Letras
Ven, que en mi casa ya no hay fantasmas

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*

Todo el mundo dice que regrese a mi casa.
¿Pero cómo hago para llevarme mis cosas?
Si en tu cabello no caben los muebles,
ni en tus brazos cabe toda mi ropa.

 

**

Vivo tan rápido que siento la muerte cerca.
Que un día despertaré con las manos arrugadas
—y los pechos caídos,
que voy a balbucear tanto
—y a decir las palabras tan mal,
que mi lenguaje se transformará en un eco inentendible,
en un maullido de gato desatendido.

 

***

Yo te amo a través de tu idioma,
en tus besos escritos y tus palabras divididas.
Amo el recuerdo falso de tenerte en mi cuarto,
de existir apenas en frase de “buenos días”.

Ni siquiera sé cómo pronunciar tu nombre,
no te he besado ni me he despedido de prisa.
Hay un “hola” que se tumba en mi casa,
y un “adiós” que de repente se olvida.

 

****

El 25 es un número de corazones
una mitad falsa, un anuncio de llegada
un beso suave en la mejilla de tu fotografía
algún rastro de intensidad juvenil

Es la costa de aguas intranquilas
la frialdad del regreso impertinente
el sabor de una dulce despedida
ojos de miradas ausentes

 

*****

A veces despierto y me doy cuenta de que está lloviendo en mi cuarto, de que las gotas se van dividiendo y las corrientes van filtrándose en las paredes. Los saludos se despiden, saludan los adioses, y a veces siento que es una pesadilla pero no, no lo es. Así es como llega la tristeza, azul y falta de respeto, hermosa e imitativa.

 

******

Ay, que me duele el ojo, y el dolor me va recordando que estoy triste, y la tristeza me va diciendo que anoche no debí ir a esa fiesta donde tal vez te encontraría, y que la fiesta me recuerde que hablé con mis amigos de cosas que no debí haber dicho, y que esas cosas tal vez hagan que la gente deje de confiar en mí, y que la confianza se me cayó del bolsillo un día mientras me montaba en un bus, y que en un bus hace tiempo me abrazaron como para no soltarme jamás, y que al final me solté yo por andar pendiente de un pintor que se creía poeta, y que al final los poetas solo son un torbellino de palabras, y que las palabras le llegan a uno por tantas bellezas blancas, y que en verdad yo amo tanto que no sé a quién amar primero, y que el amor al final no me importa porque me duele el ojo y no debería seguir escribiendo.

 

*******

Y aquí voy, prendiendo ya el segundo cigarro a pesar de saber que me mareará, y lo espero en una esquina gris donde pasan los autos sin mirar hacia arriba, apoyo el pie en la pared cuando me olvido de ser buena ciudadana y cruzo los brazos porque mis manos son feas —al igual que mis pies—, en realidad no sé qué decirle, ni siquiera sé si saludarle o no, solo sé que se dice te amo para evitar el adiós y cuando eso es al revés ya no tiene sentido. Yo me niego a ser fantasma, a ser la tercera de gatas tristes, yo prefiero que me importe nada para así ser feliz por todo.

 

********

Decidí ponerme un vestido corto
a ver si así enamoro a la soledad.
Viajo a Brasil todos los días
me dói quando tenho de voltar.

 

********

Anoche soñé tanto
que no recuerdo haber dormido

 

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I

Camina conmigo, amor, en este viaje de árboles muertos y reencuentros blancos. Asómbrate conmigo mientras nos vamos quedando sin pies y sin manos que tomar. Abre la boca mientras nos consume la muerte, y asómbrate conmigo mientras se nos va cayendo la ropa, sin chance de siquiera mirarnos desnudos.

 

II

Me llegó de repente tu muerte, en el segundo que sentí un apagón en los ojos. Eso pasa, eso pasa, se va poniendo vieja la mirada por el cristal que atraviesa la ausencia. Se va rompiendo la ventana en la cabeza, me van rayando el piso y arrancando la piel. La ausencia nos besó en la boca y nos fuimos hundiendo.