Letras
Poemas

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Muros

La Escuela de la Contención
tiene muros muy altos y un jardín
donde se miran extasiados los contenidos.
Pero una tarde escapa por encima del muro
una palabra
y miran asustados la magia del idioma
y acuerdan defenderse de todos los mensajes,
hasta que el muro cede y desguarece.
Entonces esos seres, temerosos,
acarician el Verbo.

 

Espinas

Penélope y Calipso esperan a Odiseo
en el Monte de Espinas.
Ramas de olivo,
plumas de pavo entre sus dedos.
Yacen
hasta que llega,
y Penélope exige una estrofa cantada,
y Calipso una queja.
Le despojan de todos sus temores,
las espinas ya son
manto de seda.
Pide...
alguna historia en versos que no sabe.
Cuentan...
las dos, al tiempo que se agitan.
Una enjuga su frente
y él se deja.

 

Dolor

Perdida contra el límite
empujo y retrocedo.
Le he seducido ya
noches enteras
sin que se mueva un ápice.
Le he ofrecido mi alma en sacrificio,
pero ni el aire pasa,
ni el aire se percibe.
La noche anuncia lluvia contra el cemento,
contra el cristal y el miedo,
y el límite no cede.
La tempestad cerrada me sorprende
abrazada a su espalda,
pidiéndole un deseo...
Relámpagos tenaces
iluminan mi cuerpo
entre su marco estrecho.
Soy esa criatura
que tiembla socorrida
por un trueno.

 

Conciencias

Escila ha sentado las cabezas.
Ya no se come a nadie, sólo reza
por que alguien coma de su mano.
Seis bocas, seis razonamientos,
seis conciencias...
no fueron suficientes
para cazar amor.
Y el monstruo sobresale ahora del abismo
que da pena,
recita poesías
mientras chocan las olas
con sus sextos sentidos.

 

Declarar(se)

[...] la sed de lo perdido.
Eliseo Diego

¿Con qué mirada helada me miran,
desde cuánta distancia
los poetas ausentes,
que fingen no saber?
¿Y cómo declararse en la barca de Dante,
con Virgilio a la espalda
calculando
las artes amatorias?
Culpable o inocente no son las únicas declaraciones
que hacer a la deriva...
Y los poetas zarpan,
minutos antes de escuchar.
Dejan versos sin réplica
que acariciamos lentos
en el agua,
con sed de lo perdido.