Entrevistas
José Gobello, presidente de la Academia Porteña del Lunfardo
El lunfardo es menos hijo de la cárcel que de la inmigración

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José Gobello y María Alejandra Crespín Argañaraz
Gobello: “Muchos cultores del lunfardo se preocupan por la estética del lunfardo”. En la gráfica, acompañado por la autora de esta entrevista, la escritora argentina María Alejandra Crespín Argañaraz.
 

La trayectoria de José Gobello como periodista, escritor y hombre de letras no necesita demasiada presentación, sólo recordemos que Jorge Luis Borges lo daba como “uno de los máximos referentes del lunfardo”, y es el actual presidente de la Academia Porteña del Lunfardo.

A.C. ¿Qué es el lunfardo y cuál es su origen?

J.G. El lunfardo tiene el mismo origen que tengo yo, porque soy un producto de la inmigración, se dijo que es un lenguaje acuñado en las cárceles, pero es una mezcla del lenguaje carcelario con los inmigrantes-italianos, polacos, españoles, y con los prostíbulos que era el lugar donde los jóvenes inmigrantes recién llegados a Buenos Aires a principios del siglo pasado, se divertían. Lo que sucede es que hay un número de voces que son de origen carcelario italiano, los términos vinieron de Italia, los trajeron los italianos, que eran muchos. Y como toda lengua es dinámica, hay palabras que han desaparecido que “antes” eran comunes como por ejemplo “araca”, “me quedé de araca”, es decir “me dejaste sin nada”. Es un término de origen gitano español. Y cuando cesa la inmigración allá por el año 1914, es la creatividad popular la que va incrementando el universo del léxico lunfardo.

A.C. ¿Cuándo se encontró con el lunfardo?

J.G. En el tango, por supuesto. Tenía unos quince años cuando escuché por radio que había muerto Carlos Gardel y lo conocí por el relato de mi madre, será por eso que “la quiero tanto”. La radio era una gran compañera, una maestra porque enseñaba, el mundo era otra cosa, más limpio...

A.C. ¿Cómo ve usted el lenguaje de los jóvenes en la actualidad, teniendo en consideración el vínculo que tienen con Internet?

J.G. Todo está impregnado en sexualidad, su lenguaje es pobre, y nada vinculadas con ideas, es muy unilateral, monótono y escaso. No necesita más palabras para hacerse entender, todo lo reduce a sus sensaciones.

A.C. ¿Y esto no tiene nada que ver con el lunfardo?

J.G. Nada, absolutamente, el lunfardo es candoroso...

A.C. ¿Cuál fue la época en que las letras populares aportaron mayores giros a las expresiones del lenguaje del lunfardo?

J.G. En toda la época en que el tango cantado brilló en Buenos Aires, el tango cantado comienza en el año 1917 y termina en 1930, hasta 1950 se escucharon tangos.

A.C. ¿Y las letras del lunfardo cuando aparecen en el tango?

J.G. Con Pascual Contursi en el año 1915, dice uno de los tangos: “Percanta que me amuraste en lo mejor de mi vida”... es un canto de amor... es comparable a los clásicos españoles, siendo que Contursi desconocía totalmente.

A.C. ¿Qué autores de tango se destacan por sus letras en el lunfardo?

J.G. No son tantos, el primero es Pascual Contursi, que si bien es cierto que expresa sentimientos positivos, como el dolor, pena, amor, lealtad, para mí es el creador del lunfardo, pero, ¿quién saca al tango de ese ambiente malevo? Homero Manzi en el año 1926 escribe un poema con temas del pueblo, y lo hace pasear por el pueblo. Y sin embargo la gente de hoy lo sigue cantando.

A.C. Aparte del tango, ¿qué música escucha?

J.G. Le voy a hacer una confesión que “puede costarme la vida”, siento más la música del flamenco, me apasiona el flamenco y lo escucho, las grandes cantatrices como Lola Flores, me gusta el cante jondo, el Cigala. Ahora bien, Borges, que sabía todo, porque pensaba bien, dos veces escribió en los libros esta frase: “El arrabal llegaba a la calle Corrientes a proveerse de arrabalerías”. En Palermo, donde Borges vivía, no se conocía el lunfardo, el lunfardo es portuario, nace en torno a los puertos, donde se radicaron las familias genovesas. ¿Y cómo llega el lunfardo a Borges? Porque lo aprende en la calle Corrientes, lenguaje en cuanto a creación literaria, no léxico.

A.C. ¿El disco contribuyó a la difusión del lunfardo?

J.G. Sí, claro, la radio comienza a escucharse masivamente en la década del 30 y el lunfardo llega por el teatro que la entrada costaba un peso, y si no por el disco.

A.C. ¿Cuáles son las obras cumbres del lunfardo?

J.G. No es mucha la literatura de calidad, es mucho más la que se da en el costumbrismo, hay un libro escrito de “el costumbrismo lunfardo”. Hay una novela lunfarda titulada La muerte del pibe Oscar, que es el relato de un jovencito que vive en un reformatorio y termina siendo un pistolero, escrito por un guardia cárcel, muy bien escrito y es la única novela escrita en lunfardo. Es importante destacar el cocoliche, el inmigrante que llega a Buenos Aires. Quiere hablar rápido y bien el castellano, y entonces aparecen los italianos y así su obra cumbre, por decirlo de alguna manera: Los amores de Giacomina.

A.C. Usted, como hombre de letras, ha escrito libros. Me gustaría que nos cuente acerca de su vasta obra.

J.G. Cuando comencé a interesarme por el lunfardo, escribí unos apuntes, desconociendo el valor que podría tener, y así apareció el librito Lunfardia, que es el primer libro que se escribe “en serio” sobre el lunfardo, donde sostengo que el lunfardo es menos hijo de la cárcel que de la inmigración. Porque cuando la gente quería interesarse sobre el lunfardo iba al departamento de policía para averiguar el significado de las palabras... porque la gente confundía el lenguaje delictivo con la juerga del lunfardo. No es todo delictivo, hay términos delictuales; esa cosa de englobar, generalizar, nos hace equivocar tantas veces... Y después tuve que dedicarme a aprender, y a rectificarme.

A.C. Cuéntenos acerca de sus proyectos.

J.G. Bien, tengo 90 años, mi proyecto es vivir hasta las 91...

A.C. ¿Y desde lo literario?

“¿Cómo era Gardel?”, de José Gobello y Marcelo Olivieri
¿Cómo era Gardel?, de José Gobello y Marcelo Olivieri.

J.G. Estoy haciendo un homenaje a los clásicos, aún sin editar. Yo hago libros útiles, no sé escribir novelas, libros que sirvan a la enseñanza. ¿Cómo era Gardel? Esos libros me gustan. O el Diccionario del habla de los argentinos.

A.C. Cuéntenos acerca de los eventos que se realizan en la Academia.

J.G. Marcelo Olivieri es el secretario a cargo de la Academia, y todos los viernes se realizan espectáculos de tango, cursos de cine, películas viejas, etc.

A.C. En el año 2009 la Unesco declaró al tango como Patrimonio Cultural, ¿qué opinión le cabe?

J.G. Bueno, esta es una iniciativa de Horacio Ferrer junto con Zaragoza llevar adelante este proyecto, que tuvo buen puerto. Primero que todo lo relativo al tango no puede destruirse, pertenecen al Patrimonio de la Humanidad, eso es en el orden práctico, y despierta la vocación de los nuevos investigadores.

A.C. Usted, como hombre de letras, ¿ha tenido algún desafío intelectual?

J.G. No, nunca participé en ningún concurso, jamás me presenté, no gané ningún premio, sólo reconocimientos, escribo lo que siento y libros que presten alguna utilidad.

A.C. ¿Existe alguna estética del lunfardo?

J.G. Sí, la característica del lunfardo. Existe una preocupación estética de muchos autores del lunfardo, que quieren hacer las cosas bien, que no se alejan demasiado de una concepción literaria. Vacarezza busca cierto perfeccionismo formal. Muchos cultores del lunfardo se preocupan por la estética del lunfardo. Pascual Contursi tuvo un premio Nobel, el que lo haya nombrado Leopoldo Lugones y a mí me nombró Jorge Luis Borges, eso ya fue recibir el premio Nobel.

A.C. Alguna vez usted dijo que Contursi, Villoldo y Piazzolla tenían sensibilidades distintas, pero que representaban al hombre porteño.

J.G. Sí, Villoldo es el mejor descriptor de cierto tipo de porteño, de la vida superficial, vana, y no laboriosa; Contursi es el hombre sentimental, quizá lo traiga de su Nápoles natal, y Piazzolla es el deslumbramiento musical. Al tango hay que saber buscarlo...

A.C. ¿Sus máximos representantes de la literatura?

J.G. Virgilio, Cervantes, Borges y Gardel, ninguno fue un santo, el único santo fue san Juan de la Cruz, por algo es el Patrono de los Poetas...