Teoría del asentimiento
Mis ojos
se desperdigan
por los confines del mundo
Siguen la ruta
de tus orquídeas
en noviembre
Prolongo los días
en estado de simbiosis
Opalescencia
Soy roca
desgastada
por tus besos
Los rituales,
domados por el fuego
nos convidan
a vicios perennes
Unidos
La noche
entrelaza nuestras sombras
Recibo la prenda
cual jabón escurridizo
Despertar
Mi
piel
Refugio
y
descanso
de
tus
amaneceres
Instinto
Yo reencarno
en tus voces
más antiguas
La Tierra zigzaguea
cómplice
La pasión del cóndor
Ven
y regurgita
todo tu amor
sobre mis huesos
Ménage à trois
Pasen
las veces que quieran
las veces que puedan
Jayna Oso
Linda mariposa
cuando posabas en la flor de los doce años
Jota Mario Arbeláez
no hubiese dudado
en preguntarte:
“Colegiala del alma
Míreme
¿Qué piensa hacer cuando esté grande?”
En el banco
Dos cuerpos dentro de un saco de dormir
Como si una crisálida se masturbara
Roberto Bolaño
La Venus de Milo
camina hacia la taquilla
detrás, en una larga espiral, se congregan
decenas de trabajadores de la construcción
Todos
le otorgan
miradas cortantes
El Tercer Planeta
La Tierra
en su soledad
gira
en el mayor de los silencios
La Luna
es su pañuelo de lágrimas
en un lenguaje
que desconozco
Púrpura
El dedo
se solaza
en hurgar
mares
de
tinta
El olvido
condena
The power of love
Podemos evadir
el silencio resignado
de las piedras
Las que irradian angustia
Las que llevamos dentro
De nostalgias y suspiros
¿Recuerdas
aquellos
días
cuando
fuimos
dos
coacervados
ardientes
de
piedad?
La vía
Mis versos
destellos vacíos
llegarán a tu mundo
bajo un resplandor
imperceptible
El ceño de Medusa
Quedo petrificado
ante las mujeres de fuego
y los hombres de ceniza
Inmóvil
en el centro del Cosmos
Donde se forman los remolinos