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David Viñas
Viñas: despedida.
Falleció el escritor argentino David Viñas
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Actualización del viernes 11 de marzo a la nota original publicada el lunes 7

El escritor argentino David Viñas, un referente de los círculos intelectuales de Buenos Aires, falleció a los 83 años de edad durante la madrugada de este viernes 11 de marzo, tras el agravamiento de un cuadro infeccioso producto de una neumonía. El escritor deja como legado una prolífica obra como novelista, ensayista y dramaturgo.

Una neumonía de base que derivó en una septicemia ameritó que Viñas fuera internado el pasado 22 de febrero en el sanatorio Güemes de la capital argentina, donde finalmente falleció. En los últimos días, el escritor, editor y director de la carrera de Letras de la Universidad de Buenos Aires (UBA), Américo Cristófalo, había anunciado que Viñas se encontraba “en proceso de recuperación”.

En esa ocasión, Cristófalo declaró a la prensa de su país que Viñas se encontraba “perfectamente lúcido, y de muy buen humor”, aunque aclaró que “eso no quiere decir que su estado sea óptimo pero está en vías de recuperación”. El editor de la casa Paradiso acababa de publicar uno de los volúmenes de la historia de la literatura argentina dirigido precisamente por Viñas.

Nacido en Buenos Aires el 28 de julio de 1927, Viñas fue en 1953, junto a su hermano Ismael Viñas, miembro fundador de la revista literaria Contorno.

Doctor en Letras por la Universidad de Rosario, Viñas recibió en 1962 el Premio Nacional de Literatura por su novela Dar la cara, galardón que volvió a recibir en 1971 por su libro Jauría. En 1972 recibió el Premio Nacional de Teatro por su obra Lisandro y al año siguiente ganó el Premio Nacional de la Crítica por la pieza teatral Tupac-Amaru.

De militancia marxista y presidente de la Federación Universitaria de Buenos Aires, debió exiliarse en México y España durante la última dictadura militar (1976-1983), régimen durante el cual secuestraron y desaparecieron sus dos hijos, María Adelaida y Lorenzo Ismael.

“Fue todo muy terrible, la muerte de los dos hijos, demasiado duro. Cinco meses después de haberme instalado en Europa, recibí una carta de Adelaida, mi esposa, anunciándome que había desaparecido la nena. Y en el 79 me llamó al barrio de El Escorial una mujer a la que yo no conocía, para avisarme que habían asesinado a Lorenzo Ismael. Era una locura, me daba contra la pared”, contó en una entrevista.

En 1981, durante su exilio en México, fundó la editorial Tierra del Fuego junto a los también escritores argentinos Pedro Orgambide, Jorge Boccanera, Alberto Ádelach y Humberto Costantini. Entre 1973 y 1983 dio clases de literatura en California, Berlín y Dinamarca.

Con el fin de la dictadura, regresó a Argentina en 1984 y ese mismo año fue nombrado titular de la Cátedra de Literatura Argentina de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Buenos Aires, casa de estudios que en 1998 le convirtió en “profesor emérito”.

En 1991 rechazó la beca Guggenheim, dotada con 25.000 dólares, como un “homenaje” a sus hijos asesinados por la dictadura. “Resolví tirar 25 mil dólares por la ventana. Y si me apurás un poco, fue un homenaje a mis hijos. Me costó 25 mil dólares”, justificó el escritor.

Sus semblanzas lo pintan como un hombre crítico y jugado políticamente desde su pluma, como un habitué de los cafés porteños y un formador de intelectuales desde el ámbito catedrático.

Fuentes: Minuto UnoTélam