“América Latina y Europa deben crear segundo polo de poder”
El escritor mexicano Carlos Fuentes sostiene que hay que enfrentar al
“petropoder“ instaurado por Bush.
Carlos Fuentes no aparenta haber nacido en los años 20. Tiene apostura de
charro, aunque sin sombrero. Erguido, canoso, bronceado y sonriente, acaba de
llegar a Madrid desde Ciudad de México. Casi 11 horas de vuelo que no hacen
mella en su humor. Su nuevo libro, una novela llamada La silla del águila (Alfaguara),
acaba de salir de la imprenta.
En esta obra, Carlos Fuentes practica sus dotes de pronosticador. Asegura
haber dicho, hace muchos años, que a finales de siglo la oposición
desplazaría al PRI del poder en México. Y allí está Vicente Fox.
“Tengan cuidado conmigo”, bromea. Esta vez, la historia se sitúa en
el año 2020, cuando César Aira gana el premio Nóbel, Mick Jagger sigue dando
conciertos, Condolezza Rice es presidente de Estados Unidos, un Fidel Castro
centenario inaugura el parque temático de la Sierra Maestra y México se rebela
contra la política norteamericana, lo que le ocasiona ser víctima del sabotaje
estadounidense: sin telecomunicaciones ni energía, sucede un apagón general en
Ciudad de México. ¿Otra novela fantástica de Fuentes, como Aura, por
ejemplo? Pues sí: “Es un oasis imaginativo que me regalo. Un relajo cuando
estoy cansado de la realidad”.
El petropoder
La profecía que lanza Fuentes, sin embargo, no la cree posible:
“México es un país invulnerable a las amenazas de Estados Unidos. Ir
contra nosotros sería como darse un tiro en el pie, porque dañaría
importantes industrias norteamericanas. Además, México dejaría de resguardar
tan bien la frontera norte, con lo que pasarían un sinnúmero de terroristas,
que, sabe el Departamento de Estado, son detenidos antes de que crucen el
río”.
Los vaticinios de Fuentes se deben, más que nada, a la alarma que le infunde
el poderío “incontestable“ que hoy acumula Estados Unidos. “La
amenaza que representa el poder imperial de Estados Unidos es muy, muy grave.
Ahora existe un petropoder, que queda en evidencia antes del 11 de septiembre.
El gobierno de Bush, apenas asume, desconoce el tratado de Kioto y el Tribunal
Penal Internacional. Luego viene el atentado a las Torres Gemelas. La lucha
contra el terrorismo es rápidamente desviada a agredir un país, Irak, que
tiene una de las mayores reservas de petróleo del mundo. Sadam Husein es una
excusa. Ni siquiera aparecen armas de destrucción masiva”.
Para Fuentes, el nuevo orden mundial y la reciente actuación bélica de
Estados Unidos y sus aliados terminaron con los “principios relativos que
permitieron la paz durante la guerra fría”. Estos principios son, para el
escritor mexicano, “contención y negociación”.
Y lo que se convierte en una amenaza mundial, por las consecuencias
incontrolables que puede desatar, es el empleo de la guerra preventiva.
“Los conflictos pueden estallar en todos los continentes. No hay que
olvidar que también Estados Unidos ha sido víctima del ataque preventivo de
Japón, en Pearl Harbor en 1941. Lo que debe hacer Latinoamérica y Europa es
crear un segundo polo de poder. Será difícil, pero hay que intentarlo para
restaurar la legalidad internacional”.
El extremismo latino
Una de las dificultades a las que se enfrenta esta iniciativa es la debilidad
democrática que existe en América del Sur. Fuentes ha escrito artículos en
que critica duramente al presidente venezolano Hugo Chávez, particularmente sus
arengas y vapuleos verbales contra personalidades de la sociedad civil. Tampoco
simpatiza con el subcomandante Marcos, líder de la guerrilla zapatista que se
levantó en el sur mexicano. Pero, ¿tienen similitudes ambos personajes?
“Los dos son extremistas, pero no creo que sean comparables ni que existan
parecidos entre los movimientos surgidos últimamente. En la mayoría de
Latinoamérica hay regímenes democráticos, pero en crisis. Hay que pensar
cómo se solucionan los problemas de 250 millones de personas que viven con
menos de tres dólares al día, porque la gente comienza a decir: ‘Muy bonita
la democracia pero no tengo lo que necesito’. Se trata de apresurar el
beneficio hacia ese inmenso capital humano que tenemos, recordar a esa gente que
está esperando una oportunidad para demostrar que puede generar riqueza, que no
hace falta depender de los créditos del Fondo Monetario Internacional. El
sistema debe estar íntimamente ligado al desarrollo de las fuerzas productivas
y su capital humano”.
La silla del águila descubre las pasiones de quienes gobiernan un país
como México, a través de un cruce de cartas que comienza con la letra de mujer
de la ex amante de un presidente mexicano y termina revelando los detalles de un
enfrentamiento con Estados Unidos. ¿El género epistolar es la única manera de
descubrir la humanidad del poder? “En política, las pasiones se convierten
en actos públicos”, justifica Fuentes. “Y así se puede desnudar más
drama sin que aparezca un escritor metiche”.
Desvelar la actitud íntima de la vida política ha sido una indiscreción
sobre la que ha caído la ley del silencio. Esta última novela de Fuentes no ha
recibido ni un comentario, ni una crítica en su país. Fuentes se encoge de
hombros y resta importancia al hecho, porque ya ha vendido 80 mil copias de la
obra, sólo con el “boca a boca”. ¿Una de las causas de que sea tan
leído podría ser su afición a cantar rancheras? Carlos Fuentes recita los
versos de la canción “Me he de comer esa tuna“ y amenaza con subir la
voz para entonar la ranchera.