Letras
Poemas

Comparte este contenido con tus amigos

Puesta en escena

Érase una vez la paz

Yo reía

Era tronco de vivo pavimento

No vestía sayales con peste a extravío
ni escribía
manuscritos de guerra

Era una cometa con sueños a bordo
dueño de un itinerario libre de puñales

Hoy

no ha sido fácil entender
que se es un pendejo de cartón

Un mimo llorón con epidemia

Un enamorado
con el destrozo
a cuestas

 

Sueño inválido

Empuñé mis manos deshidratadas de fe
me vestí de ruegos
y tomé al hijo de Dios como rehén
para que no te marcharas

Heme aquí

 

La plaza

A C.S.
A la plaza La Soledad en la ciudad de Maracay

A menudo
suelo desviarme hacia ese ruedo
acampar entre sus gestos
de distancia
y retirada
El viaje
trepa la adopción
y su torpeza
el trasnocho de un afecto
y su equipaje
Evocar es un empleo tembloroso

                solíamos felices
                penetrarnos sin saberlo

Esa plaza

 

Pasajero

A veces
desde los asientos del autobús
me doy a los muertos
me ofrezco al azote
de aquello con esto
y su candela

Cual tripulante
adopto el disimulo
inquieto en el desvío
albergo en vuelo
estragos
y arrebatos

Por entero
en sepia oculto
dicha suerte se reduce
a no salidas
no paradas
no nada

Es como una ruina
Y aquí tan obediente

 

Viaje

Hecho renuncia
cierro los ojos
y lamo el sudor

De ausencias está ensanchada mi memoria

Para cuando vuelvas
habrá envejecido lo que fuimos

Sin silbidos a la orilla