Textos y dibujos: Wilfredo Carrizales

1

FARO en la claridad que bambolea el mar. Enhiesta torre de todas las espumas. La costa te emplaza a no moverte, pero tú solo escuchas a tu alma hueca y tu único ojo prolonga su vigilia en pos de viajes propuestos por aves de invenciones portuarias.

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LAGO que se desarrolla a partir de un charco donde la vida se apagó por momentos. Cráter colmado por imágenes de insectos y peces de invadidas protuberancias. Tu profundidad termina allí, en la depresión que altera los sentidos.

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MAGNETISMO que circula por las brújulas enterradas bajo los hitos del horizonte. Los iones desparraman sus colores para teñir las telas del espacio. Al lado de los meridianos circulan polvos de un mundo en suspensión.

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NUDOS que se visten dentro de la garganta de las millas marinas. Los ciegos comienzan a caminar apegados al yugo de las cuerdas. La unión de los lugares se realiza cuando las enfermedades desenlazan sus virus.

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MONÓLOGO en la soledad de las portadas de libros. Personaje cuya vista retrocede a medida que se topa con patrañas. Inconstancia de la acción producida por la retórica del argumento.

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OÍDO que permite pasar de la expectación a la certeza. Receptor de añoranzas, de claraboyas y de sustancias cocidas en vinagre. Las vibraciones de los aromas circulan con sus aros de buey y puentes de huesos.

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PAN integrado a su hecho herbáceo, llameado por la elevación de los granos. Los fermentos se vuelcan en procura del logro de la felicidad del horno. Con metales sin levadura se identifica la masa que se ciega.

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QUIRÓPTERO cruzando el espacio a través de las vocales. Su nombre cuelga boca abajo durante las golpeaduras del sol. Quiere ser un ave, mas sus alas se niegan a echar plumas.

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RAÍZ que, de un modo absoluto, se vuelve atrás cuando no vislumbra sino derrota. Junto a ella los cambios se cumplen una vez despejadas las incógnitas. Por inducción se secciona e incita al surgimiento de una zona que se engasta o se raja.

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SANGRE para el oficio del renglón que empieza muy adentro, en la sima de la horchata fértil. Por una singular abertura se coagula el daño originado tras la sujeción del hierro. En hilos que se defienden poco, se transmite una serenidad de fuego.

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ANILLO venido con la definición de los adornos. Aquél oportuno ingresará a la interioridad del pescador. Unos invertebrados —improbables gusanos— se apropian de las pastorales de los dedos.

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POSESIÓN de un aura de sofisticación sobre el vestido diseñado de cualquier manera. La elegancia se atiene a los finos detalles por intermedio del cuidado de la ilusión. La moda se omite para no comprometer a los prestamistas.

 

2

Me gusta cargar el agua sobre los hombros y luego dejarla caer encima de la placenta de la noche.

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Un gallo de hierro se alebresta con el ruido de la pulidora. El olor acre de la cera expulsa toda alusión a colmenas y abejas.

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Azulencos, avanzan los escarabajos por entre el brillo vítreo de la tarde que se desgaja de un cielo en observancia.

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El solar se enladrilla con el color de la hojarasca y un enigma traba la incursión de la luz.

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Las aldabas hacen resonar las puertas. El viento cumple su función de despertador con fuerza y con persistencia. Los vecinos dejan de roncar.

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Se bosqueja el fuego sobre las cubas. El vino se agita y anuncia la más cálida de las borracheras.

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Campo de los martes y los panes adosado a un cementerio que se resiste al embate de las cenizas.

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Sumida dentro de las aguas celestes, la familia que cría colúmbidas zurea engalanada de cobalto.

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El perro de orejas digitadas ingiere las charadas para acelerar su conocimiento del inframundo.

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Los enfermos se curan tragando nudos de espigas y los médicos permanecen atentos echando raíces.

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Una mujer con los senos fermentados por cerezas invoca el principio de los vapores y su mirada se nubla y se duele de la falta de sombra.

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Cruel era la noche y la angustia se establecía en sus estadios para reinar con amplitud.

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Tras la vida rebelde del montaraz se esconde una locura que adquiere insólitas formas.

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Caen las semillas en el interior de una palangana. Después surge un bajorrelieve que abunda en fertilidad.

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Delectación en la hernia que irradia musgo, mientras lo ocre del pasado se aquilata como último recurso de la síntesis.

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Sumisión a la teoría de la varianza de los minutos. Se miran los dísticos en su obra avanzada y se olvida que lo incorpóreo ya fue absorbido.

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Pronunciarse contra el abatimiento. Colocarse de lado para remedar el perfil del mico. Suplir la abstinencia por una compensación de los humores.

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Se estiran los filetes para dar la sensación de inestabilidad. En el hogar se moldean los pichones y en el exterior la garúa hace de las suyas.

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Los glotones cuando transitan posadas ignotas interiorizan el tamaño de sus estómagos y convierten a sus ojos en lagos de posibilidades.

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Donde el mercurio se aposenta el ocaso se cuela y coloca su meridiano enfoque para lograr una esplendencia mayor.

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Ovula el firmamento para alejarse de la pudrición de los meteoros. El perjuicio no tiene oportunidad de glorificarse y entonces el espacio se cubre de nubes rodeadas de herraduras.

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