Letras
Las guerras occidentales

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Yo sé que se ha congelado la literatura: es el tiempo del miedo

Yaxkin Melchy

I

Nacimos en un huerto solar
y la luna se hundió en mi garganta de montaña
para siempre
vinimos como células devorando células
imaginarias
y de esta coalición de minerales
llegamos a la tierra como un relámpago.

La muerte es la confusa torre de Babel
en el valle de las palabras
en el valle de la ciencia
en los valles donde han crecido
todos los héroes mitológicos de mi sangre.

Venimos de las cataratas y del lodo y del desierto
con una estrella sobre la lengua y los vientos
adentro de los ojos
llegamos solos como 1 estrella y como el viento.

Pero sobre todo
nacimos en el temor del universo
en el cuerpo agitado del universo

en el miedo
en el miedo de las partículas
en el miedo a la soledad de cada partícula
que se adhiere se suma y se devora que muere y renace en su soledad de proteína de grasa y de glucosa en este cuerpo que se une y desintegra en los abrazos sobre la cama sobre las nubes sobre el polvo de otros cuerpos solitarios que renacen cuando muero cada noche en el fuego de los sueños.

He reencarnado en este país
donde mi corazón se agita
como el centro del universo
donde el miedo nace en cada flor en cada gota de agua
caída desde el cielo.

Este país donde los animales temen
extinguirse como 1 relámpago
donde la selva de las palabras se devora todo

mientras los fusiles esperan la mañana
mientras mis granadas se fragmentan como los frutos de la muerte
en el cielo como en la tierra
mientras el plomo de mi alma escupe salmos esperando la mañana
mientras el silencio se pudre en la boca de los vivos que esperan la mañana
mientras el tiempo se pudre en la boca de los vivos que esperan
mientras el miedo se pudre en la boca de los vivos
mientras los dioses se nos pudren en la boca
mientras la espera nos pudre de miedo con el miedo a la guerra a los cementerios a los perros que pasan por la calle miedo a la burla a la humillación a la sangre a las heridas sobre mi cuerpo a las heridas adentro de mi cuerpo miedo a los entierros a los decapitados a descansar en paz en la oscuridad más plena con el miedo a los truenos a los gatos a caernos de la cama en el abismo del sueño interminable a las brujas afilándose los dientes para comerme los ojos al número 13 al número 7 al número 3 al número cero a la nada y al paso del tiempo miedo al tiempo que se detiene en el fin del mundo a los cataclismos a las catástrofes y a las tragedias a los caballos desbocados a las cirugías a los cuchillos a las alturas miedo al desamparo y al extravío al castigo divino al infierno y a la paz infinita del cielo a la voz de dios a la voz de dios a la perfección al fuego a los relámpagos a los espíritus incendiados y a las almas incendiarias a los extraños miedo a lo invisible y a las luces cegadoras de nuestros nacimientos a la incertidumbre y a la vital contradicción del límite a la ausencia del límite para llenar este espacio y este tiempo con definiciones del miedo miedo a la inmediatez de este poema que no dice nada y a su condición de infinito polvo en la memoria de nadie.

Todos los argumentos de mi ciencia son para negar el miedo y destrozar la angustia de no saber nada.
Porque mi cuerpo no da explicaciones sobre la angustia de saberme infinito, con la tranquilidad de saberme finito.

Hace 1 siglo un portugués me susurró:
“amo infinitamente lo finito”
“deseo imposiblemente lo posible”
“porque lo quiero todo”
Y hoy, esta noche (aquí va la fecha de hoy) lo repito:
amo infinitamente lo finito amo infinitamente lo finito
amo infinitamente lo finito amo infinitamente lo finito
amo infinitamente lo finito
para siempre.

piel de gallina
pelos de punta
sudor en las manos

Los lobos crecen adentro de mis ideas y no puedo detenerlos
no puedo cruzar la frontera del sueño
y me convierto en el fantasma de la libertad.

piel de gallina
pelos de punta
sudor en las manos

Cuando dejé de soñar con brujas
mi cuerpo sobrevoló la ciudad
eterno y diurno.
Pero la noche de sus bocas
las estrellas de sus dientes
me observan cada noche.

piel de gallina
pelos de punta
sudor en las manos

El miedo de una araña cuando se hunde
en las profundidades de mi cabeza y en el escusado
de mi memoria.
El miedo de las ratas cuando las alcanza la mañana y el veneno del mediodía.
El terror de las serpientes cuando encantadas
por una hembra en el campo mueren.
Los murciélagos huyen de nuestra mirada silenciosa y magnética.
(No recuerdo el primer día en que tuve miedo.
No sé si fue un día de sol o luna).
Todo sigue igual.
Todo como la noche de nuestra memoria.
Todo como el día de nuestro olvido.
Todo como la noche que atrapa el cielo con un guante.
Todo sigue igual.

todo es como el sueño de los guantes negros

Con la furia atrapada detrás de la lengua.
Con la agitación de un huracán en las aguas de la nada

en el más muerto de los mares muertos

azotando las manos en el vacío de las palabras.
Tienes miedo a la locura universal y a la bestia de tus manos.
Al animal rabioso de tu cuerpo que se agita en el cuerpo del tiempo.

en el más muerto de los mares muertos

Pero todo sigue su curso hacia la boca del miedo.
Porque me quedo solo me quedo solo me quedo solo y qué.
No hay manera que quedarse solos todo el tiempo
con los otros solos que se quedan solos
y entonces
el abrazo enorme de los solos
el fuego enorme de los solos hasta la extinción.

 

hipnofobia

Eulogio Bañuelos dijo que la jornada ha sido dura, vamos a tirarnos como palos. Y sí, nos tendieron cobijas y petates para acostarnos... pero el sueño estaba lleno de muertos que no dejaban dormir.

Y entonces Guadalupe Cisneros nos dijo que a ése nadie lo sepultó. Con el tiempo se secó y el aire lo hacía sonar como un bule.

Y entonces iba yo a morir y les pedía que me desataran
que me quitaran la camisa mojada
y me extendieran sobre el pasto
y me sonreí cuando sentí el cielo en la garganta
y miré todo
con los ojos
como para mirarlo todo.

 

zeusofobia

en el cine acepto 1 mentira como real
en el poema acepto 1 mentira como la realidad
en el teatro acepto la realidad como mentira
en tu presencia acepto 1 mentira:
tu sombra es el verdadero monstruo.

 

cronofobia

La evolución de nuestros miedos a lo largo de la vida:
de 0 a 1 años: miedo a todo lo que ocurra de manera intensa y resulte desconocido, incluidas las personas
de 2 a 4 años: catástrofes, tormentas, animales
de 4 a 6 años: catástrofes, oscuridad, separación de los padres, fantasmas y brujas
de 6 a 9 años: daño físico y miedo al ridículo
de 9 a 12 años: conflictos de los padres, rendimiento escolar, enfermedades y accidentes
el miedo de 12 a 18 años y en adelante: rechazo de mis iguales, rechazo de tus iguales, rechazo universal, relaciones interpersonales, autoestima, mala autoestima, falsa autoestima, ninguna autoestima, no sé cómo comportarme, no sé qué decir, pánico escénico, miedo a que me rechacen, miedo a que los rechace, miedo a seguir creciendo, miedo a quedarme quieto, miedo a la siguiente hora, miedo a que amanezca, miedo a ser inútil, miedo a no saber que soy inútil, miedo a saber que todo esto es muy útil o no, pero me convierto en una bestia fabulosa y ya no pienso, mi autómata interior da las órdenes específicas, las órdenes que necesito para ser igual a los iguales, hasta olvidar que tengo miedo de perderme en el tiempo.

 

onirofobia

Soñé que estaba muerto y que no moría. Soñé que un amigo construía una ciudad con sus dos manos. Soñé que me soñaba y tu cuerpo se hundía en la cama o en el desierto. Soñé que había claridad en algunas palabras, en algunas estrellas y que un día la gente que habitaba el sueño, tomaba las armas soñadas por otros para destruir una patria que había sido olvidada.

La alerta y la reacción son percibidas por la vista
y el oído ante algo desconocido o peligroso.
Nos cagamos de miedo.
Estas respuestas inmediatas que no son una falla, sino una respuesta instintiva, constituyen un sistema de vigilancia y alarma
como 1 relámpago
el peligro atenta contra la integridad y la preservación de la especie.