Letras
“Extraño oficio”, de Javier Claure Covarrubias
Extraño oficio
Javier Claure Covarrubias
Poesía
Edición del autor
Estocolmo, Suecia, 2010
Extraño oficio
Extractos

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Secuencia recursiva

Un avión despega con muchos pasajeros,
los pasajeros van volando por el cielo de Nueva York,
el avión parece una nube de otro tiempo

Nueva York era una ciudad con dos torres gemelas,
las torres gemelas se transformaron en cero.
¿acaso el cero indica la no existencia?

La no existencia puede tomar forma de una muñeca,
la muñeca se orina en la cama
la existencia de un árbol es la escritura de la naturaleza.

La cama sirve para crear el amor
el amor se compone de dos personas
¿acaso un hombre y una mujer son Adán y Eva?

El hombre y la mujer hacen crecer un vientre,
el vientre da lugar a una nueva vida,
el hombre nace para morir

La nueva vida es un ser humano,
el ser humano contempla a un oso hormiguero.
¿Acaso el oso hormiguero no engulle a las moscas?

Las moscas suelen pasear por los pies de ciertas personas,
ciertas personas conectan cables de luz,
las moscas aterrizan en una sopa de lentejas

Los cables de luz están cargados de alta tensión
la alta tensión afecta a una manzana podrida
¿acaso la manzana podrida no genera gusanos?

Los gusanos comen el cadáver,
el cadáver está echado en las tablas,
los gusanos tienen ojos de espejo biselado.

Las tablas se pierden en la oscuridad,
la oscuridad es devorada por el tiempo

El tiempo traga al avión, a los pasajeros, a Nueva York,
a las torres gemelas, al cero y a lo no existente

El tiempo traga a la muñeca, a la cama, al amor, al hombre,
a la mujer y al vientre

El tiempo traga a la nueva vida, al ser humano, al oso hormiguero,
a las moscas, a ciertas personas y a los cables de luz

El tiempo traga la alta tensión, a la manzana podrida, a los gusanos,
al cadáver, a las tablas, a la oscuridad y al mismo tiempo.

 

La poesía

La poesía no es materia bruta
la poesía es petróleo ardiendo en tu ventana
la poesía no es un coágulo de sangre en la cafetera
la poesía es un lienzo infinito de corales
la poesía no es una mortaja riéndose del desgraciado
la poesía es un coche rojo militando por las calles
la poesía no es una pelota congelada en la carretera
la poesía es mi hija andando con sus ojitos de sol
la poesía no es una máquina de calcular
la poesía es una integral entre el otoño y el verano
la poesía no es una flor desencajada en el espacio
la poesía es un tablero que pone en jaque a los corazones.

 

Clandestinidad

Escribo desde la clandestinidad
equipado de fusiles, turbinas y motores
porque a menudo me echan la culpa
de haber acuchillado
al círculo del mar
y a los últimos contornos de tu sombra;
me acusan además
de haber embrujado a dos mujeres
que posaron sus labios en los míos.

En esas ocasiones
que la vida me sedujo con su guadaña
junté la miseria, el hambre,
el dolor, la soledad,
a mis espaldas cargué con mi destino
y en mi jardín de refugio
sentí el olor de las paredes
después de la tempestad;
saqué las espinas
al tallo de una rosa ausente,
enterré las mentiras una por una
bajo un cántaro
y la intriga cayó
de bruces sobre un abedul

Pasó el tiempo del aire,
llegó una campana verde,
se supo de la soberbia
contra el intelecto
y sin hacer ruido un ancho camino
trazó el calendario
y hojarascas de vidrio molido
cortaron el alba en mil pedazos

Hoy día
aunque se corra el riesgo
de anunciar un delirio,
aunque mi cuerpo
se aleje de mis pulmones,
nacerá una isla
deliberadamente inclinada
para las madres
que aman su placenta
para sembrar
cereales y no ausencias
y nadie podrá maldecir
el armonioso flamear
de las banderas del mundo.

 

Negra blanca

Una mujer negra pasea por el boulevard
entra a una tienda, se maquilla
y sale blanca.

Una mujer blanca pasea por el boulevard
entra a la misma tienda
y sale negra.

La negra lleva una cartera
la blanca una sombrilla.
la primera se mide ropa interior
y su pierna se queda en el sofá
la segunda compra un chocolate
y su brazo se queda en el mostrador

Ambas se miran, no se hablan, pero se sonríen;
cada cual se desvía por su camino,
la negra de anchas caderas descansa en un banco
la blanca observa una vitrina

La pierna y el brazo se juntan
formando un cuadro blanco-negro,
la pierna obstruye el tráfico,
el brazo con amabilidad saluda;
la negra quiere su pierna,
la blanca su brazo;
las dos conversan con sus respectivos novios
sin cartera y sin sombrilla que les moleste.

 

Retama, pan y agua

Yo soy la retama,
me acaricia el viento sin tocarme;
mis labios son amarillos;
en mi terreno juego con insectos
y puedo dar salud, suerte y protección

A la una en punto de la tarde,
me riegan con algún líquido bendito,
así mi tallo ejerce la bondad de lo divino,
por eso me prenden como medalla
tras un portón, sin que vea el gato ni el ratón

Yo soy el agua
siempre la misma, siempre diferente
del cielo caigo a las extensas praderas,
y se alegran el maíz, el arroz y la cebada;
soy esa fuente de larga cabellera,
el mar bravío es la palma de mi mano
y a mis orillas nace hierba buena

A menudo me torturan en un cubo,
me ponen presión alta,
me venden como mercancía,
y me enojo desde los barcos;
me alejo, entonces, con la espuma en el lomo
y a nadie regalo mis vertientes

Soy el pan fresco
me amasan con levadura de pobres,
azafrán de cien colores;
de nada me quejo,
no tengo emblemas de grado,
soy la humilde señora
de sombrero dorado en las bandejas

Soy la madre de grandes poblaciones,
el pedestal que sostiene a la médula espinal;
yo, sí soy
esa eterna oración, ese misterio no pensado,
ese canto que va de boca en boca

He venido al mundo de muchas formas;
las migajas de mi cuerpo
son para las aves
el perfil de mi cintura
que no tiene frecuencia modulada;
hago alianza con los niños, la pasión y la armonía
y vuelvo a renacer
para ser pan fresco en las bandejas.