sostiene que los aeropuertos flotan a pocos milímetros del suelo y son “las nuevas catedrales” y asegura que “todo libro es lo contrario de una medicina, todo libro es un virus, una enfermedad sobrevalorada”.

“No conozco a nadie a quien escribir o leer haya hecho mejor persona o más feliz, absolutamente a nadie, un Airbus mejora más el mundo que toda la historia de la literatura”, escribe Fernández Mallo en su nuevo libro, que, si se lee en iPad o en cualquier otra tableta, ofrece posibilidades distintas que si sólo se maneja la versión impresa.

Y es que en esa versión se pueden ver vídeos y, si “se pincha” en determinadas palabras, se accede a blogs o a páginas web. “Eso expande el libro y amplía sus significados”, asegura.

“Me interesa investigar mi poética a través de la imagen y de la palabra escrita. Cuando surge la posibilidad tecnológica de que esto se puede hacer, para mí se abre un campo nuevo, muy excitante”, comenta el escritor, quien, del Proyecto Nocilla hizo “una película de sesenta minutos”, con cámara de vídeo casera o con su móvil, que tiene colgada en su blog.

Y en la versión impresa de su “remake” de El hacedor ha incluido mapas, GPS y fotogramas cinematográficos, porque son un buen reflejo del mundo actual. Fernández Mallo asegura, sin embargo, que no ha intentado “actualizar a Borges”, entre otras razones porque “Borges es totalmente actual y su obra no ha envejecido en absoluto”, explica.

Fuente: EFE