Letras
Nota del editor

madera de orilla
María Antonieta Flores
Poesía
Editorial Eclepsidra
Caracas, 2013
ISBN: 978-980-6480-43-8
58 páginas

El 10 de octubre fue presentado en la reconocida librería El Buscón, en Caracas, el más reciente poemario de la escritora venezolana María Antonieta Flores. Las palabras de presentación fueron pronunciadas por el ensayista y novelista José Napoleón Oropeza. Hoy ofrecemos a nuestros lectores algunos de los textos del libro.

madera de orilla
Extractos

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día limado por el silencio

saeta en el acto de bruñir con lentitud
en lo roto de mis dedos
regreso del dolor y de lo rígido
huesos articulados por la muerte
en la puerta del solsticio
este encontrarte
en el instante del abrazo
círculo que rompe el tiempo
gota dura en la piedra
volcanes que dormidos sólo saben del silencio
agua del azufre en los ojos
ixpaco en solsticio
sol luna vos yo tiempo sumas lugar
volcán temple café lago permanencias
nada que me enturbie el cuerpo
nada que detenga este día
tan próspero en el silencio
mientras el viento trae la polvareda
repito ese poema una y otra vez
contracción lumbre agua
en un alambre camina
aguas dormidas

 

porque me puedo detener y sentir
en la palma desnuda de la mano

la voz tan cerca de una silueta con sombrero
y puedo escuchar los cantos que se alzaron
la sangre derramada
dolor cercena muerte tortura y más tortura
porque puedo pararme ante la fosa de sergio
caído en el naranjo
colina ciento cuatro cuatro
descansando en granada la saqueada
donde escuché tu amor sin saberlo
nos cruzamos y te confundí
porque puedo llorar sobre un hambre tan larga de justicia
sentir el palpitar de la sangre que busca la igualdad
y la justicia
repito
la justicia
en este mundo saqueado donde llegas tú y me besas
me arrebatas
y accedo abierta a tus luchas
ahora a tu silencio
tus largas retiradas
hoy puedo recordar a los asesinados
caminar sobre mi mundo ingenuo
repartir las cartas
ver la huella de sangre y de victoria
que los arcanos dejan
caído y nunca vencido
hoy en mi desesperación
sé que andas en aquellas voces
y en la voz de quienes aran camino para los oprimidos
mientras mi palabra es jadeo bajo tu cuerpo

 

el barquito de la tetuana

busco un barco hundido
que dibujé pacientemente
y una palabra hizo zozobrar
quizás porque necesitaba anclarse
o no mirar la mar alta con su horizonte
pero era un barquito de protección
tatuado en una historia
las palabras son acciones poderosas
éste un barquito que llevaba a lugares de cobijo
mientras las ramas secas de mi deseo
dejaban
apenas
unas pocas flores aún vivas

era la historia de un pedacito de alma
y de su búsqueda

ahora que ya tracé las líneas de la embarcación en el aire
ahora que coloco los pies lejos de los sueños
y camino por la arena
veo en el tronco de un árbol
ya muerto por viejo
una pequeña navecita que apenas logró encallar al pie de sus raíces

 

ya vine de donde andaba

un libro sobre la mesa
unas monedas extranjeras
suspiro entre dos letras
la palabra regreso
nunca cuerpo
la brújula rota

intentar un camino como el abrazo
en la orilla de mi cuerpo

un hueso sostiene con aguja de sal