La lectura de la poesía ofrecida por el autor chileno Mario Meléndez permite, en primera instancia, afirmar sin temor que el tono coloquial del género está a salvo y goza de muy buena salud. Después de que se abusara de él en tantas repetidas ocasiones —y autores de la talla de Mario Benedetti no escapan a esta crítica— Meléndez parece haber encontrado la fórmula, a base de un destilado de talento, para revivir las potencias y los alcances del recurso. En efecto: su poesía, breve pero potente, es capaz de llegar al lector con la fuerza de una palabra dicha a tiempo, esa que no olvidaremos, y este paralelo con lo conversacional no es antojadizo.
Meléndez sabe cómo y en qué dosis infiltrar en la conciencia de quien lo lee la capacidad de señalar circunstancias y conflictos que, de otra forma, pasarían muy probablemente inadvertidos. Meléndez nos demuestra cabalmente que no solamente revisten esos conflictos y esas circunstancias la mayor importancia, porque hablan a las claras de la huidiza condición humana, sino que también pueden ser subrayados como él lo hace, apelando a un lenguaje directo y sencillo, pero que posee la fuerza de un uppercut a la mandíbula.
Notable por su destreza discursiva, por el medido ejercicio de los recursos literarios, Meléndez se caracteriza, además y muy señaladamente, por poseer aquello que antes denominábamos —con plena justicia en los términos— la “inteligencia poética”. Es una facultad tanto del autor como de los textos que de él derivan y una felicidad para aquel que tiene el placer, tanto estético como emocional, de leer estos poemas.
Luis Benítez
Miembro de la Academia Capítulo de New York (Columbia University)
Para mayor seguridad
Vengan a ver mi poesía
no está hecha de material ligero
aguantará perfectamente el invierno
y en verano refrescará
las mentes y los cuerpos
Hay poderosas vigas entre cada verso
hay listones apuntalando mis palabras
Y si la lluvia desea entrar
pondré mis sueños en el techo
y taparé las goteras
con mi propio dolor
Yo nada pude hacer
Dejaste que me desarmaran tus besos
Y yo, qué pude hacer
tu corazón no estaba en mis planes
Entonces me enamoré de ti
mi dulce, mi amarga, mi múltiple
caí hasta las costuras en tus redes
y fui arrastrado mar adentro
hacia la flauta sin fin de tu latido
Precauciones de última hora
Debo cuidarme de los gusanos
cuando me entierren
lo más seguro
es que hablen mal de mí
que escupan sobre mis poemas
y orinen las flores frescas
que adornarán mi tumba
Llegado sea el caso
que hasta devoren mis huesos
me arranquen los intestinos
o en el colmo de la injusticia
se roben mi diente de oro
Y todo esto porque en vida
jamás escribí sobre ellos
Pedagogía inconclusa
El niño le pregunta al padre
si las palabras envejecen
El padre le responde al hijo
que las palabras siguen tan jóvenes
como en el primer día
El niño corre donde el abuelo
para llevarle la buena nueva
Y el viejo abre de golpe
el cajón de las palabras
para que éstas le cuenten el secreto
El mago de la soledad
Las palabras
se recuestan en mi cama
a escuchar
la extraña historia de esa niña
que sacaba agua de sus pechos
para bañar a sus muñecas
Una vez terminado mi relato
y visiblemente afectadas
me confiesan en voz baja
que es el cuento más hermoso
jamás descrito
pero no una razón suficiente
para haberlas reunido
“La razón es lo de menos”
les respondo
“sólo soñaba con verlas
recostadas en mi cama”
El gran recreo
Ahora que la alegría
se puso de moda
le diré a mi tristeza
que salga un rato
a estirar las piernas
Pelé
Edson Arantes do Nascimento
jugaba fútbol con la pobreza
De niño su sangre negra
pateaba el aire
y en una cancha de arroz
se desvistieron sus estrellas
Nadie le dijo a dónde ir
pero los sueños
tenían piernas y alas
y un corazón redondo
como el mundo de su infancia
un corazón de cuero azul
en el que habitaría
ahora sin hambre y sin miedo
porque sólo él
guardaba las llaves
en sus zapatos de luna
Crónicas de un circo pobre
El domador entró desnudo a la jaula
La trapecista entró desnuda a la jaula
El león había muerto
pero la jaula rugía
como en sus mejores tiempos
Recuerdos del futuro
Mi hermana me despertó muy temprano
esa mañana y me dijo
“Levántate, tienes que venir a ver esto
el mar se ha llenado de estrellas”
Maravillado por aquella revelación
me vestí apresuradamente y pensé
“Si el mar se ha llenado de estrellas
yo debo tomar el primer avión
y recoger todos los peces del cielo”
Natalie
Me acostaré contigo
aunque ya no estés
aunque el fantasma de tu piel
se escurra
entre las sábanas de mi recuerdo
aunque envejezcas en otros brazos
y en otros labios
y en otras calles
y en otros cielos
me acostaré contigo, amor
te lo prometo
y seguiré tendido en ti
y sobre ti
aun bajo la tierra
Evangelio de lágrimas
Padre
por qué me has abandonado
si sabes que tengo vértigo
que me mareo a pocos metros de altura
que veo todo nublado desde arriba
Cómo eliges esta muerte tan absurda
Le diste el árbol y la soga a Judas
el cuchillo en las manos de Abraham
la espada a la cabeza del Bautista
Padre
ten piedad de mí
dónde guardaste el revólver
que me regaló De Rokha*
* Poeta chileno que se quita la vida en 1968, disparándose con un arma que le había obsequiado el general mexicano Lázaro Cárdenas.
Revelaciones
En el lecho vacío de Dios
todas las putas son vírgenes
por última vez
Poema urgente
para Dagoberto Pérez*
Y juntaré tus muertos para cuando vuelvas
para cuando regreses de ese viaje de luz
de ese viaje de estrellas y luciérnagas
allí estarán tus muertos esperándote
vestidos con la paz de tu recuerdo
con el perfume de tus palabras
allí estarán tus muertos impacientes
preguntando por ti
con sus heridas al viento
con sus gestos deshojados
allí estarán tus muertos
para cuando vuelvas
para cuando regreses y los veas
mientras se abrazan a ti
mientras te llevan en andas
hasta el cielo de los vivos
* Sociólogo y dirigente del MIR, asesinado por la dictadura militar en Chile el 16 de octubre de 1975.
Vallejo
Qué hacen las palabras
sentadas en el ataúd
donde el poeta ha muerto
de eternidad
Testamento
Qué irán a decir
las palabras
cuando me muera
seguramente nada
y ese será sin duda
mi mejor poema
Tocata y fuga
El canario sólo canta por encargo
El gorrión es atrapado por el canto
en pleno vuelo
El grillo toma nota de todo
y guarda sus partituras con llave
porque ahora tiene un nuevo repertorio
A veces el amor muerde la mano
que le da de comer
Le contarás mi historia a los perros
pero ellos no querrán saber nada de mí
hasta que no les devuelva aquel hueso
donde una vez escribí tu nombre
Cicatrices de guerra
A veces
cuando me emborracho
las palabras me traen a casa
en un viejo triciclo de madera
Y lejos de quitarme los zapatos
y acostarme
como ocurre en estos casos
me dejan tirado en el jardín
lleno de hormigas
y con la cara pegada
al foco del alumbrado
Eso te pasa por escribir malos poemas
me dicen
y se marchan cantando y riendo
abrazadas
a mi última cerveza
Señales de ruta
Si te pierdes en el bosque del lenguaje
piensa el poema que más te guste
y dilo en voz alta
Las palabras nos llevan de la mano
me grita Dios
desde una estrella a pedales
Cuando llegues al último verso
encontrarás la salida
Los buenos muchachos
El cadáver del poema se parece demasiado
a la página en blanco
El cadáver del poeta se parece demasiado
a la fosa que lo espera
El poema y el poeta no caben en la misma fosa
Eso ya te lo advertimos, repiten los gusanos
corta las patas del poema y la cabeza, si quieres
nosotros nos ocupamos del resto
Qué te parece, cholito
Epitafio sobre una tumba de papel
El poeta es degollado por la página en blanco
Las palabras salen de la herida dando gritos
El poema se arrastra hacia su propio entierro
Fragmentos de un sueño
Para Alba Metaponte
Cuando entres en el paisaje
tus pechos caerán
y rodarán toda la tarde
hasta salir del paisaje
Un niño los dejará
sobre la página en blanco
y esperará a que suban por tu cuerpo
antes que sus juguetes apaguen la luz
Premoniciones en off
Qué cara pondrá el pan
cuando lo lleves a la boca
hará una mueca de espanto
o simplemente cerrará los ojos
y soñará con una infancia feliz
jugando entre prados de oro
que jamás conoceremos
Paráfrasis sobre un poema envenenado
He digerido entre engaños
la sopa de espinas que me preparaste
comenta el niño al abuelo
antes de irse al colegio
Perfecto, murmura este último
mirando el plato vacío sobre la mesa
Ahora vete a la calle tranquilo
porque ya nada peor puede sucederte
La nueva novela
Un tipo llamado Martínez
dejó estas hojas en blanco
dijo que en ellas pasaban cosas
Hay una calle adentro de estas hojas
sostiene Martínez
donde juega una niña sin rostro
y también seres extraños
y pájaros que cantan
en una lengua olvidada
Ahora aquel tipo no está
colgó los guantes
se fue a vivir
al país de las sombras largas
donde los niños se comunican
a través de sus juguetes
pero dejó estas hojas
que hablan hasta por los codos
Quién las hará callar
y para qué
Gonzalo Rojas
Único pasajero en la barca de Caronte
hacia el país de Nunca Jamás
Las palabras no saben nadar
por eso no lo siguen
Tampoco Dios sabe nadar
La eternidad está llena de náufragos