Entrevistas
Luis López Nieves: un rebelde literario

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Luis López Nieves

Es la década del 60, época de cambios y rebeldía. El movimiento de los hippies ya se hace notar y los Beatles suenan con insistencia en cada rincón del planeta. En medio de esa vorágine un adolescente, Luis López Nieves, descubre el mundo de la literatura. “No sé lo que es vivir sin leer, desde muy joven estaba acostumbrado. Me gustaba comprar el Almanaque Mundial y leer la información sobre los países. De pronto, no sé cómo también me dio con escribir. Al principio fueron unos poemitas, creo que lo hice para levantar muchachas”, confiesa. Pero no son los almanaques su motivación para escribir sino hippies bohemios que lo llevan a adentrarse en lo que luego se convertiría en una exitosa carrera como autor literario. Escuchar a unos muchachos hablar sobre la novela El extranjero, del francés Albert Camus, fue la iniciación que las letras le habían preparado. “Un día como a los trece años leí El extranjero y me impresionó tanto que dije que quería hacer algo así”, recuerda sobre el impacto de leer la primera oración de la obra, en la que un hijo se entera de la muerte de su madre y esto parece no importarle.

Mientras tanto su capacidad intelectual aumenta. De un lector pasivo se convierte en uno obsesivo y nocturno. A los 15 años se estrena como estudiante de la Universidad de Puerto Rico (UPR). Pero imitar las actitudes que veía de sus ídolos le da un giro a su vida: a un año de comenzar en la universidad se muda a Nueva York con su novia de entonces. Más tarde retoma sus estudios y sin saber por cuál carrera decidirse, asiste a talleres de cuentos con dos escritores puertorriqueños. Esto sin duda define su inclinación por la literatura. “Tuve el honor de coger un taller de cuento con René Marqués y otro con Pedro Juan Soto, dos grandes monstruos de la literatura en esos momentos. Y ahí me quedé”, rememora el segundo de cinco hermanos.

Es entonces cuando comienza a escribir cuentos. Se gradúa de la UPR con concentraciones en literatura comparada y estudios hispánicos. Tras aceptar varias sugerencias decide publicar su primer cuento, “Ese maldito hielo”, en el periódico Claridad. Continúa estudios de maestría y doctorado en literatura. Luego se convierte en profesor universitario y en 1983 su cuento “Seva” conmociona a los lectores del semanario. El texto narra la invasión de los norteamericanos a Puerto Rico con el toque característico de darle una visión diferente a la historia. “Porque yo le digo historia trocada; se le ha llamado tergiversación, pero lo que yo hago realmente es enderezar la historia”, aclara el también autor de La verdadera muerte de Juan Ponce de León, con el que obtiene su primer Premio Nacional de Literatura, el reconocimiento literario más importante de la Isla.

Luis López Nieves
Qué te inspira: Leer.

Autor predilecto: Mi padre literario es Julio Cortázar, mi abuelo es Franz Kafka, mi bisabuelo es Stendhal y mi tatarabuelo es Miguel de Cervantes.

Rutina al escribir: Escribo de noche.

Palabra que detestas usar: Muerte.

Si fueras gobernador: Prohibiría los letreros en inglés.

Qué opinas de la literatura en PR: Hay una nueva generación de escritores con un talento inmenso.

Qué alimenta tu creatividad: Mirar, escuchar y leer.

Su argumento para escribir novelas que enderezan la historia es simple. “Soy un gran lector de la historia y me di cuenta de que cada historia es una interpretación, un punto de vista. Cada país tiene derecho a crear su versión de la historia para sentirse orgulloso de ella, y hace falta que hagamos eso”, reflexiona el fundador y director de la biblioteca digital de cuentos clásicos Ciudad Seva. Pero su inquietud por contar la historia de una manera distinta no se limita a sus raíces boricuas. En el 2005 publica El corazón de Voltaire, donde cuestiona si realmente el corazón de este escritor y filósofo francés es el que se encuentra en la Biblioteca Nacional de París. El éxito de la novela es inmediato, especialmente entre los más jóvenes, por estar escrita mediante correos electrónicos. “Me satisface que los maestros me den las gracias. Es un libro que los estudiantes quieren leer”, dice sobre el texto que se ha traducido a idiomas como el polaco, islandés e italiano.

En su reciente libro El silencio de Galileo nuevamente le hace un reto a la historia en busca del verdadero inventor del telescopio. Y no solamente vuelve a darles vida a personajes de El corazón de Voltaire, sino que además regresa al uso de los correos electrónicos. “Pretendo darle al lector una obra literaria de calidad, que sea placentera y a la vez que aprenda algo sobre sí mismo, el mundo y la realidad humana. Pero quiero enseñarles a mirar las cosas de otra manera, que vean que la verdad no es tan obvia como dicen”, precisa el escritor residente de la Universidad del Sagrado Corazón, donde imparte clases desde hace 26 años.

Su defensa del español lo ha llevado a crear campañas de servicio público y a ser el fundador de la primera Maestría en Redacción para los Medios en Puerto Rico. De igual forma, su faceta de profesor la ha desarrollado a la par con su pasión por la literatura, al ofrecer talleres de cuentos hasta que en el 2004 establece la Maestría en Creación Literaria, primera de este tipo en Latinoamérica. “Cuando uno enseña a escribir uno aprende”, señala sobre su rol como profesor. A sus estudiantes les aconseja que sean escritores de alcance universal. “Todo tema local se puede trabajar. Es la forma en que lo escribes, que ese texto tenga validez de aquí a 200 años y en cualquier idioma. Decimos que El Quijote primero es manchego y después universal porque Cervantes lo escribió de tal forma que cualquiera lo entiende”, puntualiza el autor, quien reconoce la importancia de la publicidad, las charlas y la presentación de los libros que se hacen para dar a conocer sus obras.

Pero más que el dinero o la fama lo que satisface a Luis López Nieves es el contacto con los lectores y compartir con ellos la principal cualidad de un escritor: la rebeldía. “Si piensas como todo el mundo, haces lo que todo el mundo y te comportas como todo el mundo, difícilmente podrás ser escritor. ¿Qué necesitas para ser escritor? Ver más allá de lo que te dicen, no aceptar lo que te dan como un hecho. Los escritores trabajamos con las palabras y si no somos capaces de buscarles el sentido, entonces no se puede ser un buen escritor”, finaliza.

Sin revelar de qué se trata asegura que su próxima novela es más ambiciosa que las anteriores. Con toda seguridad el lector quedará complacido y otra historia será enderezada por un rebelde literario.