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Fernando Vallejo
Vallejo: Nunca he esperado que me den premios.
Fernando Vallejo gana el Premio FIL
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Fernando Vallejo, “una de las voces más personales, controvertidas y exuberantes de la literatura actual en español”, es el ganador del Premio FIL de Literatura en Lenguas Romances 2011. El jurado, integrado por siete reconocidos críticos, escritores y académicos, concedió este lunes 29 de agosto el galardón al autor de El río del tiempo, La virgen de los sicarios y El desbarrancadero, por ser un escritor que expresa “su emoción con la voz de un artista en el que coinciden la realidad de un mundo raro con la imaginación”.

El Premio FIL de Literatura en Lenguas Romances 2011 está dotado con 150 mil dólares y se entregará el 26 de noviembre durante la inauguración de la 25ª Feria Internacional del Libro de Guadalajara (FIL). El jurado de este año estuvo integrado por Juan Cruz Ruiz, de España; Cecilia García Huidobro, de Chile; Calin Mihailescu, de Rumania; Julio Ortega, de Perú; Margarita Valencia, de Colombia; Jorge Volpi, de México, y Michael Wood, de Inglaterra, quienes definieron a Vallejo como una “figura verdaderamente original de la literatura en castellano”.

Nacido en Medellín en 1942 y naturalizado mexicano en 2007 —vive en México desde 1971—,Vallejo es autor de las novelas Los días azules, El fuego secreto, Los caminos a Roma, Años de indulgencia, Entre fantasmas, La virgen de los sicarios, El desbarrancadero (con la que obtuvo el Premio Rómulo Gallegos), La rambla paralela, Mi hermano el alcalde y El don de la vida. Además, ha publicado tres libros de ensayos en los que, con humor y erudición arremete, respectivamente, contra Charles Darwin, los “impostores” de la ciencia y la Iglesia católica: La tautología darwinista, Manualito de imposturología física y La puta de Babilonia.

Vallejo también ha incursionado en la cinematografía como director y guionista. Dirigió las películas Crónica roja, que en 1979 recibió el Premio Ariel de la Academia Mexicana de Artes y Ciencias Cinematográficas a la Mejor Ópera Prima, En la tormenta y Barrio de campeones. También escribió el guión para la adaptación cinematográfica de su novela La virgen de los sicarios, que se estrenó en 2000 dirigida por el director francés Barbet Schroeder.

El Premio FIL de Literatura fue creado por la Feria Internacional del Libro de Guadalajara para reconocer “el conjunto de una obra de creación en cualquier género literario. Se entregó por primera vez en 1991, a Nicanor Parra, a quien siguieron los reconocimientos para Juan José Arreola (1992), Eliseo Diego (1993), Julio Ramón Ribeyro (1994), Nélida Piñón (1995), Augusto Monterroso (1996), Juan Marsé (1997), Olga Orozco (1998), Sergio Pitol (1999), Juan Gelman (2000), Juan García Ponce (2001), Cintio Vitier (2002), Rubem Fonseca (2003), Juan Goytisolo (2004), Tomás Segovia (2005), Carlos Monsiváis (2006), Fernando del Paso (2007), António Lobo Antunes (2008), Rafael Cadenas (2009) y Margo Glantz (2010).

 

“Los premios me quedan grandes”

Vallejo respondió, en conferencia de prensa y vía telefónica desde la Ciudad de México, con un simple: “Estoy muy agradecido. Nunca he esperado que me den premios. Creo que me quedan muy grandes. Ya los utilizaré para una obra noble”.

La conferencia en la que se dio a conocer el nombre del ganador estuvo presidida por Consuelo Sáizar, presidenta del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes de México (Conaculta); Marco Antonio Cortés Guardado, rector general de la Universidad de Guadalajara; Joaquín Díez-Canedo, director del Fondo de Cultura Económica y representante del Fideicomiso del Premio FIL; Raúl Padilla López, presidente de la FIL; el escritor Jorge Volpi, representante el jurado; Dulce María Zúñiga, coordinadora ejecutiva del Premio FIL, y Nubia Macías, directora general de la Feria.

El escritor, que cuenta 17 títulos en su haber, anunció que el tema de uno sus próximos libros serán las conclusiones a las que ha llegado hacia el final de su vida. Durante la celebración de la 25ª FIL Guadalajara, prometió, dará algunos adelantos. La “cocina” del próximo libro será sin duda más fácil que la del primero, Los días azules (1985), porque entre las cosas que Fernando Vallejo ha aprendido de la vida es que la literatura es un oficio: “No sabía cómo hacerlo. Aunque había estudiado filosofía y letras y me había dedicado a estudiar gramática, ni la gramática enseña a escribir ni los profesores de filosofía y letras. Hay un oficio de escribir, de saber hacer las frases que suenen bien. Eso es muy complicado, pero no se enseña en ningún lado”.

Y cuando aprendió, su escritura le dio para criticar con sapiencia a curas, políticos y científicos, como Darwin. En la charla telefónica con periodistas, Vallejo habló de sus fobias, entre las que están las “vendas” que imponen la religión católica, los políticos y la indiferencia de la humanidad ante los desafíos actuales del planeta.

“Algún día se me quitó la venda moral que me habían puesto desde que nací. Me la puso mi país Colombia y mi religión, en la que me bautizaron: la cristiana, la católica, que me impedía ver con claridad que mis prójimos eran los animales, no sólo era el hombre, y que me impedía sentir su sufrimiento. Esto hizo que mis problemas personales pasaran a segundo orden y esta claridad, quiero decirles que me amargó profundamente la vida. Si yo pensaba que podía ser feliz, esa ilusión se desplomó. [...] Me di cuenta de que mi gran enemigo era la sociedad, porque la habían educado igual que a mí. [...] Entonces le declaré la guerra a esa religión”.

¿Cuáles son sus otros enemigos?, se le preguntó: “Todos los políticos, del presidente pa’ abajo. Los de aquí, los de España, los de Colombia, los de Italia, los de Francia, los de los Estados Unidos [...]. Los nadie que se apoderan del micrófono y del alma de sus países y que no dejan hablar por cuatro años o por seis”.

Ya entrado en la política y cuestionado sobre asuntos del narcotráfico, el autor afirmó que México recorre el camino que Colombia recorrió hace 20 años y Colombia recorre la brecha de corrupción que México inició hace 50 años. “México ya se colombianizó y Colombia ya se mexicanizó”, lamentó, y dijo que la cultura no tienen una solución para el tema, pues se trata de un problema moral.

Fernando Vallejo, quien llegó a México en 1971, y para quien las nacionalidades son un asunto burocrático, juró que no escribirá más sobre el tema del narcotráfico. En cambio, prometió que durante la 25ª FIL Guadalajara, que se realizará entre el 26 de noviembre y el 4 de diciembre de 2011, hablará de sus fobias y sus esperanzas.

Fuente: FIL