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V Encuentro de Ensayistas y Narradores de la Asociación Pie de Página

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Una relación novedosa del hombre con su contexto fue la visión literaria que ofreció el V Encuentro de Ensayistas y Narradores que, organizado por la Asociación Pie de Página, se llevó a cabo en la Biblioteca Agustín Codazzi de Maracay (Aragua, Venezuela) los días 6 y 7 de octubre de 2011, en homenaje al ensayista venezolano Augusto Mijares.

El evento contó con la presencia de la directora de la biblioteca, licenciada Idonelys Loyo, quien siempre ha puesto a la orden de Pie de Página los espacios de esta emblemática institución del estado Aragua. La comunicación en el origen, en el destino y en el mensaje del siempre solidario público contribuyó al éxito de la reunión. Los ponentes expresaron una visión de apertura a las diferentes controversias que algunos discursos narrativos y poéticos suscitan en este siglo XXI.

Luego de la instalación del encuentro con palabras de la coordinadora Carmen Alida Méndez, la poeta Julia Liendo realizó una semblanza sobre la primera presidenta de la asociación, Julia Elena Rial.

Manuel Cabesa sorprendió con una propuesta sobre el ensayista Augusto Mijares, y su obra El Libertador, en la cual Mijares desnuda a Simón Bolívar de ropajes demiúrgicos para analizar un ser humano que sufre, ama, yerra y acierta. Mijares es presentado por Cabesa como el escritor libre de exaltaciones y resentimientos.

Para revivir lo vivido como fuerza de una visión, Marina Sandoval expuso su colección de fotografías “Postales del Mediterráneo”, seguida de la participación de la Escuela de Flamenco “Amorcito Gitano del Carmen”; ambas crearon dos núcleos de significación que estimularon el universo imaginario de los asistentes.

El historiador Camilo Morón inicia la tarde del día 6 con un mito subyacente de inestabilidad temporal y mutabilidad entre el poeta español Miguel Hernández y los venezolanos Lydda Franco Farías, Miguel Otero Silva y Víctor Valera Mora.

Luego de un breve conversatorio, la escritora Tibisay Vargas libera la cultura regional protegida del poeta Luis Barrios Cruz, para hablar sobre la simbología de la palma en el contenido de voces en extinción de una región que vive su fractura epistémica.

La línea subversiva se acrecienta cuando la profesora María Eugenia Bravo expone un serio trabajo de investigación sobre la poeta zuliana María Calcaño. Sin asumir jerarquías entabla un enriquecedor diálogo con el ponente Cósimo Mandrillo, también estudioso de la obra de Calcaño. Podemos decir que, después de 48 años de muerta, la poeta se vio envuelta en un interesante neobarroco1 que osciló entre el eros reprimido por el contexto familiar y social y la necesidad de estudiar su discurso desde la línea de una estructura poética novedosa para su tiempo, visiones que ambos ponentes defendieron con mucha coherencia y academicismo. Momentos después el profesor Mandrillo expuso al público los problemas inherentes a la búsqueda de palabras claves en la traducción de la poesía de Cesare Pavese, y los cambios de sentido respecto a los poemas en relación con su lengua de origen.

Ya al final de la tarde, el escritor Alberto Hernández desarticula el discurso de la novela El bululú de las ninfas, de José Pulido, para indicar los patrones rítmicos de un lenguaje propio de la costa litoral venezolana: la oralidad de la narración como portadora de mensajes de erotismo, sensualidad, solidaridad, dentro de los límites de contingencia de una población, Vargas, que vive su ficción en ascuas.

Le toca al periodista José Pulido duplicarse en hombre actual y de los años setenta, como partícipe y oficiante de la memoria bohemia de una Caracas desaparecida; Pulido creó un metalenguaje con la ironía propia de quien aparenta subvertir el academicismo valiéndose de él.

Terminó el encuentro con un “tête à tête” entre Hernández y Pulido, durante el cual demostraron la versatilidad de estos días compartidos; sin caer en la “charla”, ambos sugirieron conexiones audaces entre la oralidad y la invención de un pretérito cotidiano que accede al presente como una pausa para asegurar la existencia. Se mostró en el evento que la interpretación del fenómeno literario depende del sistema de referencias en el cual se inserte.

 

Nota

  1. Neobarroco: entendido, no como revalorización del barroco, sino individualización de las asimetrías, una manera discontinua de transformar el discurso literario. Estudio de las estructuras subyacentes más profundas de lo que se narra y que se enfocan hacia una aproximación con lo impreciso y lo indefinido, rico en seducción para la mentalidad contemporánea (Calabrese, Omar, 1999: La era neobarroca. Madrid: Cátedra).