Artículos y reportajes
Rosa Tezanos-Pinto:
El exilio y la palabra
La trashumancia de un escritor argentino-estadounidense

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“El exilio y la palabra: La trashumancia de un escritor argentino-estadounidense”, de Rosa Tezanos-Pinto
El exilio y la palabra: la trashumancia de un escritor argentino-estadounidense
Rosa Tezanos-Pinto
Vinciguerra
Buenos Aires, 2012
269 p.

El título alude a elementos claves, exilio, palabra y trashumancia, en la producción de Luis Alberto Ambroggio, notable exponente de la poesía vanguardista. Doctor en filosofía y ciencias sociales, académico, escritor y empresario. Es autor de trece poemarios, entre los que figuran Poemas de amor y de vida, Oda ensimismada, Los habitantes del poeta, El testigo se desnuda yLa desnudez del asombro, para citar algunos. Fue traducido a varios idiomas y recibió innumerables distinciones. Integra la Academia Norteamericana de la Lengua Española.

Este libro contiene, además de una antología extraída de los poemarios, ensayos esclarecedores sobre su fecunda obra poética. Todos ellos, escritos por relevantes estudiosos de diferentes países, nos permiten interpretar el sentido de su creación artística al mismo tiempo que refractan la actitud frente a la vida.

Rosa Tezanos-Pinto, en la extensa Introducción, encuentra “que su labor literaria une lo estético e ideológico en una demanda inmanente de respuestas” y lo considera una de las voces más audaces de las letras hispanas escritas en los Estados Unidos.

El alejamiento del país de origen ocasiona naturalmente un estado de extrañamiento y orfandad que puede proyectarse en la escritura. En el caso de Ambroggio, quien es argentino de nacimiento y está radicado en los Estados Unidos desde 1967, este hecho lo lleva a reflexionar con imaginación crítica acerca del discurso literario y de algunos interrogantes que ponen en crisis el concepto de identidad.

El mismo autor, en el ensayo “El exilio como condición poética”, expresa que “el poeta lleva el exilio a cuestas” y en un poema perteneciente al libro Poemas desterrados considera que “todos somos exiliados, venimos de un paraíso perdido”, con lo cual, para el poeta, la sensación de desarraigo forma parte de un inconsciente colectivo universal. Ambroggio también ha estudiado a otros escritores hispanos exiliados en los EEUU, cuyas temáticas son semejantes, incluyendo las numerosas escuelas, generaciones y movimientos literarios.

El trabajo de Conny Palacios, “Arte poética y palabra en Los habitantes del poeta”, sostiene que en los Estados Unidos la poesía en español está cambiando el alma de la nación y dibujando a un nuevo hombre. Lo demuestra con el poema “Creación”, en el cual el yo lírico afirma que Dios creó al poeta para que construya mitologías.

La poesía, justamente, puede revelar, entre otros, el sentimiento de nostalgia experimentado por quienes extrañan a su patria, ya que los versos nacen del asombro, del alma de los pueblos y de la inconformidad. Aclara Ario Ernesto Salazar en “La revolución del arte y sus revolucionarios” que, como el arte puede imprimir un giro diferente al mundo, considera revolucionarios a quienes cambiaron la forma de expresión como ocurrió con Rubén Darío, Octavio Paz, Jorge Luis Borges o el autor que nos ocupa.

Opina Daniel Fernández en “Ambroggio o la consagración del instante” que el poeta atrapa el momento y lo convierte en arquetípico. Ejemplifica esta voluntad consagratoria del instante, la cual es central en su quehacer poético, con la “Oda 39” del libroOda ensimismada, en la que leemos: “He estado buscando un amanecer / para edificar mi alegría”.

Para Ambroggio, la palabra, la lengua, es el anclaje que tiene el escritor latinoamericano que reside en el exterior para afirmar y documentar su identidad. Por tal motivo, escribe en español por necesidad de aferrarse a las raíces. Tiende a rescatar la poesía escrita en tal idioma en los Estados Unidos, la afianza, estudia a los grandes clásicos en español y es miembro de la Academia Norteamericana de la Lengua Española. Podemos comprobarlo en algunos epígrafes de Gustavo Adolfo Bécquer, Antonio Machado o Vicente Huidobro que encabezan sus poemas. También en sus ensayos acerca de la poética de Jorge Luis Borges, César Vallejo o Rubén Darío, además del bilingüismo.

Sobre este fenómeno, Edna Pozzi en “Bilingüe, un verdadero desafío”, se plantea si es posible traducir la poesía en su música esencial. Destaca la maestría de Ambroggio para entender lo intraducible. Cita su poesía “Comunión”, perteneciente a Poemas de amor y de vida, en la que dice: “Vida / para entenderme / tienes que saber español / sentirlo en la sangre de tu alma”. El lenguaje define una identidad ya que interactúa con nuestros pensamientos y sentimientos. Por su parte, Manuel Marín Oconitrillo subraya la musicalidad existente en la obra poética del escritor y se detiene en los elementos musicales de algunos poemas pertenecientes a La desnudez del asombro.

Adriana Corda, en el ensayo “Disociación del signo poético en el poemario Laberintos de humo”, observa que, desde una perspectiva semiótica, la metáfora parodia en este libro el discurso del poder. De esta manera, Ambroggio transforma en poética la reflexión política y desacraliza la creación canónica con recursos lúdicos que involucran al lector. Corda también estudia “El discurso de la identidad en Los habitantes del poeta”. Opina que, frente a la globalización de los ‘90, el autor vigoriza el discurso de la identidad valiéndose de la ironía como denuncia y creando un universo simbólico.

Debra Herrick reseña El cuerpo y la letra. La poética de Luis Alberto Ambroggio, compilación de la Academia Norteamericana de la Lengua Española que reúne artículos sobre su obra, poemas escogidos, además de tres ensayos del autor sobre la creación artística. Tal publicación logra dar una visión coherente de su poética. De la misma antología también se ocupa Vanessa Lago Barros, quien le agrega el subtítulo “El asombro de un poeta ante el mundo”. Allí pasa revista, en su vasta obra, a los temas preferidos como el misterio de la vida, el amor, la creación artística, el compromiso político, la historia universal o la mitología, y examina las etapas de su evolución literaria.

El extenso trabajo de Moraima Semprún de Donahue titulado “La obra ambroggiana y Por si amanece (Cantos de guerra), un dualismo existencial”, marca una curva en su creación desde un canto a la vida en Poemas de amor y de vida hasta abordar la muerte inevitable, que el poeta combate legando su labor artística a la posteridad. Nota un cambio radical en Por si amanece, cuya temática gira alrededor de divinidades, religiones y guerras y donde, con fuerza desgarradora, compara antiguas luchas mitológicas egipcias con las contemporáneas. Observa que el acontecimiento bíblico sigue vigente en la existencia humana.

Otro abordaje puede leerse en el ensayo “Humanismo y tecnología”, de Juan Liscano, donde expresa que, en una época en que se reduce la condición humana en favor de la producción técnica, de la escritura de Ambroggio emana el humanismo ahuyentado por la tecnología.

Mirian Pino, en su estudio “Dos poemas migrantes: ‘Lengua materna’ de Eduardo Espina y ‘Otredad’ de Ambroggio”, al compararlos, observa que ambos fundan un espacio propio con la escritura reflexiva.

Los valiosos textos compilados, si bien nos aportan puntos de vista diversos y distintas interpretaciones, “coinciden en indicar que la poética y ensayística ambroggiana esquematiza una seductora mezcla de fuerza, conocimiento, emoción y honda reflexión, particularmente, en los temas de exilio, proceso creativo y cuestionamiento filosófico”, como expresa Rosa Tezanos-Pinto en la Introducción.

La antología de poesías del autor, que integra esta edición, nos permite apreciar directamente su obra e interpretarla aplicando los estudios citados. Con criterio didáctico, está dividida en tres secciones según el tema predominante: el exilio, con una concepción amplia del término; la palabra, que nos permite participar de planos intangibles, y la trashumancia, cuyo concepto lo condensa el autor en los siguientes versos de la poesía “El viaje que somos”, perteneciente a El testigo se desnuda: “Yo, piloto de vientos, / viajo el viaje que soy”. En todos sus versos, las sugerentes metáforas se abren a una gran profundidad filosófica ya que son ideas y arquetipos que evocan el concepto. A través de ellas se vislumbra la vida plena, todo lo que no se puede captar por la lógica ni por la metafísica. Otros recursos utilizados son la anáfora, la antítesis al confrontar universos opuestos, y la ironía. Sus estrategias discursivas ahondan la actitud crítica frente al mundo que lo rodea y transparentan su filosofía existencial.

Rosa Tezanos-Pinto es doctora en lenguas romances y literatura hispánica por la Universidad de Miami. Colabora con publicaciones periódicas especializadas y es coordinadora de la revista literaria Alba de América. Es coeditora de libros del Instituto Literario y Cultural Hispánico de California que dirige la doctora Juana Arancibia. Asesora académica de la Casa de los Poetas del Perú. Catedrática en Indiana University y directora del Programa de Estudios Latinos. Ha recibido diversos premios. Es miembro de la Academia Norteamericana de la Lengua Española. Su trabajo El exilio y la palabra: La trashumancia de un escritor argentino-estadounidense, editado cuidadosamente por la Editorial Vinciguerra, es un valioso aporte para captar y bucear en la trayectoria poética de Luis Alberto Ambroggio, en la que el poeta ha proyectado en forma recurrente su asombro ante el mundo y su problemática existencial. Será muy bien recibido por investigadores, docentes y lectores en general, quienes podrán deleitarse con las poesías y escuchar en ellas las diversas voces del universo, a veces contradictorias y paradójicas, que habitan en el poeta.