Entrevistas
El poeta argentino Juan Pomponio Castiglione
Necesito vivir la vida como si fuese un poema

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Juan Pomponio Castiglione
Juan Pomponio Castiglione: “Perderme durante dos años entre los pueblos de Sudamérica fue un acto de magia”.
 

Un ser intenso, lleno de autenticidad poética, pasión salvaje, torrente de arte, sensibilidad humana y profundo amor por la vida y la literatura.

—¿Cómo inicia JPC a transitar los territorios del arte y la literatura? ¿Fue muy difícil el inicio? Ya que JPC es un ser muy intenso, pasional, inmenso; un torrente de arte, pasión y locura fraguado por la vida y los caminos, un ser humano sensible, ¿cómo se define JPC?

—Comencé a escribir por una fuerza que llegó a mi alma a partir de los treinta años. Fue un caudal de tinta que arrasó mi vida y vinieron las palabras sin buscarlas. Nunca estudié letras, no sé nada de literatura. Escribo porque no puedo parar de hacerlo. Ahondar en el camino no sólo de las letras sino del arte, ¡es apasionante! Me fascina transitarlos desde la libertad de hacer lo que amo. Si todo fuese fácil, ¿qué sentido tendría? Los desafíos son las pruebas más maravillosas que uno puede tener en la vida. Aquel inicio sigue intacto porque todos los días recomienzo la senda, estoy en pleno tránsito de letras. No tengo una definición para mí mismo. Si digo algo al respecto estaría limitando la realidad de mi ser. Que cada uno me defina como más le guste. Soy un hombre sin tiempo que camina despojado de todo con un morral cargado de metáforas, arte y pasión. Tengo la oportunidad de vivir y no pienso desaprovechar ni un solo minuto de existencia, estoy viviendo en la eternidad del ahora. El camino me lleva hacia todos los demás caminos invisibles que la realidad va trazando a mi paso. Apreciada incertidumbre de estar vivo y sentir la tinta emergiendo de las entrañas del alma.

—¿Cuáles dificultades JPC debió saltar?, si es que las encontraste, en tus inicios, en cuanto a personas o situaciones que quizás querían ponerte barreras para impedir tu avance en el arte y la literatura.

—Agradezco las dificultades, a las que llamaría circunstancias que la vida nos pone para ver cómo seguimos avanzando, de qué manera respondemos. Todas esas barreras me dieron la fuerza necesaria para no abandonar nunca mi trabajo literario. Vivo guiado por una fuerza interior que viene desde los inicios. Por citar un ejemplo de las “dificultades”: la estafa que afronté con la edición de mi primer libro. El editor que tenía mi poemario ya listo para ser publicado huyó con todo el dinero y jamás publicó mi obra. Hoy me siento muy agradecido por aquella circunstancia. A todos aquellos que me pusieron barreras, trabas o piedras en mi camino les digo: ¡Muchas gracias! No se imaginan la fe que me entregaron para continuar. Ellos han sido mis mejores maestros. Por cada puerta que me cerraban en la cara golpeaba otras diez, otras mil veces. Y llega un momento en el cual ya no hay búsqueda. Las puertas comienzan a abrirse por sí solas. Necesitamos de mucha paciencia, perseverancia y fe, y nunca dejar la senda que uno escogió para su vida. Nada ni nadie puede frenar el destino de una semilla sembrada en el corazón de un ser humano y desde ese lugar de fertilidad absoluta crecerá hasta llegar a ser lo que deba ser.

—¿Qué fue lo que te ayudó a seguir adelante?

—Me ayudó siempre creer en mi trabajo, convicciones muy profundas. La fe inalterable de estar en el camino elegido por mi corazón. Como expresé anteriormente, es una fuerza interior que siempre estuvo y sigue allí en lo profundo de mis entrañas. La voz de mi alma susurrando en mi vida para que no renuncie a las letras por nada del mundo. La ayuda de mi madre. Si hubiese escuchado a las voces del sistema social y de otras tantas personas que nunca me alentaron ahora estaría en otro lugar de la realidad. Ni un sistema impuesto logra ir en contra de la entereza del ser en el instante donde brillan las convicciones del corazón. Por eso siempre agradezco. Soy una persona afortunada de hacer lo que siento. Ser uno mismo, flexible, auténtico, para seguir siempre avanzando un poco más día tras día. No podremos pegar el salto al vacío sin desapegarnos de la mente racional que todo lo busca explicar. Es necesario mirar hacia la profundidad de nuestro corazón y escudriñar las raíces mismas del alma donde se encuentra escrito el sino de nuestras vidas.

—¿Cuándo y cómo fue tu primera publicación, tu primer poema, verso, composición? ¿En la niñez? ¿En los años escolares? ¿De adolescente? ¿Qué sentimientos, emociones o sensaciones te dejaron o te trajeron esos primeros trabajos o creaciones artísticas (fotografías o pinturas) o literarias (poemas, prosas, dramas, ensayos)?

—Tuve una niñez inmensa de salvajismo virgen. Amaba treparme a los árboles, llenarme de barro cuando llovía, atrapar ranas, cazar pájaros (actividad que hoy no apruebo), comer las frutas de las huertas, jugar al fútbol en los potreros de otros barrios. Fui un pequeño gran salvaje. Nunca escribía en esa época, tampoco en la adolescencia y mucho menos en la escuela. Me gustaba dibujar cuando era niño pero no pensé que podría llegar a escribir. No lo supe hasta los casi treinta años cuando allá por 1995 comenzaba a garabatear los primeros versos escritos en un cuaderno que aún conservo. Luego un amigo me dijo que le parecían buenos y seguí escribiendo como algo pasajero, una actividad para drenar tanta insatisfacción personal. Era dueño de dos negocios de alquiler de videos (películas) y daba clases en varias escuelas de la zona como profesor de artes plásticas. La poesía recién comenzaba y con ella una novela titulada Krishan. Las letras estaban en un segundo plano. A comienzos de 2002, luego de regresar de viaje en bus por Salvador de Bahía, Brasil, empecé a trabajar en serio con un maestro de la literatura llamado Marcelo di Marco, con él di forma a los poemas de mi primer libro que titulé Salvaje porque la escritura no provenía de cánones clásicos de literatura, era una fuerza impetuosa llena de vehemencia, como decía el maestro Di Marco.

—¿Qué significan hoy para JPC la literatura, la poesía, la fotografía? ¿Qué sentido tiene para ti dedicarse a estas artes? ¿Entretenimiento? ¿Es una pasión? ¿Está ligado a tu existencia de alguna forma? ¿Te gusta? ¿Una necesidad de expresión? ¿Qué sientes cuando las personas leen, observan, interiorizan, entienden lo que has escrito o fotografiado?

—La poesía es una forma de vida porque no sólo la escribo sino que la experimento en cada átomo de mi ser. Necesito vivir la vida como si fuese un poema. El simple hecho de estar vivo ya es una pasión. Amo lo que hago, ya sea escribir, pintar, tomar fotografías, leer, todo es apasionante cuando se abren las ventanas de la percepción. No hay búsqueda de recompensa. Hago lo que siento porque amo hacerlo sin esperar resultados de ninguna clase. Si a las personas les agrada todo lo que hago me siento feliz y si no les agrada también me siento feliz pues ya no es mi problema. Al no esperar nada de nadie todo es bien recibido. Uno se encuentra más allá del elogio o del insulto.

En el parque

Tu cuerpo desnudo
sobre la hierba de la noche,
la dulce irrealidad de las estrellas.
Husmeo el aire de tu lejanía
y se aproxima el aroma.
Aparecen jazmines,
la esencia hembra:
tu silencio enamorado.

—¿Te sientes premiado, que has cumplido tu rol digamos como poeta, llenado una necesidad humana, poética, artística, interior, de hacer, decir, exteriorizar emociones y sentimientos?

—Estar vivo ya es el mayor premio que uno pueda obtener en la vida. Es un privilegio tener la oportunidad de responder tus preguntas porque significa que puedo respirar, ver el sol ingresando por la ventana, escuchar el canto de un zorzal, sentir la plenitud de la tarde. ¡Es una celebración! Me siento pleno con la vida porque no espero nada. Estoy aquí sentado escribiendo. ¿Qué más puedo pedir? Trabajar no sólo de poeta es un acto de gracia que me llena el alma de metáforas. El espíritu se pliega manso hacia un rincón de la vida y el goce del corazón estalla en los poros de la piel.

El mar se cubre de sueños
hacia el atardecer del amor.
La noche apenas comienza
sólo es una pequeña canción
acompañada por el murmullo de la vida.
El arrullo del pájaro adormece mi corazón
tendido sobre la hierba.
Es el momento de la vida
donde las flores sonríen
el lugar elegido por el alma.
Los atardeceres producen nostalgia
dulce, enamorada de la vida.
Sin recuerdos ni llantos.
El sereno alcance de mi ser
intentará seguir el camino
volverá como todas las épocas.

—¿Por qué piensas que JPC ha llegado con su arte tan lejos, a otros países de Latinoamérica y continentes, incluso, mediante las redes de Internet?

—La verdad es que nunca pensé, ni lo pienso, hacia dónde podría llegar escribiendo, porque hice lo que sentía: escribir. Si las letras me llevaron por esos países me siento muy agradecido por ello y me entregan más fuerza para continuar la senda de las letras.

Ángel crepuscular

Los relojes olvidan el tiempo,
la noche gira en su silencio inabarcable.
Un ángel desangra su vuelo,
pinta crepúsculos en el cielo.

—¿Qué motivó a JPC a salir de Argentina, llegar a Chile, Perú, Colombia y Venezuela cruzando la cordillera de los Andes, vivir lejos de su tierra por varios años? ¿Qué significó este recorrido para JPC? ¿Cómo influyó esto en tu vida de hoy? ¿Cambió, fortaleció tu arte, pasión y locura por la fotografía y la literatura?

—Quería “pegar el salto del guerrero”, me quedaba cómodamente en mi casa con una vida sistematizada (una mujer, mi madre, la familia, negocio, trabajo, los seres queridos, amigos, etc.) y de supuesta seguridad económica o me lanzaba de lleno a vivir la vida entregado a las letras, recorriendo los caminos de Sudamérica. El fuego de viajar horadaba mis entrañas. Quería saltar, se necesitaba de mucho coraje para hacerlo y luego de un año de preparación decidí salir con una maleta y algunos ejemplares de Salvaje, y con toda la fuerza de mi corazón me subí al bus rumbo a Santiago de Chile, mi primera parada. Ese recorrido fue una historia que curtió mi alma, aprendí a crecer como hombre. Todas y cada una de las “adversidades” que padecí, como por ejemplo el extravío de la maleta con mis pertenencias, el robo de todo mi dinero, me fortalecieron para seguir viajando. Perderme durante dos años entre los pueblos de Sudamérica fue un acto de magia. Mi alma se cubrió de aprendizajes, poemas, amigos, historias de amor, situaciones críticas que fueron entregándome muchas enseñanzas. Nunca olvidaré ese recorrido por el alma de otras ciudades. Siempre estará sellado en mi piel como testimonio de haber tenido el coraje de hacerlo. Me siento feliz por esa travesía. Dejé mi huella de fuego grabada sobre la memoria ancestral de aquellas tierras que me acunaron como un hijo más de su descendencia y puedo decir que fue una historia auténtica de coraje, amor, locura, soledad y entrega del alma hacia fines elevados.

Juan Pomponio Castiglione—¿Qué encontraste en el camino? ¿Gentes, amigos, problemas? ¿Alguna vez sentiste tu vida y seguridad en peligro? ¿Llevaste la idea de publicar tus libros, crearlos en el trayecto? ¿Cómo pasó?

—Encontré amigos que la vida puso en el momento justo para brindarme una mano cuando más lo necesitaba. Nombrarlos a todos sería imposible. Gente de una belleza impresionante. Comprendí mucho más que, a pesar de las limitadas fronteras que nos imponen, todos somos el mismo pueblo. Recité en lugares apartados en la montaña con gente de alma pura, campesinos, artistas, poetas. Participé de festivales, encuentros literarios, viajé por el Caribe recitando en bares, vendiendo mis libros arriba de los buses, por los comercios. Cuando uno toma conciencia de la fragilidad de la vida nos damos cuenta de que todo es impermanencia y a cualquier hora podemos desaparecer del plano físico. Desde el mismo momento en que salí de mi casa atravesé situaciones complejas. Tuve muchos momentos de peligro. Arriba de la montaña, en un lugar llamado La Línea, antes de llegar a Ibagué (Colombia), el bus subió a más de tres mil metros y pude ver cómo nos caíamos al precipicio cuando el chofer tomó una de las tantas curvas y al pegar contra la defensa casi morimos todos. Nos salvamos de milagro. Salí sin ideas, dejando que la misma vida me llevase por donde tenía que ser. Muchas cosas que me pasaron se fueron entrelazando para que todo y sin pedirlo fuese llegando a su tiempo. En los días de mayor soledad y tristeza afectiva, la Fundación Banfoandes, por intermedio de un gran amigo, decide publicar mi segundo libro con poemas escritos durante el viaje. Allá en San Cristóbal, Venezuela, en abril de 2008, editaron el poemario Fragua universal. Por eso digo que cuando uno se entrega por completo a vivir de lo que ama, la existencia comienza a tejer redes invisibles para que nosotros podamos lograr nuestros sueños más preciados. La comodidad es lo más fácil y simple que cualquier ser humano puede adoptar. Conformarse, quedarse estancado y paralizado en la misma realidad. La vida es un hermoso y constante riesgo de no saber cuáles serán los próximos pasos y cómo todo nos cambia en una fracción de segundo.

—¿Por qué tomaste la determinación de regresar? ¿Qué encontraste a tu regreso? ¿Fueron difíciles los primeros días? ¿Volviste de nuevo a publicar tus libros en tu país?

—Todas las decisiones que asumo en mi vida nacen de mi corazón, siempre lo consulto. Sentía que ya había cumplido un ciclo de andar los caminos y mi sangre me llamaba a regresar. Los primeros días de estar en Argentina fueron extraños porque ya me había acostumbrado a otra forma de vida y tuve que readaptarme. Pasé momentos de transición y pequeñas crisis, era un extraño en el país donde nací y me tiraba regresar. Estuve a punto de hacerlo pero de repente surgió una Mariposa en mi vida y mi corazón quiso quedarse. Había una fuerza oculta que me decía que me quedara, lo sabía interiormente. La unión con Mariposa Roldán (coreógrafa, maestra de danzas, escritora) hizo que me quedara a su lado para juntos emprender un camino de amor. Publiqué Lluvias torrenciales, poemario que Mariposa coreografió como espectáculo para presentar en el Centro Cultural Borges (Buenos Aires), lo llevamos a Bolivia (Tarija), también hicimos funciones en el Espacio Cultural Pata de Ganso (Buenos Aires). Se trata de un espectáculo de danza, música, silencio y poesía recitada en vivo. Estuve invitado a la 36ª Feria del Libro de Buenos Aires, en la V Feria del Libro Ediber de Berazategui. La Secretaria de Cultura de Berazategui editó el libro La risa de la hierba, presentado en dicha feria. Nunca dejamos de trabajar. Sin esperarlo tuve el reconocimiento de la gente de mi ciudad y fue una realidad maravillosa.

Inspiración

La Guardiana del Templo de las Letras
habita en un recinto invisible
tiene estrellas en sus manos
la noche en su corazón
el cielo en su alma.
Y cuando llora
se deshacen arco iris
bajo sus ojos de otoño.
Es portadora del tiempo
luminosa por la luna
luminosa por el sol.
La Guardiana del Templo de las Letras:
es Amor.

—¿Cómo te ayudó la experiencia del viaje para seguir adelante? ¿Participando en concursos de fotografía, ferias del libro, recitales poéticos?

—Casi no he participado en concursos de ninguna clase, excepto en uno de fotografía realizado por ATEI (Asociación Televisiva Educativa Iberoamericana) de Madrid, España; allí obtuve un premio a la foto más votada por la gente. En certámenes literarios llevo tiempo sin participar. El viaje me ha servido mucho para crecer como ser humano. En casi todos los países me realizaron varias entrevistas para radios, sitios culturales de Internet, diarios y diferentes medios. Fue importante haber salido de mi casa para meterme de lleno en la vida literaria. Hice lo que sentía. La intención y fuerza interior de cada uno de nosotros tiene la suficiente capacidad para que podamos desarrollar y transformar nuestro propio destino, siempre supeditados a algo que vibra detrás de las cosas que vemos como reales, algo de una pureza absoluta que tiene el poder de la Gracia.

—¿Nunca paras de fotografiar, escribir, hacer radio, compartir con los miles de amigos virtuales, dedicar tiempo a tu familia?

—Hay una energía creativa que no deja frenar el impulso. Amo tomar fotografías, trabajar en radio, realizar presentaciones en espectáculos de danza, pintar. Claro que tomo mis tiempos para leer buenos libros, escuchar música, salir por las rutas y andar en bicicleta varios kilómetros. Ahora mi familia es el universo. Somos una inmensa familia, sólo tenemos que despertar del sueño colectivo y darnos cuenta. Amo a mi madre, le dedico tiempo a esa anciana llena de luz. Amo a Mariposa y ahora comparto mi vida con ella. Mi corazón está pleno de arte, todos los días me pide más.

Un alquimista

Destila el brebaje de los cielos
descubriendo tu sonrisa anochecida
Elabora una lección
proporcionada en tiempos remotos.

Campanas y relojes derriten los minutos
Las horas desaparecen
y el tiempo
despierta al mismo tiempo.

Un terremoto derrumba el sonido
cae un rayo atravesando tu corazón.
Todos giran y giran en sentido contrario
Las pisadas se marcan en las paredes.

Huyen mariposas
nunca vistas.

—Ahora háblame de tu encuentro con Mariposa. ¿Soñaste encontrarla o fue un encuentro mutuo? ¿Qué significa para tu vida la llegada de ella a tu mundo de arte, pasión, literatura, familia y trabajo? Tengo entendido que han realizado varios espectáculos de poesías y bailes dramáticos, donde Mariposa Roldán interpreta tus poemas y libros. ¿Cómo ha sido preparar todo esto? ¿Qué respuesta han logrado obtener del público?

Juan Pomponio Castiglione y Mariposa Roldán
Juan Pomponio Castiglione y Mariposa Roldán.

—Cuando dejé de buscar esa mujer “ideal” que llenara mi vacío y entendí que la realidad del amor no dependía de nadie más que de mí mismo, sin pretender absolutamente nada apareció Karina Roldán, con un correo electrónico que un día irrumpió en mi vida trayendo palabras de misterio. Desde ese momento quedamos enamorados el uno del otro. Luego se transformó en Mariposa. La vida nos acercó. El universo, Dios o como sea que se llame esa energía que vibra más allá del velo de lo aparente, dispuso nuestro encuentro desde hace miles de años. Ella es amor. Mariposa significa placidez para mi alma y ha llegado para hacerme madurar como hombre. Es una gran mujer, de una capacidad e inteligencia impresionantes. Mariposa es la Guardiana del Templo de las Letras, lee, corrige mis obras, me ayuda en todo, es un puntal enorme para mi trabajo literario y para la vida emocional. Mi vida se encuentra a su lado. Juntos hacemos radio, corrijo sus textos, le doy pequeñas sugerencias. Nadie compite con nadie porque es amor. Nadie pretende brillar más que el otro. Estamos fusionados. En lo profesional, Mariposa hizo toda la puesta en escena, coreografías, musicalizó y dirigió el espectáculo de danza inspirado en el libro Lluvias torrenciales. Fue maravilloso ver cómo preparaba todos los detalles, mezclarme con el arte de la danza, aprender un nuevo lenguaje, ver bailar a su compañía y sobre todo el impacto de sentirla a ella en el escenario erizó mi piel. ¡Fantástico encuentro de almas! Celebro la aparición de la bella Mariposa en mi corazón de poeta.

—¿Cuáles libros has publicado hasta ahora? Háblanos de tus próximos proyectos o trabajos inmediatos en cuanto a fotografía, libros, ferias de libros, si piensas realizar algún viaje para presentar tus trabajos fotográficos, poéticos y espectáculos de bailes dramáticos en el exterior, otros países de Latinoamérica, en Estados Unidos o en Europa.

—Hasta ahora van cuatro libros de poesía, Salvaje (2002), Fragua universal (2008) Lluvias torrenciales (2010) y La risa de la hierba (2010), y varias publicaciones de antologías de poesía y cuento en diferentes países. Mi proyecto es no tener proyectos sino vivir el día a pleno, escribir y dejar que la fluidez de la vida vaya guiándome hacia donde tenga que ser. Hay muchas propuestas, exponer fotografías, retomar la pintura, viajar con el espectáculo de danza/poesía a otros países, publicar la novela Krishan y el libro Huellas de fuego, historia de un viaje en bus por Sudamérica, recitar en vivo. Son tantas actividades que si uno no está atento sobreviene la ansiedad, entonces siempre busco no pensar tanto y fluir. Dejarme llevar. No creer en promesas y trabajar todos los días un poco más.

Secretos del alma

Las nubes están colocadas sobre el cielo de una manera inexplicable. El sol, una esfera roja que se hunde hacia la noche. Los colores del ocaso tiñen mi pluma que brilla acompañada por el delicado canto de una calandria. La eternidad de la vida se sucede así, con retazos de gloria, descubriendo la simplicidad de todas las cosas que rodea la existencia. El sol ha desaparecido y ahora nos encontramos en un punto intermedio entre la noche y el día. Los pequeños brotes del paraíso anuncian la llegada de la primavera. Es inminente, la celebro con todo mi corazón para que las flores impacten sobre mis ojos despiertos ávidos de vida. Usted es la Verdad. Yo soy la Verdad. Cada uno es la Verdad. Toda la raza humana conforma la Verdad: SER.

—¿Cómo ves la literatura argentina de la actualidad? ¿Qué crees de Jorge Luis Borges y Cortázar? ¿Cómo consideras el Nobel de Literatura a Vargas Llosa? ¿Por qué no ha habido un argentino premio Nobel de Literatura, siendo esta una de las cunas del llamado boom literario latinoamericano del pasado siglo XX? ¿Qué piensas tú de estos galardones (Nobel de Literatura)? ¿Qué importancia tienen para JPC esos premios? ¿Existen en la actualidad algunos escritores (poetas, novelistas) candidateables para el Nobel de Literatura? ¿Tú conoces de algunos?

—Para ser sincero debo decir que casi no he leído a Jorge Luis Borges. ¿Qué podría comentar al respecto si desconozco su obra? De Cortázar leí algunos cuentos que me parecieron fantásticos e intenté leer su novela Rayuela varias veces y nunca pude digerirla, será que todavía no es el momento. La verdad, no sé por qué ningún argentino fue premiado por el Nobel, será por cuestiones de política. Para ser honesto tampoco me interesa demasiado. No creo que un premio Nobel pueda hacernos mejores o peores escritores, me parece que se trata de un bálsamo para el ego. El mayor premio que tengo en este momento es la posibilidad de estar aquí sentado y responder tus preguntas. Todo lo demás son lucecitas de colores que encandilan. No creo que para ser feliz sea necesario un premio o reconocimiento literario, la felicidad no depende de factores externos. Si me dan un premio será bienvenido y si no me dan nada, también. He visto tantos premios arreglados, escándalos de editoriales importantes donde los ganadores ya estaban digitados previamente, amigos que se premiaban entre ellos. También he visto concursos serios pero todo es tan relativo... La corrupción forma parte de nuestra sociedad y la literatura no es la excepción. No estoy muy al tanto de quién podría ser un candidato de Argentina al Nobel. Premiamos a uno solo. ¿Y el resto de los escritores? No creo en los premios. Generan comparación. Cada uno es auténtico si no se compara con nadie. Escribamos sin esperar nada a cambio.

—¿Cómo se pueden comprar tus libros? ¿Escribiendo a qué correo electrónico? ¿Podrías decirnos los principales blogs o páginas de Internet donde estás presente con tus trabajos y entrevistas?

—Mis libros pueden comprarlos directamente conmigo escribiéndome a mi correo: juanpomponio@gmail.com. Allí les daré las explicaciones. Los principales blogs son http://fraguauniversal.blogspot.com, http://juanpomponiocastiglione.blogspot.com, http://juanymariposa.blogspot.com y http://lamaloka.blogspot.com. Tenemos la página del Facebook “Escritos, poesías y reflexiones de Juan Pomponio” con más de 2.300 personas que comparten ese espacio.

El barco de tu cuerpo

Restos de naufragios carbonizados
sumergidos en los pétalos del útero
embellecen la cruz de tu mirada.
El suelo fatigado no será igual
espera la deserción del humus de tu alma
despierta aquella canción
aclama el mineral derramando
el vaso de la fertilidad.

—¿Alguna otra cosa que se nos haya quedado, y que quieras compartir con los lectores de este medio?

—Siempre quedan tantas historias para compartir pero prefiero dejarles una inquietud para todos: ¿nunca probaron tenderse sobre la hierba para dejar todo lo que no somos a un costado del tiempo?

—¿Crees que, además de hacer lo que te gusta, la literatura es un modo de vida? ¿Podría JPC vivir sin la literatura y el arte? ¿Cómo sería esto? Además, ¿podrías contarnos un poco de tus programas radiales?

—Si uno cree en lo que hace de su vida, ¡sí!, la literatura es un modo de vida. Necesitamos coraje para vivir de lo que nosotros amamos. Todo puede lograrse. No tengo dudas. Podría vivir tranquilamente sin la literatura porque de lo contrario sería una dependencia y no es bueno depender de algo para vivir. La misma vida es un gran ensayo poético, aquí se escriben los poemas más bellos, con nosotros mismos. Realmente no sé cómo sería vivir sin la literatura. Tal vez vivir en una aldea de mar, alejado de todo, disfrutando del arrullo de las olas, el murmullo del viento, sintiendo el éxtasis del sol y gozando el acto de vivir. La vida es hoy. El mañana es una incertidumbre maravillosa. Vivamos plenos como sea. ‎Quedar varado en la inmortalidad del presente es un estado de éxtasis total, en el ahora existe la única verdad de ser. Me faltaría decirle sobre los programas radiales. Éstos son La Maloka Loka, los jueves a las 20:30 horas por FM Espacio 91.7 y La Maloka Místika, los viernes a las 21 horas con la conducción de Mariposa Roldán y Juan Pomponio por FM Dakota 104.7.

—Finalmente, si quieres enviar un saludo a las gentes de España, otros países europeos, Latinoamérica y el mundo.

—Mi saludo es universal. Va dirigido al gran pueblo que somos como humanidad. Ya no veo al mundo en divisiones de países, fronteras, razas, religiones, ideologías y demás cuestiones. Todos somos uno. Les digo que estamos en la Tierra para desarrollarnos y crecer como seres humanos. ¿Somos humanos? Sigamos el camino interno del pulso. Vivamos desde el amor para que nuestra sociedad comience a pegar el gran salto hacia una nueva visión de ser. No fraccionemos más a los seres humanos. La nación es la Tierra. ¡Basta de guerras inútiles! ¡Terminemos con las divisiones ideológicas! Pongamos la sabiduría al uso de nuestras facultades mentales y trabajemos para mejorar el daño que hicimos sobre este mundo. ¡Nada es imposible! Todos somos responsables y venimos al mundo para realizarnos como seres humanos, entonces no perdamos la hermosa oportunidad que tenemos de vivir. Esta experiencia en este cuerpo dura apenas una fugacidad, entonces, ¿vamos a desperdiciar la vida? No miremos solamente lo feo, malo y doloroso. Trabajemos internamente para cambiarnos y así transformar el mundo que nos rodea. Comencemos por nuestro mundo personal que luego impactará en la humanidad. Tengan fe. Un abrazo de luz.