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Fallece el dramaturgo venezolano Rodolfo Santana
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Rodolfo Santana
Santana: estética del desamparado.

Cerca del mediodía de este domingo 21 de octubre dejó de existir en el Hospital “Doctor Luis Salazar Domínguez”, de Guarenas, Miranda (Venezuela), el dramaturgo venezolano Rodolfo Santana, uno de los más importantes creadores relacionados con el cine y el teatro de su país, a causa de una diabetes que se complicó con una infección pulmonar.

La noticia fue confirmada por su hijo Roberto Santana y por su colega y amigo el dramaturgo Néstor Caballero, Premio Nacional de Cultura 2012. “Él desarrolló lo que pocos dramaturgos logran: una estética... Una estética del desamparado, del marginal, del que siempre ha sido obstruido. Dejó obras maestras que perdurarán. No hay un solo año en que una pieza de Rodolfo no sea estrenada”.

Caballero añadió que Santana fue un maestro de la dramaturgia. “Nunca se guardó los conocimientos ni la experiencia a la hora de dictar un taller. Hoy perdí no sólo a un compañero, sino a un hermano con el que compartí lo duro y lo maravilloso del teatro. El transcurrir de nuestra vida fue siempre con ese norte: el teatro, el diálogo. ¡Y cómo hago hoy con este aplauso que siente mi corazón!”.

El escritor habría cumplido 69 años este jueves 25 de octubre. Su muerte acaece cuando se cumplen 17 años de la partida de otro personaje mítico de las artes escénicas venezolanas, el escritor José Ignacio Cabrujas.

Santana se sumergió en las distintas tendencias de la escena latinoamericana. Sus obras intentaban una reflexión detenida sobre algunos puntos de la variada gama temática del continente americano: violencia, identidad, costumbres, sincretismos, magia, santería, el poder político, influencia de los medios de comunicación, el deporte en las sociedades y otros temas.

Nacido en Guarenas el 25 de octubre de 1944, fue criado en Petare. Desde los quince años escribía cuentos y novelas breves. A los 19 años comenzó a formar grupos de teatro en Petare, donde se inició su carrera dramatúrgica, tomando como referencia la problemática social, lingüística, cultural y humana de Venezuela en especial y el latinoamericano en general.

En 1968 obtuvo con la obra La muerte de Alfredo Gris el Primer Premio en el Concurso de Dramaturgia promovido en Maracaibo por la Universidad del Zulia. En esa misma oportunidad logró una mención de honor con la obra Los hijos del Iris, además de que en la siguiente edición del mismo concurso, en 1969, obtuvo el segundo premio con su obra El ordenanza.

En 1969 se vinculó a los procesos teatrales universitarios y en 1970 comenzó a dirigir el Teatro Universitario de Maracay, dependiente de la Universidad Central de Venezuela. Ese año obtuvo el Premio Nacional de Teatro, que se otorgaba por primera vez en Venezuela, con la obra Barbarroja, y estrenó en Valencia, Carabobo, su obra El sitio, en el marco del I Festival de Teatro de Provincia, logrando el Premio “Juana Sujo” a la mejor obra del año. En 1971 fue becado por el Instituto Nacional de Cultura y Bellas Artes. Durante dos años su trabajo se radicó en España, Inglaterra, Francia y luego en Colombia, Perú y México.

En 1972 obtuvo una mención de honor con la obra Tarántula en el Premio Internacional “León Felipe”, promovido por la Editorial Finisterre de México. Ese año, el montaje de su obra La farra logró el Premio “Juana Sujo” a la mejor obra.

Fue invitado en 1973 a la Universidad de California por el Departamento de Portugués y Español. Allí con un grupo de estudiantes estrenó la obra Moloch, que participó en el Festival de Teatro Chicano celebrado en la ciudad de San Antonio. Asistió como invitado especial al V Festival Internacional de Teatro de Manizales, en Colombia, y a la Muestra Mundial de Teatro en San Juan, Puerto Rico.

Al regresar a Venezuela en 1974, fundó el Laboratorio de Investigación Teatral, dependiente de la Dirección de Cultura de la Universidad del Zulia. En Maracaibo, dirigió obras de calle, teatro de cámara y un espectáculo experimental llamado “El Gran Circo del Sur” que participó en el III Festival Internacional de Teatro de Caracas en 1975, obteniendo el Premio Nacional de la Crítica a la mejor obra.

A partir de 1975 inició una intensa actividad como guionista de cine. Para el director venezolano Clemente de la Cerda, fallecido en 1986, escribió los guiones de los filmes El reincidente (1975), El crimen del penalista (1976), Compañero de viaje (Premio Municipal al mejor guión cinematográfico, 1979) y Los criminales (basado en obra teatral de su autoría; 1981).

A la actividad como guionista se agrega la de director de arte en el rodaje cinematográfico y la dirección del Grupo Teatral Cobre, fundado en 1976. Para Mauricio Wallerstein, cineasta mexicano radicado en Venezuela, escribió el guión del largometraje La empresa perdona un momento de locura (1978), basado en su obra de teatro y protagonizado por el cantautor Simón Díaz.

En 1979 fue invitado como representante de Venezuela al Congreso Mundial de la Paz y a la III Conferencia Cultural de Las Naciones en Nueva Delhi, India.

“Dentro de mis trabajos hay una gran dosis de humor”, dijo en una entrevista con el diario El Nacional el 3 de agosto de 1986. “Una de las características del pueblo venezolano es esa y para atraparlo en un teatro necesariamente se tiene que recurrir al humor. El venezolano rehúye los discursos explícitos; para clavarle un puñal espiritual hay que hacerlo reír y eso lo lleva a reflexionar”.

En los últimos años se dedicó a dictar talleres de dramaturgia teatral y cinematográfica y escribió nuevas obras y guiones de cine. Coordinó lo referente a la malla académica, en el área de guión, para la Escuela de Cine de la Universidad de las Artes. En 2003, con Ángel perdido en la ciudad hostil, obtuvo en Cuba el Premio Casa de las Américas en la mención teatro. Preparó una Antología anotada de la dramaturgia venezolana y en 2009 fue honrado por la Universidad de las Artes con el título de Maestro Honorario.

Entre sus últimos trabajos se encuentran los guiones de la telenovela Amores de Barrio Adentro (2004) y del filme El Caracazo (2005), ambos bajo la dirección de Román Chalbaud.

Fuentes: AVNEl NacionalEl UniversalLa RegiónVTV