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Edición Nº 55 21 de septiembre de 1998 |
Aguda situación confronta por estos días la administración cultural en Venezuela: el organismo que se encarga de fomentar las actividades culturales, el Consejo Nacional de la Cultura, acaba de ver recortados sus presupuestos destinados a gastos, programas especiales y tutela de entes, así como las asignaciones a grupos artísticos. Algunas de las instituciones afectadas son, por ejemplo, el Centro Nacional Autónomo de Cinematografía y el Instituto Autónomo Biblioteca Nacional.
La razón del recorte presupuestario, ordenado desde el Congreso de Venezuela, es sencilla: la grave crisis económica que afecta a este país y que en los últimos meses se ha visto agudizada por diversos factores. El problema, sin embargo, destaca el contraste de las prioridades que tiene Venezuela, ya que por motivos estrictamente políticos, la realización de los próximos comicios electorales fue seccionada en tres procesos distintos, lo que acarreará a la nación enormes gastos y pérdidas de tiempo.
La actividad cultural, ya se sabe, nunca ha estado de buenas migas con el devenir político de una nación. En Venezuela tenemos un relativamente corto tiempo impulsando iniciativas privadas, independientes de la ayuda del Estado, tanto en materia cultural como en otras áreas de la sociedad. Sin embargo, la participación de los fondos oficiales en gran parte del movimiento cultural venezolano hace que esta coyuntura afecte a buena parte de nuestros colegas.
Pero, bien. En horizontes mejores, desde la Tierra de Letras queremos enviar un saludo a nuestro amigo Ariel Fazio, editor de El Túnel, por la interesante nueva imagen que el sitio muestra desde hace unas semanas. Como informáramos en nuestra edición Nº 50, El Túnel estaba buscando columnistas para su desarrollo; pues bien, para que noten el excelente resultado pueden dar una vuelta por su página.
Este miércoles hará 25 años de la muerte de Pablo Neruda. En esta edición hemos incluido, en nuestra sección Artículos y Reportajes, un extracto del libro Confieso que he vivido, del que de seguro se nutrirán aquellos de ustedes que no hayan leído el libro, y se regocijarán quienes sí.
Nada más por ahora, salvo decirles que, como siempre, esperamos disfruten de esta nueva entrega de Letralia.
"Yo lo que quiero es que me dejen tranquilo / en un rincón, leyendo,
bebiendo, / escribiendo".
Julio Miranda, "Anotaciones de otoño" (1987).