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Rosa Alchaer AlchaerRosa Alchaer Alchaer

Lo primero que se me viene a la mente cuando pienso en Rosa Alchaer es una violeta, quizás por sus voz y maneras suaves, delicadas, por lo sensible que es, en fin... Asocio a Rosa con una suave, tímida y dulce violeta. Ella se describe a sí misma diciendo: “Tengo esencia y decencia, más fondo que forma y como todos los seres humanos experimento a lo largo y ancho de mi vida un poco de tristezas y de alegrías. Soy una mujer satisfecha, observadora, mental, atenta, leal y cumplidora. A veces soy aprensiva y muchas tantas ermitaña. Mi defecto es querer que todos los que me rodean enfoquen el mundo como lo hago yo obviando el universo que tiene cada ser”.

La conocí hace dos años en el XII Encuentro Binacional de Escritores en Cúcuta y este año nos volvimos a ver allí; este evento le resulta muy grato, por aquello de la retroalimentación intelectual y de volver a ver a los amigos con los que se han compartido gratos momentos. Para el viaje desde San Cristóbal hasta Cúcuta se compró un trío de CDs para amenizar la jornada pues le encanta la música, las baladas, la música venezolana, la instrumental y por supuesto le gusta bailar. Por esto de la música hay una anécdota muy grata que no olvida: “Me invitaron a tocar la guitarra en el establecimiento de una amiga, en la ciudad de Mérida, con mi poca experiencia y mi amado instrumento cantaba ‘Mi limón, mi limonero’, sentí una gran impresión y emoción cuando me enteré de que el personaje que apareció al frente sonando sus dedos, cantando y moviéndose al ritmo de la música que yo ejecutaba era el mismo autor, Henry Stephen”.

Al hablar del amor dice que lo describe como Julio Iglesias: “No sólo son palabras que se dicen al azar por un momento y sin pensar, son esas otras cosas que se sienten sin hablar, es un reír, es un llorar”, pues el sentimiento en todas sus manifestaciones es el rostro del alma. Y es el alma la que nos conecta con Dios que para ella es lo absoluto pero con dos universos, el del hombre y el de la mujer. De su aspecto místico dice: “Mi aura varía de colores, depende de las situaciones en las que me encuentre, creo que conservo una inmensa riqueza de expresiones, de espiritualidad y un constante aprendizaje”.

Aun cuando es un ser muy amoroso y cálido hay en ella como un cierto halo de misterio que probablemente le queda desde su infancia que es algo que si pudiera cambiaría de su vida, pues fue una niña introvertida, sus padres la enviaron a ella y su hermano mayor a estudiar al Líbano: “Recuerdo hacerme muchas preguntas, creo que mi infancia fue un poco como los borrones de un cuaderno, he sido más feliz adulta”. Aun así piensa que su familia es como la hallaca de su mamá: la mejor de todas: “Mi familia es maravillosa, unida y muy respetuosa”. Y uno de los dolores que guarda en su alma es la muerte de su amado padre.

Rosa Alchaer AlchaerA veces es una persona muy fantasiosa y bromista que dice que el lugar de sus sueños es la tierra de Nuncajamás, junto a Peter Pan y Campanita, que juguetonamente dice que si tuviese la oportunidad de ocuparse en otra cosa sería como Cerebro (el de las comiquitas) tratando de conquistar el mundo y llevaría las cosas como Pinky, y tendría mala suerte y metería un gol en su propia portería. Aunque ya en serio piensa que sería del equipo de educación ambiental para la protección de la naturaleza y su entorno. Se convertiría en una hacedora del rescate de los animales en extinción.

Actualmente se desempeña como gerente general del Instituto Autónomo de Cultura del Estado Nueva Esparta (Iancene), es licenciada en artes visuales, por lo cual vive y trabaja en el arte y del arte. Intelectualmente piensa que siempre hay nuevos horizontes, nuevos retos, el camino se hace largo ya que su vida tiene múltiples dimensiones en el quehacer intelectual. Niega que la poesía esté en crisis, de hecho piensa que es la vida la que lo está y la época de crisis es la que muestra la gran necesidad de la poesía en nuestro universo, ya que es el medio intelectual e inspirativo en la vida del hombre que la necesite y de quien la escribe. En cuanto a su musa inspiradora dice: “Mi musa, sentimiento sublime, el cual establece conexiones entre los elementos de mi universo interior y mi fábrica inspiradora del verbo”. Lo único que la desmotiva para escribir es el cansancio físico. Esta luchadora mujer, que así como es de dulce y amable es determinada y resistente, dijo hace dos años en Cúcuta que la próxima vez que la viéramos ya su libro de poemas estaría editado, y así fue. El sábado 19 de agosto, en las instalaciones de la Biblioteca Pública Julio Pérez Ferrero, se rebautizó o confirmó el libro Naufragios de nuestra entrañable amiga, cosa que nos ha llenado muchísimo de alegría.

Esta es Rosa Alchaer, una poeta, una artista a quien le gusta la pintura de Salvador Dalí, el té solo o con leche, que quisiera volver a Madarell Bussra un coliseo romano en Damasco, que le gusta el azul, el quimbombó, la pasta, la acelga y el arroz. En fin, una mujer sensible, intensa, delicada y resistente que afirma: “La vida es como la describe Juan de Dios Peza, en su poema ‘Reír llorando’: ‘La vida son breves mascaradas’; o como decía Celia Cruz: ‘Azúcar, la vida es un carnaval’. Y en ella hay los llamados seres humanos que se subdividen en homo sapiens —una gran cantidad—, y otra cantidad de esos demonios del universo”.