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Homenajean en Nueva York a Jorge Luis Borges por Fervor de Buenos Aires
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Kodama: Borges disecciona el alma humana. En la fotografía, acompañada por el director del Cervantes de Nueva York, Javier Rioyo; la responsable del Comité de Asuntos Culturales del Queen Sophia Spanish Institute de Nueva York, Lia Schwartz, y el editor sevillano Pedro Tabernero.

Este 19 de abril fue presentada en Nueva York (EUA) una nueva edición de Fervor de Buenos Aires, el primer libro del escritor argentino Jorge Luis Borges, de cuya publicación se están cumpliendo 90 años. El acto, presidido por la viuda del autor, María Kodama, fue convocado por el Instituto Cervantes de esa ciudad estadounidense.

El editor sevillano Pedro Tabernero ha sido el artífice de la reedición de los poemas que además presentan una novedad: ochenta ilustraciones realizadas por Pablo Riacioppi que muestran a la ciudad argentina que se encontró Borges en 1923, después de haber vivido en Europa, así como algunos retratos del autor en los que “ha ido conjugando grafismos figurativos y expresionistas muy cercanos al espíritu borgiano”, según Tabernero.

Junto a Kodama se encontraban el director del Cervantes de Nueva York, Javier Rioyo; la responsable del Comité de Asuntos Culturales del Queen Sophia Spanish Institute de Nueva York, Lia Schwartz, y el editor Tabernero.

Según Kodama, en Fervor de Buenos Aires está abocetada toda la obra que después escribiría Borges. Asegura que estos poemas ya no pertenecen sólo a la lengua española, sino a la lengua universal.

“En su obra, (Borges) disecciona el alma humana de una manera profunda”, dice Kodama. “Un alma que no ha cambiado en la historia del hombre, una historia de degradación, miserias, heroísmo. La técnica, sin embargo, ha avanzado, hemos conseguido llegar a la luna, pero el alma del hombre no ha cambiado. Su conocimiento y sus experiencias de vida por todo el mundo lo vertía en palabras decantadas como un buen vino. Eso es lo que atrae de su literatura a países tan diferentes como pueden ser la India, China o Estados Unidos”.

Tabernero, por su parte, indicó que con esta edición conmemorativa se celebra “un libro doblemente legendario, ya que se trata del primer título de un escritor de culto, de un clásico en vida como fue Borges”.

La edición “ha sido concebida íntegramente desde el mundo de la ilustración, y supone una importante aportación gráfica que transporta la obra literaria a una dimensión visual hasta ahora inédita”, explicó el editor, quien ha trabajado anteriormente en Sevilla con Pablo Racioppi.

Con motivo de esta edición, Racioppi señaló que cuando era muy joven adquirió un ejemplar de Fervor de Buenos Aires sin imaginar entonces que aquel ejemplar se transformaría en uno de los pilares de su formación, al que volvería “una y otra vez como quien consulta un libro sapiencial”.

En el prólogo, Isaías Lerner aborda la faceta de Borges como profesor, que considera alejada de la figura que hoy prevalece de Borges y “que han inventado las entrevistas y las banalidades del periodismo que pretende ser cultural”.

Lerner, que fue discípulo del escritor argentino en los cursos que impartió sobre literatura inglesa y americana, afirma que algunas de las virtudes de la prosa de Borges que constituyen “el modelo que habría de cambiar la manera de escribir en castellano” distinguían igualmente sus clases y conferencias.

La edición ilustrada de Fervor de Buenos Aires cuenta también con una introducción del escritor José María Conget, quien define esta obra como “un libro de poesía amorosa camuflada tras la enunciación estremecida de unas plazas, unas esquinas, unas salas familiares”.

“Si algo hemos aprendido de Borges es que el fervor por Buenos Aires no se diferencia del que nos suscitan a cada uno las calles y plazas por las que transitaron nuestra juventud y nuestro deseo”, escribe Conget, quien no se olvidó de recordar que Borges también describió la capital argentina “como un plano de mis humillaciones y fracasos”.

Borges iba a cumplir 15 años cuando partió hacia Europa con su familia, y tenía 22 cuando regresó a Buenos Aires. De ahí que Conget escriba: “Tal vez la ciudad que el joven Borges encontró en 1921, a su regreso de Europa, había sido construida en su mente a partir de un doble espejismo, el de la nostalgia y el de la traicionera memoria infantil”.

Con este acto se inició una serie de homenajes al escritor argentino que continuarán por Buenos Aires y Madrid, donde se presentará este libro que se enmarca dentro de la colección “Poetas y ciudades”, bajo la que también se han reeditado Poeta en Nueva York, de Lorca; Diario de un poeta recién casado, de Juan Ramón Jiménez, y Sombra de un paraíso, de Vicente Aleixandre. Además Tabernero adelantó que la siguiente obra a editar será El contemplado, del escritor Pedro Salinas.

Fuentes: EFELas Américas