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Poemas

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Esta noche

No me interesa la vida ni la muerte
Sólo quiero unas alas de ángel
O de gaviotas o de mentiras
Para surcar húmedas espaldas
O para estrellarme contra el espejo.
Sí, lo sé. Soy la tristeza del otoño
La soledad del invierno.
No me lo tienes que gritar en los sueños
Me lo dice la nostalgia como que burlándose.
Esta noche me interesa un verso negro o azul
Quiero aquellas manos que se metieron en mi cuerpo
Que desde adentro escarban mis dolores y recuerdos.
Sé que este no es el mejor poema,
Tal vez ninguno lo sea.
Sólo sé que tengo el vicio de flagelarme
Desde el alma hasta la piel...
Y no sé por qué...
Un ánima mustia florece en noches como esta
Y un poeta vive sus tristezas en la tinta y el papel...

(del libro Bajo la sombra de las palabras).

 

Bajo la sombra de las palabras...

Me escondo y desnudo mis amores
Acaricio cada letra terciopelo que baja por mis dedos
Y habito en cada palabra a contraluz.
Arranco de mi garganta los gritos de un poema
Que ha permanecido escondido entre las sombras...
Tripulante de sueño y fantasía
Que viaja a bordo de una nube en forma de poeta que
Fatigado de tanto viaje busca donde reposar.
Y me vuelvo eco de las voces calladas por la injusticia
Desvisto mi cuerpo hosco de su traje de piedra
Y lo visto de tierra de montañas y ríos
De vuelos de aves y luces de albas.
Bajo la sombra de las palabras
Dibujo historias de amantes
Entretejo retazos de recuerdos
Con los vestigios de un amor que nunca me amó,
Hago acopio de lágrimas olvidadas
Que he tendido en un cordel de poemas antiguos.
Bajo la sombra de las palabras...
Sólo soy una hoja en blanco...

(del libro Bajo la sombra de las palabras).

 

¿En dónde está el olvido?

¿Acaso existe quien me lo pueda decir?
En ocasiones olvido que no sé dónde queda o dónde está
Y lo busco en aquellos lugares que había olvidado,
Como en el bolsillo roto de mi pantalón
Por donde se me escapan los sueños.
Lo busco en esas fotos llenas de nostalgias
Y hasta en la carta que escribí y que nunca envié.
Pero es que olvidé que lo había guardado
En un cajón al lado de dios y se me olvidó que dios existe.
Olvido que no estás y por eso te nombro
Y te busco bajo mi almohada o a la derecha de mi cama
Olvidando que tu recuerdo es sólo un fantasma con el rostro borrado.
Ando buscando aquello olvidado que siempre me duele
Como el beso que nunca llegó o aquel regalo de navidad
Que aún espero con ansias de niño
El olvido se me perdió en una noche de tormenta, de recuerdos y tristezas
Y desde entonces ya no puedo olvidar que no sé dónde estás.
En esta madrugada en donde alza vuelo la aurora
Te busco, olvidando que ya no volverás...

(del libro Bajo la sombra de las palabras).

 

Huida

Voy a mudarme de piel, de ojos, manos, dedos y uñas.
De estos residuos oxidados que habitan la memoria.
Cambiaré mi norte y mis fronteras
Romperé la brújula que me trajo hasta aquí
Y seguiré cualquier camino.
Quemaré mi signo bajo la luz plata de la noche
Mudaré mi cuerpo hacia otras soledades,
Aquella donde duermen las libélulas.
Quiero rehacer la palabra y mi oficio,
Reconstruir la inocencia en ciudades viejas.
Mudar los pies de mis huellas
Por caminos siderales,
Trazar una nueva línea sobre la piel
Que redefina la dirección de mis tatuajes.
Voy a mudarme hacia el principio
Detrás de los ojos de la muerte
Y cambiaré mi nombre.
Para que no me encuentren las pesadillas...

(inédito).

 

A quemarropa

Lo que queda...
Es el tiempo que se acomodó en la memoria.
Un vestigio de sombras
Olores, vidas y pieles.
Lo que queda...
Es el tiempo que se acomoda aquí en el costado.
Y unos retazos de cuentos viejos
Con finales futuros.
Unos ecos de voces en las venas
Aquel beso que como un tatuaje
Gastado por el óxido de la sal de los años
Se fue desmereciendo
Hasta quedar una translúcida tela
Sobre los labios muertos.
Lo que queda...
Son unas líneas vacías entre mis poemas
Y unas miradas vírgenes
Asomadas al pecho
Recién disparado.

(inédito).