Letras
Poemas

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por la forma de mis manos


que
falta
poco

de noche tal vez

mientras llegues poema
la
espera
vale

 

Los colibríes de Samuel Ruiz

Una vez
(en medio de libros, recuerdos y mates)
Dorita Giannoni
me enseñó:

Para los pueblos originarios
los colibríes
son mensajeros del más allá

Pequeñas uniones
entre el mundo de los dioses
y el nuestro

Me parece tan poético y hermoso
(lo que me enseñó Dorita)
que siempre lo llevo presente.
Siempre...

Por eso no me sorprende ver colibríes en el patio
apenas quince minutos de enterarme
que murió
Samuel Ruiz, obispo de Chiapas.

 

para componer un corazón

es fácil hermano
agarrás el corazón lo partís así
le sacás el juguito
y antes de coserlo
lo rellenás con lo que quieras:
luciérnagas
piedritas
hojas de malva
cualquier cosa

menos tristeza, claro

 

antonio puigjané me bendijo el otro día

y con él
me bendijeron:
francisco de asís y jesús el obrero de nazaret
mons. podestá y su amor por clelia
carlitos bustos y su compromiso con la vida
olga y luis arédez
el pelado angelelli y su oído en el pueblo
los poemas de casaldáliga paco urondo javier heraud
la sonrisa de un niño del comedor del p. farinello
los hermanos de trelew y la tablada
el abrazo de patricio rice y fátima
los sueños de un mundo mejor de camilo torres y el che
la dignidad de jaime de nevares
la comunidad de ernesto cardenal
y 30.000 sueños por cumplir

todos y cada uno de ellos
se hicieron presentes

con semejante bendición
vale la pena seguir.

 

Bañado Tacumbú

(Mt. 25, 37 - 40)

para Germán, Irma, Bruno, María y Jorge

Desde una casita de madera
me brindás tu sonrisa
y tu mano tendida.
Diez pasos más adelante
te descubro dibujando pajaritos en la arena.

Y si vuelvo mi rostro:
ya estás en otra parte
esperando mi encuentro.

Mire hacia dónde mire...
Vaya por dónde vaya...
Siempre estás.
Siempre...

Qué lindo saber que vos, Señor,
acompañás mis días
en el Bañado Tacumbú.

 

la iglesia que nos robaron*

para arturo blatezky, félix gibbs y pablo agüero

la iglesia que nos robaron
tenía un solo corazón
y una sola alma
compartía las cosas
y todo era de todos
(nadie pasaba necesidades)

en la iglesia que nos robaron
se podía participar de las decisiones
a nadie se le prohibía su palabra
y si alguno se equivocaba
lo perdonaban
(comprendían que nadie es infalible)

se adoraba en espíritu y en verdad
la única autoridad era el servicio
y sabían que
en el preso
en el hambriento
en el desnudo
en el desocupado
en todos los que sufren
se esconde el mismo dios

la iglesia que nos robaron
nunca precisó de riquezas
lugares de poder
ni gobiernos
el mundo entero le pertenecía
y se reconocía fácilmente por dos cosas
primero: por el gran amor que se tenían unos a otros
segundo: por llevar a la práctica la palabra de jesús el obrero
hasta las últimas consecuencias

aunque fue hace mucho
que nos robaron la iglesia
todavía hay esperanzas de recuperarla

sé que no es fácil
y que es un trabajo pequeño
(pequeño como un grano de mostaza)
pero así también es el reino de los cielos

vale intentarlo
yo me animo
¿vos te animás?

(*) “La Iglesia dejó de ser cristiana en el 313, cuando comenzó a ser la Iglesia oficial del Imperio y empezó a ser invadida por los sectores de poder...” (p. José Comblin, en una entrevista de 1998).

 

otoño

me voy cubriendo de hojas
con vos de la mano

 

Haikús para Carmen Carmona

1

Desde que sabes
mi nombre el mundo ya no
parece extraño.

 

2

Un pétalo del
cerezo huye detrás de
los colibríes.

 

3

Cuando te vayas
¿hacia dónde, pájaro,
nuestras miradas?

 

cuidado con los ojos cuando llores

al secarlos
despacio
¿sabes?

Se
vuelven frágiles
por
las lágrimas

es tan extraño el mundo de la pena

 

gorriones en la tapia

no
esperan nada
sólo comentan
las cosas del barrio

 

Coplas de Juan Uva

1

Una lágrima de sol.
Sí, de sol, una lágrima.
¿Qué otra cosa eres, hoja seca,
en mi ventana?

 

2

Una noche mágica
es el presagio de tu sonrisa.
¿Pero qué presagia esta lluvia
que no trajo golondrinas?

 

3

Además de soledades, tristezas y pulgas,
con mi perro compartimos otras cosas:
Un pedacito de cielo, con gorriones amigos
y una lluvia celeste, que te nombra.

 

apareció de golpe

no sé cómo pero allí estaba
creo que puedo reconocerlo si alguien muestra una foto
cómo olvidarme
la cosa que allí estaba
sonrió
miró para un lado miró para otro lado
y lo dijo
suave
directo
lo dijo
ni siquiera respiró
lo juro
fue sólo un segundo
sí un segundo nada más
lo pienso y no puedo dormir
¿será posible?

el mundo es redondo (dijo) redondo redondo

¿será?