Letras
Poemas

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Lego

Como para frenar mi abulia,
Busqué entre imágenes visuales,
Y miles de rostros, entre ellos
Algunos nombres
De los cuales algunos me traían
Lánguidos recuerdos.
Muchos rostros
Y nombres
Y rostros,
Retumbando en la memoria frágil,
Quien se defendió
eliminándolos como un ruido incestuoso.
¡qué necesidad tan necia de estar entre tantos!
Que necia necesidad que de tantos,
Yo fuera la pieza que irrumpe
La continuidad del relieve
Pues no ha habido angustia más grande
De experimentar que de la obra,
Soy la pieza que menos posibilidad tiene
De provocar el impacto de lo inacabado.
miles de rostros
Y nombres,
Y rostros,
Que desaparecen como
Una información mal guardada
Esa que resuena,
en la punta de la lengua
Y mi nombre, entre otros nombres,
Pues no hay otra función
Que la de ser.
Mira el delirio que provoca
El creer.

 

Dilema

Muchas manos
Ayudan a una multitud de gente.
Una mano que aprieta,
Define el grado de nuestra conciencia,
O quizás revela el lugar que tomaremos
El día que cambie el rumbo definitivo
De la historia.
Cada día es una lucha,
Es la preparación previa al enfrentamiento
Inevitable cuenta regresiva,
Que ansío con ganas verla
En vida,
Pero es como la espera
De lo que nunca sucederá.
Me aferro a la fe ciega
De un instante
Donde todos
Nos parecemos a todo,
Y la crueldad vil
De quien selló
Mi jerarquía,
Sea sentenciado
Al mar de azufre
Que alguna vez
Leímos en nuestra niñez,
Sólo que ahora
Ya no somos tan niños.

 

De viuda

Dentro de una cueva iniciática
Retorcida entre mis cuclillas,
Espero pacientemente
Que la prueba entre cenizas
Pase como una noche en estado febril.
La primera es tuya.
La segunda, invocando la imagen filántropa,
Corre por mi cuenta.
De mi cueva frágil,
Había estado al pulso sosegado
De las brisas rutinarias,
Y el viento... ¡ah! El viento,
El único eco natural que me libera.
Aquél no me traía noticias tuyas,
Porque calló ante mi mirada triste
Y me consolaba de verdades crueles.
Tu presencia inesperada,
Caminante sigiloso,
Walking dead,
el ladrón de cuidados,
Vanidad infernal
Buscabas un refugio frente al incendio
Que provocó tu furia
De no desatar la magia,
los resultados
Que te habían funcionado conmigo.
Pero no todas caen,
Yo me inclino ahora fundida
En sórdida pena,
Pues tu efecto no tiene nada que ver
con la fórmula que acostumbras.
El poder que creíste podrías repetir
Corrió como una suerte inesperada
De una nostalgia inconclusa
De un amor impenetrable