Letras
Cuatro poemas

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Manuel Carrasco

Yo que no conocía
a Manuel Benítez Carrasco,
tiré mi vocablo al río
para que le hable algún pájaro.

Y mira si soy gitana,
andaluza y desprendida,
que todo mi buen ropaje
se lo regalo a la vida.

Pues tú sabes que la espina,
se me hace una llaga y pena,
y no hay palabra sedienta
que me quite a mí este llanto.

Por eso hoy bien amado,
fingiendo que soy un lirio,
deshojo aquí delante
mi corazón desprendido.

 

Amor gitano

Mira si soy poeta
algo loca y confundida,
que ayer cuando me miraste
cerré de amor las pupilas.

Tú sabes por qué te amo,
por qué muero en los suspiros,
porque mi amor es gitano
y porfiado vive el mío...

y porque eres el hombre,
la prenda que mejor calza,
es que yo vivo a tu sombra
aunque tú no me des nada.

Tiré mis sueños
tú sabes,
no volverán a ser míos.
Pero ya no importa nada
yo vivo por tu cariño.

Y si algún día besaras
estos labios compungidos,
volverá la primavera
seré el nenúfar del río.

Acunaré tus tristezas,
seguiré tu huella y paso,
y no me importa la pena,
si tú sigues a mi lado.

Y si la vida te lleva,
antes de ser tu dicha,
quiera la Virgen mía
condenarme aquí en la tierra
a llorar cada segundo
la condena que me espera
por no haberte arrancado
la pasión de entre tus piernas.

 

Colonizar los estados

Mírame me falta el aire,
arráncame los botones,
no importa si es con las manos
o con los dientes los rompes.

Esconde tu sed insaciable,
donde descansan mis lunas,
y desliza la serpiente
hasta que muera en mi tumba.

Coloniza mis estados,
cada rincón y la jungla.
Sólo quiero que poseas
de mi ansiedad, la lujuria.

 

Miel de arrope

Sobre mi pecho esmaltado
en la triste noche escribo:
consúmeme con tus llamas,
estoy muriendo de frío.

Porque tú eres mi hazaña,
el vendaval de mi hastío.
Fruto amargo,
las ausencias,
miel de arrope si eres mío.

Siémbrame en la morada
el hábito del derroche,
no ves que eres el amo
que disemina mi bosque.

Fuiste
y quiero que seas,
usurpador y conquista
y que mi boca sedienta
saboree tu saliva.