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El Pulpo PaulLo que anunció el pulpo

Creo que si Nostradamus levantara la cabeza se sentiría muy sorprendido, posiblemente vejado, al comprobar que un vulgar pulpo, le había usurpado en el lejano siglo XXI el top ten de la videncia. Así cambian los siglos los usos y las costumbres. A Nostradamus le rodeaba la aureola de ser un gran adivino por lo cual era respetado, admirado y sobre todo tenido muy en cuenta en sus predicciones menos jeroglíficas, porque las “más” todavía se están interpretando.

¿O tal vez Nostradamus escribió en su momento algo tan críptico como esto en alguna parte de las famosas centurias: cuando el animal proceloso elija el color de los rubíes, una gran victoria tendrá lugar en el sur de las tierras donde el ébano y el marfil caminan juntos?

Quién sabe, habrá que estudiarlo detenidamente.

Mas lo cierto es que en la actualidad el que se lleva la palma mediática, esa breve flor de un día que es la popularidad (el pulpo ha superado los 90.000 fans en Facebook) es el cefalópodo alemán Paul que predijo, y nadie pueda enmendarle la plana, que España “La Roja”, ganaría la Copa del Mundo de Fútbol. Es de suponer que haya pocos que lo ignoren a estas alturas, lo que sí muchos no saben es la participación opacada de dos “videntes” surgidos después de que Paul entrase en escena de forma gloriosa, un oso panda tailandés, residente de zoológico, llamado Li Ping y un cocodrilo australiano de nombre Harry, que vive en una granja de Darwin. Ahora bien, el cocodrilo afinó todavía más en su predicción; según el método utilizado, comerse un pollo, el reptil lo hizo con inusual violencia y saña, lo que en opinión de los intérpretes del pronóstico significaba que se ganaría pero no sin esfuerzo en un reñidísimo encuentro. Los que presenciaron el choque España-Holanda, sabrán de lo que hablo.

Sin embargo, como el que da primero da dos veces, Paul se lleva todas las alabanzas e incluso una oferta inesperada: del Zoo Aquarium de Madrid, éste en tratos para conseguir su incorporación como pulpo estrella, un buen fichaje según parece, porque lo que es en Alemania ya no le quieren, y yo pregunto, ¿tiene la culpa el pulpo?, sólo es adivino.

En la antigua Grecia se decía que el Destino era el único dios al que los dioses temen, lo cual indica que mandaba más que nadie, es decir, que lo que tiene que suceder sucede nos guste o no; si perdió Alemania, si perdió Holanda, qué le vamos a hacer, podíamos haber sido nosotros, ¿no?

Al menos el pulpo Paul, rebautizado Pablito si se instala en Madrid, ajeno a su infalibilidad, y como un auténtico filósofo, contemplará indiferente el homenaje de las masas.

Pero yo pienso que todo no va a quedar ahí ya que mucho me temo que a los científicos les dé por investigar el asombroso caso de videncia animalística y comiencen los experimentos con toda clase de animales, ¡lo que les faltaba a los pobres!

(Noticia de última hora: Paul se queda en su país, si nadie cambia de opinión, claro.)