Incendios fortuitos
Tu corazón tiene la dureza del pedernal
y la misma capacidad para encenderse.
Fondo de armario
La alegría en tus labios
es un traje que portas
sin ninguna elegancia;
es casi una mueca
de dolor que enmascaras.
La minifalda roja
que te ha quedado grande.
Breve
Es cansado llorar en largos versos...
¡Sea, pues, mi lamento contenido!
Fábula
Como las sierpes vamos arrastrándonos,
rugiendo cual león amedrentándonos,
intercalando abrazos de oso de peluche y fiera,
como anguilas fugaces discurriendo,
con la elegancia del gato de Angora,
la locura altiva de la cabra en el risco
y el sutil aguijón del escorpión.
Antirrefrán
Más valen cien pájaros volando
que uno solo y enfermo
en el cuenco implorante de tus manos.
Sensibilidad
La luz es invisible,
la ceguera también.
Pero la siente.
El jardinero
Cuando planto una planta creo crear
todo un mundo que nace de mis manos.
Mas contemplo en sus hojas la rúbrica
de la luz, la tierra, el agua... y siempre
me arrebatan su autoría.
Caja fuerte
Se crearon
los labios como conchas
para guardar en su caja fuerte
los secretos.
Pero buscando la gran perla
un pescador
severo horadó el misterio
de su cripta
entreabierta de vagina.
Cabeza de chorlito
Tienes pájaros en la cabeza
para que puedan posarse
en los nidos de tu sien.
La vida es vello
Los pelos que se te caen cuando te peinas
dejan un rastro de calavera
en tu cepillo.
Bendita inocencia
Envidias lo que tengo porque no me conoces.
Envidias lo que no tienes porque ignoras cuánto vale.
Envidio tu propia envidia: su inocencia la redime.
Ahogos
Llueve sobre mojado
por eso andamos
con el agua al cuello.
Alas de plomo
Se alzó de puntillas,
agarrada al alféizar,
para que el vértigo
no diese con sus huesos
en el centro de gravedad
de la cuestión.