El regreso del caracol
“Breve antología de poemas jueju”, selección y traducción de Wilfredo Carrizales
Breve antología de poemas jueju
Selección y traducción: Wilfredo Carrizales
Poesía
Fundación Fondo Editorial del Caribe
Barcelona, Venezuela; 2012
ISBN: 978-980-7362-33-7
90 páginas
Breve antología de poemas jueju
Selección y traducción: Wilfredo Carrizales

Comparte este contenido con tus amigos

Los poemas jueju surgieron y se desarrollaron en China entre las dinastías Han (206 a.C.-220 d.C) y Wei (220-265) y las Dinastías del Sur y del Norte (386-581) y estaban compuestos generalmente por cinco palabras por verso y cuatro líneas. Su patrón tonal libre original evolucionó posteriormente, durante la dinastía Tang (618-907), cuando se adoptaron reglas de composición que los establecieron en cuatro versos y con cinco o siete palabras por línea.

La antología que hoy nos presenta el escritor y sinólogo venezolano Wilfredo Carrizales (Cagua, 1951) recorre cerca de mil quinientos años de poesía. Se inicia con el remoto Lu Kai, quien vivió en una de las Dinastías del Sur (420-589), y concluye con Qu Pengjia, un poeta y guerrero que vivió entre 1864 y 1912 y que luchó por la recuperación de Taiwán, cedida a Japón en 1895.

La temática, como cabe esperar, es muy variada. En textos como “Subido a la Torre de la Cigüeña” está presente la admiración de la inmensidad:

El blanco sol se hunde tras la montaña;
el río Amarillo fluye hacia el mar.
Deseo mirar mil li de paisajes
y aun subir un piso más en la torre.

(Wang Zhihuan, 688-742)

Pero también abunda la descripción de sentimientos elevados o turbios, como en el “Poema de odio”:

Pongamos a prueba mis lágrimas y las suyas;
de nuestros dos lugares gotean hasta el estanque.
Mire un momento las flores de loto;
este año, ¿debido a quién murieron?

(Meng Jiao, 751-814)

Asimismo los temas nacionales, como este “Año Jigai” —en realidad uno de más de trescientos poemas con el mismo título escritos por Gong Zizhen (1792-1841)— en el que se habla de la urgencia de una reforma violenta de la sociedad:

La vitalidad de los Nueve Territorios debe apoyarse en el viento y el trueno;
los diez mil caballos, juntos permanecen mudos y no piden el fin de la aflicción.
Yo exhorto al Señor del Cielo a que de nuevo cobre ánimos;
¡no restringir con un reglamento y que nazcan las personas de talento!

En la introducción del libro, Carrizales —quien no sólo ha seleccionado y anotado el material, sino que además lo ha traducido directamente del chino clásico— aporta una serie de consideraciones técnicas sobre la composición de estos poemas jueju, palabra que significa literalmente “oración cortada”.

Es innegable que quien acepte el reto de traducir poesía clásica china y, en el caso que nos atañe, los poemas jueju, topará con innumerables dificultades derivadas de las particularidades del idioma chino clásico: carencia de género y número, de declinación de verbo y adjetivo, muchas veces de pronombre y colmado de circunloquios, rodeos, sugerencias, simbolismo, elipsis, antítesis, juegos de palabras y alusiones históricas y literarias. En las manos del lector está el resultado de innumerables horas pasadas en la labor de traducir estos jueju de cinco y siete palabras por verso.

No es frecuente encontrarse con poesía tan remota en la geografía y tan dilatada en el tiempo. La posibilidad de leer versos que han atravesado siglos y kilómetros hasta nosotros es un valor agregado que encierra este cuidado trabajo de Carrizales.