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Poemas

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Como un pájaro herido

Como un pájaro herido.
Tan lejos de los hombres como un pájaro.
Dejo un rastro rojizo entre las rosas blancas.
Ato el sol a su carro
y no saco las cuentas del tiempo que me han dado.
No miro mis heridas
no asisto a los despachos
ni huyo hacia adelante.
Vuelo lento y herido
pero voy hacia el mar.
Sé que voy hacia el mar.

Alto y herido. Alto.
Me interesa la arena, no mi sombra.
El mar dará conmigo, jardín de rosas blancas
inútilmente blancas sobre el mar.
Y herido tendré patria.
Y muerto tendré ojos.
Lejos de todo ayer.
Por fin.
Lejos de todo.

 

Manuscrito de Ekkdar

Extracto del manuscrito de Ekkdar,
hallado en el monasterio cluniacense de La Valeta,
de la Orden de los Caballeros de Malta.

Feliz el que festeja la fugacidad de todo lo que existe:
la brevedad de la hoja que cae,
llevada por el viento,
sobre el agua,
la transitoriedad del río que pasa y que pasando
convierte las rocas en arena,
el viento efímero que agita el mar violento,
la fugacidad de la nieve,
que bajará veloz por la montaña
para ser nube y mar y lágrima.
Bendito el que se alegra de la precariedad del mundo.
El que sabe que este muro altísimo de hoy
será barro mañana.
Que este barro de hoy será mañana aurora, o polen o vasija.
Bendito aquel que no admite la lisonja de la eternidad.
El que sabe que el sentido de la vida de los hombres
no puede ser distinto al de las flores y los pájaros.
El que admite que las altas montañas
serán arena batida por el mar
y que también el mar es breve y transitorio.
El que descubre que todo “siempre” está hecho de palabras.

Porque quien no espera infinitudes
sabrá que todo siempre dura
exactamente lo que dura un beso.
Porque quien se goza en lo perecedero
no perderá de vista el sabor del agua en la garganta,
la guitarra que suena,
el viento en las ventanas,
el guiño, el gesto, el roce, la mañana.

 

Como el rastro de Dios

Un mundo hecho de líneas, no de tiempo.
Una tarde en la nada de un azul infinito.
Un vacío inagotable sin segundos ni árboles.
Una eternidad muda, extendida y sin hechos.

El infinito acaba en este punto.
La eternidad es esto.
He aquí la estela musical de la sustancia
y aquí las huellas que en la arena deja un ser absoluto.
Más acá está la tarde que se va y que me deja
a solas con la nada indiferente.

Ser sólo uno y ya. No ser el otro.

O tener que morir para ya no estar solo
como un dios solitario que se muere.

 

Quedarse solo

Ingeniosa labor labrada por minutos
como un bordado lento y acucioso.
Un gesto aquí, otro allá.
Cierto tono de voz.
Una excesiva cercanía en las cejas.
Un desliz voluntario. Un descontrol. Un grito.
Un aire adusto, seco, marcial, lejano, autista.
Un no salir a tiempo del lavabo.
Un clima solitario. Una selva desierta.
Un poema extravagante. Unas sandalias negras.
Una barba sin pipa. Un no paseo a tiempo.
Cierto domingo muerto.
Ciertos hijos perdidos.
Un tren que me ha olvidado.
Un muelle sin amigos.
No estar en el momento. No presentar tarjeta.
Olvidar cómo hacerse el nudo en la corbata.
Tener un cofre con los juguetes rotos.
Una no euforia, un prado
pisoteado, urbanizado, yermo.
Un cansamiento íntimo,
Un desmoronamiento.
Ardua labor, difícil,
minuciosa y cerril,
perderlo todo.

 

Quién pudiera temerle a tu silueta

Quién pudiera temerle a tu silueta
y al borde de tus labios.
Quién pudiera aguardar agazapado
tu acento de mujer
o tu espalda inclinada o tu silencio.
Quién fuera el que te huye,
quién fuera el que te espera.
Quién fuera el que te tiembla
o te anochece.

 

Con detalle recuerdo

Con detalle recuerdo
uno por uno
los besos que no nos dimos nunca,
y recorro las citas
en los tristes cafés
donde nunca estuvimos.

Que todo lo recuerdo:
el roce de tu falda,
tu pelo entre mis manos,
el primer sol despertando en tu cara,
el olor de la lluvia apagando la hoguera.
Y la calle que jamás caminamos,
y la puerta cerrada que ninguno ha visto,
y tu sombra en el parque donde caían las hojas;
y tu miedo a mis manos
y el silencio.

Y un tranvía amarillo
donde nunca estuvimos.
Y un domingo imposible en un jardín
de una casa pequeña.
Y una niña que nunca ha sido nuestra
corriendo en una plaza detrás de unas palomas