Artículos y reportajes
Las crónicas de Lisbeth Salander

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Trilogía “Millenium”, de Stieg Larsson

Stieg Larsson, el autor sueco desaparecido de manera temprana, tomó una fórmula clásica imprimiéndole un giro innovador, hasta el punto de que podría decirse que revitalizó el género negro en la literatura, dejando una gran conclusión: todavía se puede ser original en el mundo.

Al concluir el tercer tomo de la serie Millenium, dejé su lectura con la misma alegría que me acompañó a lo largo de más de dos mil páginas que suman los tres libros, sin que haya tenido en ningún momento deseo de dejar los voluminosos textos, no hubo cansancio ni pereza, por el contrario, quedé con ganas de leer más al autor. Dicen que hay un manuscrito de un cuarto libro, ojalá sea cierto y no una estrategia mercantilista de herederos en disputa.

Existe una fórmula clásica para narrar con éxito una historia, desde el primer capítulo del Génesis, esquema reproducido en libros y películas. Consiste en tomar una pareja (Adán y Eva) y crear una serie de situaciones que al final pueden resultar en el destierro del edén o la reinserción en el paraíso. El modelo de don Quijote y Sancho Panza se reproduce en su fiel réplica de Sherlock Holmes y el doctor Watson en aquellas narraciones detectivescas. El protagonista es el alto y desgarbado, un genio de talento extraordinario que roza con la locura, mientras el otro bajito, gordo, bonachón, aporta el elemento humano, el polo a tierra del ingenioso extrovertido, mientras ejerce de narrador.

Larsson retoma la pareja original, hombre y mujer, en una mezcla que a primera vista resulta inverosímil, un periodista curtido y arriesgado involucrado con una chica difícil en todos los sentidos, incluso difícil de definir aunque físicamente menuda y aparentemente vulnerable, de pocas y vulgares palabras. Sin embargo en este caso y eso es lo interesante, no es el hombre el protagonista de las novelas, es ella, alguien que en la misma historia los demás personajes han subestimado y maltratado (incluso puede que algunos lectores caigan en la misma trampa), ignorando su potencial mental y físico. Pero aparte de introducirnos en historias con misterios por resolver, Larsson aprovecha para introducir al lector en varios campos que dan para la reflexión política y la crítica social.

Por una parte está la relación de los medios de comunicación y las presiones que deben soportar frente a otras esferas del poder, las empresas poderosas, los políticos y altos funcionarios implicados en ocasiones en conspiraciones en contra de la misma noción del Estado y los principios democráticos, esto en el marco de una sociedad como la sueca que aparentemente ha superado problemas que uno pensaría sólo se presentan en colectividades algo primitivas como las latinoamericanas.

Stieg Larsson
Stieg Larsson.

Sin embargo, gracias a las investigaciones implacables de la revista Millenium y su grupo de periodistas comprometidos con la verdad, uno de los descubrimientos importantes es que fenómenos como la corrupción política, la segregación contra la mujer, incluida la violencia física y sexual, se producen en países tan avanzados como los nórdicos.

El gran tema de la trilogía es la violencia contra la mujer. Aprovechando el personaje rebelde de Lisbeth Salander, el autor realiza la denuncia de la situación de las mujeres en su país, tanto de las ciudadanas suecas que a pesar de su nivel de educación o preparación profesional, siguen soportando situaciones de persecución social o laboral, profesionales que no son valoradas y reciben menos remuneración que sus pares masculinos, muchachas raptadas por hombres que abusan físicamente de ellas, así como mujeres inmigrantes de otros países que son esclavizadas en redes de prostitución de mafias internacionales.

En medio de toda esta trama, surge la figura de Lisbeth Salander, una joven atrapada desde su niñez en una extraña conspiración de la cual no daremos mayores detalles, para no entorpecer la lectura de aquellos que no han concluido la aventura de los tres libros. Sólo podemos destacar que a pesar de ser considerada por la mayoría de hombres como un personaje menor, esta chica delgada, tatuada, de vestimenta estrafalaria, con dificultades para comunicarse con los demás, especialmente con los hombres, conducta sexual abierta e incomprensible para otros, emerge como una mujer capaz de cualquier esfuerzo físico, con una mente dotada de un talento especial para las matemáticas, los sistemas y la informática en general.

Salander, heroína de estas apasionantes crónicas (muchos dirán anti heroína en un lugar común), desempeña una labor propia de esta época virtual, es hacker y posee la capacidad para ingresar en casi cualquier computador o sistema, ella y otros personajes que suelen permanecer en el anonimato han creado su propio país virtual, la República de los Hackers, ciudadanos que desde el silencio contribuyen con buscarle sentido al desorden mundial. El autor nos presenta esta guerra silenciosa entre los mundos existentes, el físico y el cibernético, con todas sus simplezas y complejidades.

Stieg Larsson y su trilogía, un best-seller que a pesar de serlo es de lo mejor que se ha visto en la primera década del siglo, buena literatura que seguramente marcará con sus personajes inolvidables, sus argumentos que muestran los problemas globales y comunes (los temas de siempre como el amor, la violencia y la lucha por el poder) combinados con las nuevas tendencias y tecnologías. Al final, quién no quisiera tener la ética responsable de Mikael Blomkvist, aparte de su irresponsable capacidad de seducción, así como las infinitas capacidades de Lisbeth Salander, la protagonista del amanecer del siglo XXI.

P.D.: Un conocido me decía que de sólo ver los tres libros de Millenium le producía pereza su lectura pues se le antojaban tres grandes ladrillos. Debo decir que efectivamente son ladrillos, pero ladrillos leves y amables con los cuales se construyó una apasionante obra. Que el tamaño no intimide, pues es proporcional al gozo que retribuye al lector.