Letras
Cuatro poemas

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Cuando un poeta es ignorado

Cuando un poeta es ignorado
Su alma bebe un veneno de silencio
Las mariposas son sumergidas
A la sopa amarga del ritmo corriente
Una gaviota es condenada
A la guillotina
Pero las rosas arman su cuadrilla
Y cobran las deudas del amor

Cuando un poeta es ignorado
La tarde sangra
Herida por los cristales
Que el olvido rompe
Cuando muere la luna
De sed
Los patriarcas son sentenciados
Al ostracismo
Mientras sus tumbas
Son incendiadas
Hojas que se calcinan
Antes de la última danza
Antes de ungir la tierra
El viento deja de besar el mar
Por eso las olas mueren
Sin haber nacido

Simplemente
Cuando un poeta es ignorado
Es sepultado el sueño
Que es el grito más puro
Que se forja en el festival
De la vida
La Torre de Pisa
Pierde su aparente y vieja inclinación
Los faros se derrumban
Y los barcos pierden su sueño
De anclar
No hay vino entonces
Para los melancólicos
Que se embriagarán con su propia sangre

Ignorar a un poeta
Es el menos recordado y más grave
De los magnicidios
Porque es él
El poeta
Quien se atreve a beber el dolor
Para pintar de carnavalescos colores
El tiempo.

 

Insomnio

Y es que a veces
los espectros de las ratas
liman sus dientes en mis palabras
la calle me rasga
y embute sus gritos glaciales
morder uno a uno los barrotes de la alcantarilla
naufragar en una vacía ciudad subterránea
es cuando arraigo mi garganta
en el burdel del inframundo

Y es que a veces
la piel se explota
en el temblor de los adioses
tantos ansiosos despertares
abatidos en el insomnio
de mi lengua encendida
escupida por viejos azares.

 

Sangre de guerrero

Llora el guerrero, porque es hijo de la soledad
En paisajes muertos se forja la floresta
Atropellada por pasos de un paseante ciego
Cuya vida pasó empezándola
Se fulge la noche con las dagas y las brujas
La nostalgia lacerada por la furia
Emerge así el aullido de una nueva muerte.
Si la niebla de las horas
Desgarra la ilusión del héroe
Y los dioses esgrimen el abandono
Con sus leyes que niegan
El derecho de soñar
¿Acaso él no ha de llorar?
Si llorando lucha, porque es hijo de la soledad
Si en las sábanas se pliegan sus cadáveres
Si su piel es velo que resguarda melancolía
Si las voces de sus ángeles se hacen humo

Luchando llora con su escudo de luz.

Sus ojos nublados
Arlequines ahorcados por el abandono
Manos mártires de la suerte
Que esculpen el miedo y la ausencia
Déjenlo llorar que está vacío
Prometerá al tiempo no borrar el fuego
Que su armadura ha calcinado.

Su llanto es más que protesta hacia el destino
No es simple relato de un dolor
No es una deuda de la vida
Es la sangre que lo diviniza y lo hace héroe.

 

Mi bandera enferma

El idioma del agua
Fue enterrado, las claves se perdieron
O se inundaron de silencio o sangre.
Pablo Neruda

Las plazas célebres están desiertas
Pero aún siento las espadas de los próceres
Esgrimir mi costado que desprende sangre vacía.

Sollozan las gaitas
Gotas ungidas de añeja tapioca.
Las tamboras masacradas retumban
En el olvido.

Las guacamayas han aprendido
A bailar esta cumbia sombría
Bailan gritando
Porque les cortamos las alas
Las veo y quiero bailar con ellas
Pero debo arrullar sus crías
Montar una base militar de nostalgias
En palmeras imaginarias
Que sostienen aquellos nidos de ausencia.

Entre tantos agudos timbres
De ambulancias que llevan payasos heridos
Y trancones de momias que buscan sus almas
Entre la turbamulta y la peste,

El viento aún susurra los cantos
De los patriarcas que habitarán eternamente
En la tercera franja de ésta
Mi bandera enferma
Que se agita en estas plazas desiertas.